25 de febrero de 2007

El Papa ha muerto




El Papa ha muerto, dicen.

Otro crimen de la Iglesia.

Matarse de tanto salir por la ventana

a embarazar el viento

sin pastillas ni condones.


El Papa ha muerto

soldados suizos lo clavaron en la tráquea

le apuntaron con un tanque argentino del 78

para ser enterrado en Polonia

bajo la sombra de Stalin

hablando en árabe y en ruso antiguo.


El Papa ha muerto, lloran

lo ví en el balcón de Pinochet

tomando tecito en La Bandera (1)

mirando el rostro de Cristo en Ñuñoa

60 años después del holocausto

cuando todavía los papas mueren

y toman Pepsi.


Este poema, escrito en el mismo momento del fallecimiento de Karol Wojtiyla, es la expresión de mis sentimientos en ese instante.

Es un punto de inflexión en el recorrido de cotradicción entre la admirable consecuencia de muchos obispos y sacerdotes en la defensa de la dignidad humana y un hecho cierto de fanatismo, antisemitismo, misogenia, homofobia y doble moralidad de muchísimos cristianos.

Entre la Vicaría de la Solidaridad, el divorcio, la pastilla del día después, la pureza y la depravación, la Iglesia de Roma muestra un abanico de actitudes que dan cuenta de las maravillosas posibilidades que presenta el alma humana.

Por un André Jarlán hay un Escribá de Balaguer. Por un José Aldunate hay un Raúl Hasbún.

Digo todo esto desde fuera de la fe. Desde la experiencia de un niño de tres años que arrancó de su pila de bautismo en el momento previo al terremoto de 1971.

Lo digo desde mi agnosticismo, desde mi experiencia de doce años en un colegio católico, desde mi alma ansiosa de luz.

Lo digo desde la tradición de Spinoza, Voltaire y Violeta (Nos se pierdan este video de Santiago Alvarez).

(1) La Bandera es un sector popular de Santiago, escenario de grandes protestas en contra de la Dictadura.

La foto de Juan Pablo II con la paloma, proviene de este sitio.


No olvide de visitar: mujeres periodistas; siete preguntas y Valparaíso.

18 de febrero de 2007

Valparaíso



Si un día miras mi ciudad
y la ves sin azul, sin olas, sin niños,
sin un viento delgado y puro...
sabrás que yo no estoy allí,
ya no pienso en tu rostro,
ya no vivo en tu aroma,
ya no entiendo tu jardín.

Si miras mi ciudad
y los colores te saludan con un beso risueño
y las calles discuten para decirte un piropo
y el mar se viste con su mejor azul,
aquel de antes, cuando viajabas en barco
y tenías padres y música en la sangre y no rabia.

Alma, entonces, ya será demasiado tarde.


Si tuviera la oportunidad de conocer nuestra ciudad de escaleras desde
una perspectiva de ensueño, creo que preferiría llegar a ella en la
forma que nos propone Aldo Francia en "Valparaíso mi amor".

En medio de la noche, correría por un bosque, largamente,
desesperadamente, hasta que la madrugada nos sorprenda frente a un
territorio de belleza: nuestra ciudad vista de lo alto, poblada de viento,
de mar, de casas que desafían a las quebradas, de pobreza.

Luego, tomaría un trole cerca de "La Matriz" y buscaría los
ascensores que marcan el alma de los barrios. En Polanco, al recorrer
el extenso túnel; pensaría en el amor del padre que construyó aquella
torre para su hija.

En el ascensor "Mariposas", que pasa bajo una calle, indagaría en el
misterio que propicia las flores en las quebradas y que nutre de una
belleza salvaje a nuestra descuidada arquitectura.

Cerca de la Plaza Victoria, tomando el ascensor de Espíritu Santo,
pasaría a visitar a mi amiga Caperucita y me quedaría por horas en
nuestro museo a cielo abierto. Allí aprendería de Matta, de Antúnez,
de Balmes, de Roser Bru. (1)

Subiendo por Héctor Calvo, me detendría un momento a rendir homenaje
a los jóvenes acribillados en el vecindario, en el marco de una de
las últimas acciones militares de la dictadura.

De seguro, pasaría a abrazar a Fernando y Max, en el Museo de
Instrumentos Musicales
de aquel cerro.

Al llegar a la Avenida Alemania, junto al Teatro Mauri, subiría
corriendo al comedor de Neruda. Me imaginaría bebiendo en esas copas
de colores y durmiendo una siesta, mientras mi alma insiste en mirar
el mar.

A la salida de "La Sebastiana", le dedicaría muchos minutos a las
piedras mágicas de María Martner, para luego tomar un bus marcado con
la letra 0, hacia la Plazuela San Luis del Cerro Alegre.

En aquella mañana infinita, visitaría el museo del más tierno de
nuestros adversarios, Lukas, el rostro menos cruel del fascismo. Caminaría con calma por Papudo y por el Paseo Gálvez, regresando al plan por Urriola.

Pje Gálvez

En la Plaza Sotomayor, me pasaría a visitar nuestro ex Correo, actual
sede del Consejo Nacional de la Cultura y dejaría que mi alma
contemplara el edificio de la Primera Zona Naval (2), que fue nuestra
Intendencia y sede del gobierno popular en los veranos de nuestra vía
chilena al socialismo.

Por la tarde, contemplaría la ciudad desde su perspectiva marítima, en
aquellos botes que zarpan desde el Muelle Prat.

Allí, vería como la ciudad danza, como se mueve bajo la vista
cuidadosa del monte Aconcagua, como sonríe coqueta ante los ojos de
los marineros.














La primera y la tercera fotos,creadas por el lente mágico de Pamela Albarracín corresponden a imágenes del Cementerio de Valparaíso, ubicado en el Cerro Panteón.

La segunda foto, corresponde a la mirada de Vigilia, en su reciente retorno a Valparaíso.

El primer video, corresponde al reportaje de National Gegraphic sobre un posible tsunami en nuestra ciudad. Está allí para recordar que Valparaíso es provisorio, que se incendia, tiembla, se inunda y, lo más grave, es devastado por su propio pueblo.

El segundo video es un clip promocional que contiene "La Joya del Pacífico", de Víctor Acosta, la canción más popular sobre nuestra ciudad y que constituye la principal pieza de la banda musical de "Valparaíso mi amor".

El tercer video contiene la canción "Plus bleu que tes yeux", interpretada por Edith Piaf & Charles Aznavour. Es un mensaje en clave. Ella lo va a entender.

Se nota que falta la música del Gitano Rodríguez. La dejo en silencio, porque es demsiado hermosa para estas palabras llenas de caos.

(1) Suelo ver a Roser Bru y a José Balmes por las calles de nuestra ciudad. Llegaron niños en el Winnipeg, de la mano de Neruda, y su alma quedó prendida a nuestros cerros.

(2)Nuestra Ex Intendencia es un copia del "Hotel de Ville", el Municipio de Paris.

11 de febrero de 2007

Alma en la noche del jueves





Hay cosas para las que no pido permiso.
Por ejemplo: para darte un beso,
aunque te cause la muerte y la libertad.

Hay cosas que me pertenecen,
como las nubes de la mañana temprana,
los dolores de tu insomnio,
los sabores de tu cama

Hay cosas que nunca tendré,
como las miradas que dabas a tu padre
y el brillo de tus ojos en ciudades blancas.

Hay cosas que son mías,
como tus pasos en un bosque de cordillera,
y tus ojos dulces
cuando había urgencia de mi carne.


El jueves vi a Alma. Era la medianoche y me moría de sueño en “La Piedra Feliz”; mientras por segundo día consecutivo acompañaba a Pao y su primo tanguero.

De súbito, se abre la puerta de la sala de música tropical y aparece su mirada. Una lluvia de sus ojos escolares recorrió todo mi cuerpo. La palabra "Alma" brotó de inmediato hacia sus oídos. Algo que ocurre una vez cada dos años.

La magia de la chamana cordillerana era un juego de niños. Alma tiene la capacidad de apagar las luces de un edificio con su piel y, por cierto, de expulsar mi sueño y mi tranquilidad de bosques.....de abrir abismos en mi nostalgia cotidiana.

Además no iba sola. Con su cortesía de princesa me presentó a su pololo. Ella se veía alegre y libre. Eso, afortunadamente, me reconfortó.

Iban de la mano. Así, con ese lenguaje de gestos, supe que está separada.

Esa noche, mientras “Don Giovanni” me consolaba con su trivialidad patriarcal, pensé que mis poemas contribuyeron a su libertad.

Tuve la sensación en mi espíritu de haber cumplido mi trabajo de liberación. Una tarea que realicé contra su propia voluntad. No hay marido que se banque un libro de poemas escrito por el amante, para su "propia" esposa.

Me sentí paternalista, invasivo, inmoral. También me sentí feliz.

Asimismo, me di cuenta que este esfuerzo por conservar la memoria me ha dejado afectivamente muy atado. Así por ejemplo, al llegar a mi departamento, fue trágico observar la cama azul construida para nuestra alegría y detenerme nuevamente en su aroma de hospital, que su viejo chaleco rojo conserva en mi closet.

Afortunadamente, no vestía de blanco.







El dibujo es la imagen de mi pudorosa enamorada, elaborado por Javiera Medina para "Prófugos de un Aguacero Azul".-

El poema está inspirado en el regalo de solsticio de verano que le hice a aquella Princesita en el año 2001. Un fin de semana en el Cajón del Maipo, lleno de magia, de atardeceres y estrellas.

Como puede apreciarse, la poesía ya vaticinaba lo que ocurriría. Es una muestra de la fuerza y de la magia de las artes.

Cerrando este artículo, en agradecimiento a Alma por haberme introducido a la belleza de la música, incorporé a José Van Dam cantando "Madamina Il Catalogo e questo".

Es una canción cruelmente alegre, compuesta a fines del siglo XVIII, para "Don Giovanni", por W.A. Mozart. En disco, poseo una grabación de Chaliapin, el cantante preferido del padre de Alma.

En realidad, coincidiendo con Mozart y Lorenzo da Ponte, siento que es muy difícil arrepentirse de la pasión.

6 de febrero de 2007

La tierra late - Ximena está a salvo.





La tierra late. Mis pies, que para los mapuches son los ojos del alma, vuelven a conectarse con el suelo vegetal. Mi piel recuerda los juegos en el barro. El cuerpo cubierto por la tierra. El largo rato de manguerazos que permiten descubrir el cuerpo.

El bosque está compuesto por pellines, canelos, manzanos y decenas de otros árboles que mi lenguaje de ciudad no alcanza a nombrar.

El Río Pangue persiste en su fuerza eléctrica y mágica. El volcán, descabezado y engalanado por la nieve, nos mira con el orgullo de un príncipe ancestral.

Como una lagartija de corazón verde, voy por el río robando la energía de las rocas, extrayendo su calor milenario, alimentándome de cielo y de luz.

Justo en medio del agua poderosa y veloz, me entretengo conversando con los musgos, los visito en aquella zona fronteriza entre el caudal torrentoso y el aire. Ellos me hablan de la pureza, de la humildad, de la sencillez.

De pronto, noto que he descendido más allá del punto de retorno. El río me ha tomado prisionero. Me dejo caer. Sin miedo. Entro de cabeza. De inmediato llevo mis piernas hacia delante. Son sólo unos segundos en que el agua, la vida y la muerte me abrazan.

Llego a otra roca, como en una película, justo antes de la catarata.

Un tábano- uno de verdad- antiguo aguijoneador del pensamiento- me exige reflexionar. ¡ Que torpeza, la de jugar con el río milenario y salvaje!;¡ Que atracción maravillosa la del agua, veloz, transparente, limpia!


Treinta personas hemos llegado al Alto Bio Bio, al interior de la ciudad de “Los Ángeles”, más allá del alcance de los teléfonos inalámbricos. Desde hace seis años que Annette y Andrés organizan encuentros en la primera luna llena de febrero.

Se practica yoga al amanecer; se canta en la forma en que los hacían los mapuches y africanos; se danza; se reúne a la tribu en torno al vapor y la oscuridad del temascal; se juega con símbolos e imágenes; se prepara el espíritu para caminar sobre el fuego.

Y, los más importante, las almas se abrazan en el bosque, al tiempo de armar una carpa, cobijarse del frío, nadar, cantar, buscar un sendero, compartir la frugal comida vegetariana cocinada a leña, esperar los baños bajo los efectos del pan artesanal o simplemente, compartir un mate.

Se que Elaine, Susana, Mónica, Pilar - que me protegió en la oscuridad- María José, María Elena, María, Yuyito, mi prima Flavia y muchos más, ocuparán un lugar en el bosque extendido y universal de nuestras almas. (En muchos sentidos, la experiencia en el Alto Bio Bio es próxima a la que describe Italo Calvino en El barón rampante)

Amla, mi profesora de yoga, con su dulce insistencia, fue la encargada de introducirme a ese mundo extraño y omnipresente. Marcia y Pao, se encargaron de transportarme y de surtirme de materiales para acampar.

Jamás se me pasó por la cabeza, practicar el barbarismo de caminar sobre las brasas. ¡Pero la curiosidad es muy fuerte en mí!.

De pronto, el rito había comenzado. El río se ocupó de limpiar nuestros cuerpos desnudos. Todos – salvo mis shorts naranjas- estábamos vestidos de blanco.

Las mujeres parecían novias o deidades griegas. Las cabelleras arregladas con flores, los ojos iluminados por las estrellas.

La chamana, con su energía desbordante y solemne comenzó a batir su tambor por un largo rato, acompañando la transformación de los leños en brasas.

Las llamas cubren el centro de la planicie delimitada como espacio sagrado. Las personas, convertidas en comunidad, corremos, danzamos, gritamos y seguimos la música de la maga.

El portal se abre cuando la chamana pasa entre las brasas y se cierra cuando transita por segunda vez entre aquellos ocho metros de fuego.

Son unos cinco minutos en que las personas corren o caminan - como Elaine Valencia - entre los pequeños trozos de madera llameante.

Mi mente se mantiene trabajando. Dicen que Buda reprobó estos rituales peligrosos. Esta cuasi flagelación es lo más próximo que he estado del Opus Dei. ¡Qué diría mi admirado Voltaire!

Sin embargo. No hay miedo. Hay especulación, mas no hay miedo.

En fin, la gente cruza entre el fuego y se ve dichosa. La experiencia que mis sentidos confirman y que la música impulsa, persuade a mi voluntad.

Me lanzo, vuelvo a pasar, lo hago por una tercera vez.

Se cierra el rito. La Chamana ha vuelto a cruzar. Los siete hombres de esta nueva tribu, sellamos la entrada con nuestros cuerpos.

La noche se llena de abrazos. Casi todos han pasado. Mi querida amiga Marcia es una de las pocas que no lo ha hecho. Poco importa. La energía ha vibrado en todas partes y nuestros cuerpos se han conmovido, sólo por el hecho de estar allí. Es como regresar a la unidad primordial, como retornar a un antiguo fuego.

Pero no todo ha resultado a la perfección. Pronto, decenas de pies buscan su reparación en el río. Hay muchas personas con pequeñas quemaduras en sus pies, personas que llevan sus heridas con alegría, con pocas quejas, rescatando enseñanzas de sus propios dolores.

Reviso mis pies. Están intactos, sin la más mínima herida.

De vuelta en nuestro pequeño condominio de carpas, la alegría sale a flote. Los límites de la pureza yoguística vegetariana son desbordados. (1) De sus escondites, surge el vino, los licores tropicales, la música de Violeta - vecina de aquella misma tierra-, la poesía, la risa, el humo de los cigarros, incluso, un pequeño trozo de chorizo.

Han pasado tres noches y todavía no se borra la sonrisa de mi alma.

Lo digo con pena, porque al regresar ayer a Valparaíso, me enteré de que un extraño fuego mató a varias personas y arrasó edificios históricos que constituyen parte de nuestra alma comunitaria.

Lo digo con pena, porque ayer supe de la desaparición, desde la tarde del sábado - después del incendio- de mi amiga y profesora de teatro Ximena Núñez.

Su pareja y su familia están deseperados.

Ximena Núñez





Pensando en Ximena y en todas las buenas almas que trabajan para construir la justicia y el amor, les dejo el poema que escribí para Marcia en 1994, justo después de impregnarme del fuego de la Fraternidad.


Una nueva hermana.


El viento de la cordillera,

la luna y el ruido de las olas

me trajeron una nueva hermana,

hermosa como la palabra libertad,

cálida como un beso,

mágica como el color azul

y fuerte como toda mujer.



"Luz Azzul", Valparaíso, 1994.

Nota. Hoy por la tarde, Ximena ha dado noticias de vida. Está sana y a salvo en casa de su madre.

La primera foto es de Mercedes Pimentel, escritora sanfelipeña.

El resto corresponden a la mirada de la fotógrafa Paola Claramunt.

(1) Los organizadores del encuentro me han pedido enfatizar que en el Festival del Alto Bio Bio, la idea es abstenerse del alcohol, el tabaco y las carnes.

28 de enero de 2007

todas ibamos a ser reinas




Todas íbamos a ser reinas,
de cuatro reinos sobre el mar:
Rosalía con Efigenia
y Lucila con Soledad.

En el valle de Elqui, ceñido
de cien montañas o de más,
que como ofrendas o tributos
arden en rojo y azafrán.

Lo decíamos embriagadas,
y lo tuvimos por verdad,
que seríamos todas reinas
y llegaríamos al mar.

Con las trenzas de los siete años,
y batas claras de percal,
persiguiendo tordos huidos
en la sombra del higueral.

De los cuatro reinos, decíamos,
indudables como el Korán,
que por grandes y por cabales
alcanzarían hasta el mar.

Cuatro esposos desposarían,
por el tiempo de desposar,
y eran reyes y cantadores
como David, rey de Judá.

Y de ser grandes nuestros reinos,
ellos tendrían, sin faltar,
mares verdes, mares de algas,
y el ave loca del faisán.

Y de tener todos los frutos,
árbol de leche, árbol del pan,
el guayacán no cortaríamos
ni morderíamos metal.

Todas íbamos a ser reinas,
y de verídico reinar;
pero ninguna ha sido reina
ni en Arauco ni en Copán...

Rosalía besó marino
ya desposado con el mar,
y al besador, en las Guaitecas,
se lo comió la tempestad.

Soledad crió siete hermanos
y su sangre dejó en su pan,
y sus ojos quedaron negros
de no haber visto nunca el mar.

En las viñas de Montegrande,
con su puro seno candeal,
mece los hijos de otras reinas
y los suyos nunca-jamás.

Efigenia cruzó extranjero
en las rutas, y sin hablar,
le siguió, sin saberle nombre,
porque el hombre parece el mar.

Y Lucila, que hablaba a río,
a montaña y cañaveral,
en las lunas de la locura
recibió reino de verdad.

En las nubes contó diez hijos
y en los salares su reinar,
en los ríos ha visto esposos
y su manto en la tempestad.

Pero en el valle de Elqui, donde
son cien montañas o son más,
cantan las otras que vinieron
y las que vienen cantarán:

-"En la tierra seremos reinas,
y de verídico reinar,
y siendo grandes nuestros reinos,
llegaremos todas al mar."



Gabriela Mistral, "Tala", 1938.









Gabriela Mistral , tuvo un hijo llamado Yin Yin (Juan Miguel Godoy Mendoza).

Siempre lo trató en público como un sobrino. Muchas décadas más tarde, su albacea reveló aquel secreto candente.

Aquel hijo en las sombras, se suicidó a los catorce años de vida.

Hace medio siglo, ser madre soltera en nuestro continente, implicaba una deshonra, un motivo de humillación y desprecio.

En Chile, hasta el 2004, una mujer abusada por su marido, no tenía derecho al divorcio. Sólo desde 1994 es posible expulsar del hogar a la persona que golpea a una mujer.

Actualmente, el aborto sigue considerándose un delito, pese a que constituye una práctica bastante habitual, y en los hechos, despenalizada.

Nuestras reinas comienzan a llevar con orgullo el título de ciudadanas. Es un triunfo de Gabriela, de Violeta, de Gladys, de Diamela, de Teresa, de Beatriz, de Ifigenia, de Olga.

El Orden Patriarcal está herido en nuestra tierra. No en vano, una de las nuestras ha transitado entre el Centro de Torturas y La Moneda.

En los últimos meses, nuestras artes escénicas han reflejado con asuidad esta transformación social que da cuenta de un país y de una mayoría de familias en que las mujeres solas están al mando.

En Infamante Electra, un afamado senador, admirado por su coraje y sus dotes de conquistador es televisivamente destruido y judicialmente condenado por sus perversiones sexuales. La realidad y el discurso del arte, se abrazan. El buen padre de familia se desmorona. En los hechos, nunca existió.

Los grandes personajes femeninos de Ibsen, Nora y Hedda Gabler, tomaron los cuerpos de Amparo Noguera y Claudia Di Girolamo para explicarnos con sus portazos y disparos que el régimen de sumisión patriarcal está en guerra permanente con las mujeres que han decidido gobernarse a si mismas en ejercicio de la sagrada libertad.

Ello, aunque cueste el quiebre del matrimonio o la vida.

Así las cosas, no es extraño que en estos días de mágico verano, Royal de Luxe, encante a millones con la ciudadana aventura de una niña gigante que encarcela al furioso rinoceronte que estuvo destruyendo Santiago.

Anoche vi a la muñeca roncando en la Plaza de la Constitución. Junto al monumento de Salvador Allende, una muchacha me dijo: ¡ Es fantástico! Al fin se termina el toque de queda!






Aquí está la mirada poderosa de Pamela Albarracín y una foto áerea de www.emol.com





Las imágenes en blanco y negro corresponden a Gabriela con dos de aquellas reinas y con su pequeño hijo.

21 de enero de 2007

entre el azul y gabriela





Tu eres mi azul,
y digo en serio: mi azul,
mi abrigo, mi sueño.

Dónde están tus manos?
Acaso hurgando mi ropa
y buscando aquel olor
sobre una cama tuya
en el piso tercero
de un inmenso paraíso.

Dónde estás cuando no estás?
Acaso mueres en días animales de otoño
mientras yo camino junto al mar
y recojo pensamientos
y rosas de cristal.

Dónde estás cuando quieres estar conmigo?
Quién te detiene entonces?
Acaso tú cuando no eres ?.

Dónde estarás cuando quieras estar
conmigo
y el anciano viento de la tarde
no conozca ya mi nombre
ni aquel olor
ni aquel azul
que sólo fue: "mi azul"


Este poema nació en Cau Cau, una playa de desnuda audacia en la costa norte de Valparaíso, junto a la caleta de Horcón.

En este texto, encontramos una aproximación del azul como expresión de lo ilimitado, el territorio sagrado de la libertad.

Así, transitamos entre el cielo, las aguas oceánicas, las banderas de la República y la tradición oral del indómito pueblo mapuche.

Este amor por el azul, constituye un punto de encuentro con la Gran Revolución, Rubén Darío y Elicura Chihuailaf.

El poema procura construir una Alma especial, habitante exclusiva de mi propio espíritu, de mi propia mirada sobre el mar.

En el otro eje, el impacto que su azul produjo en mi espíritu, contruyó otro Gonzalo, más musical, más libre y, a ratos, más desconsolado.

El futuro podrá separarnos en el plano de los cuerpos, pero ella, la del poema, permanece siempre en un plano atemporal, desabrochando mi camisa, buscando la profundidad de mi olor, en un espacio de sagrada intimidad.

Ella es mi azul, el extenso territorio de la alegría, la dulzura y la vida.

En la fotografía, encontramos a Chamila Ridríguez, como una manera de conectar el universo sensual de Alma con la obra radiofónica que a continuación deseo promover entre vosotros.



Este domingo 28 de enero, a partir de las 20.15, Radio Concierto, 88.15 FM, retransmitirá los tres capítulos de “ Los Cinco Sentidos”, radionovela biográfica de Gabriela Mistral, dirigida por nuestro celebérrimo Raúl Ruiz.

Nuestros blogueros Chamila Rodríguez y Javier Sanfeliu y Gonzalo Maza, participan junto a un amplio equipo de artistas, tales como Ángel Parra , Manuel Silva Acevedo y Virgilio Rodríguez.

En www.concierto.cl podemos escuchar la radio en Internet.

16 de enero de 2007

collage





Por favor: no te vistas de blanco


Por favor: no te vistas de blanco,
no comas ostras, no busques mis
piernas
bajo la mesa, no bebas champaña,
no tiñas de sangre el pisco souer,
no sueñes con viajar
ni con piedras fugaces bajo tu
almohada.

Nunca te abrigues con mi rojo,
no enciendas las velas que son
nueve,
no bebas de mis copas que son siete,
no mires por la ventana del huerto,
no hagas el amor los días lunes,
no cierres la puerta sobre mi alma.

Por sobre todo: no vayas al mar,
no te pienses en mi cielo,
no te puebles con mis manos,
no te acerques a mi olor,
no preguntes por mis ojos
que ya no vuelan ni gritan
sobre tu pena.





Mañana regreso a Valparaíso.

Antes de viajar, digo gracias a quienes vinieron de todo el mundo a festejar el nacimiento de Manuel. En especial, a Valentina, su madre.

En realidad, vosotros sois los Reyes Magos. Vuestra energía azul ayudará al niño en su travesía.

Ese aguacero de amor, hará más pacífica, más justa y más alegre nuestra tierra.

En fin, este poema lleno de un amor triste, uno de los tantos que le debo a la magia de Alma, lo dejo en agradecimiento al cariño de quienes me llamaron, me escribieron y me abrazaron a la distancia en estos días de retiro: Paola, Gabo, Cato,Alicia, Paula , Paloma, Valeria, Smoked Eyes, Vigilia y Claudio.

La fotos, han sido sustaridas de los blogs que más visito y constituyen un collage de fraternidad confeccionado recientemente para mis links.

9 de enero de 2007

Manuel




Manuel nació ayer.


No habrá helicópteros sobre sus sueños.

Se vestirá de mago en los estadios.

Su alegría danzará en las escuelas.

Aprenderá la música de los bosques.

Hablará de estrellas.

Fecundará la Tierra.


Sus ojos buscarán el amanecer.

Aprenderá de su pueblo.

Conocerá los desiertos.

Llenará su alma de mar.



Tendrá montañas y bosques en su espíritu.

Amará los domingos.

Dará besos tiernos a su abuelos.

Comerá choclos en días de sol.



Manuel será un delfín chiquitito.

Jugará con volantines en primavera.

Anudará sus zapatos antes de ir al Colegio.

Ignorará la muerte.

Olvidará el temor.




Ayer, ocho de enero, nació Manuel, el primer hijo de Valentina y Daniel.

El mismo día, hace 27 años, tres niños de Valparaíso esperábamos el nacimiento de un nuevo hermano.

Cuando mi padre tocó el timbre de nuestra antigua casa, salimos corriendo a preguntarle cuál era su sexo, cómo sonreía, cómo estaba nuestro cuarto hermano.

El niño había nacido muerto. Nunca tuvo nombre, nunca le miramos a los ojos, nunca nadamos junto a él en verano.

Siempre pienso en en mi madre cuando es un ocho de enero. Siempre le tengo temor a los nacimientos.







La imagen del bebé recién nacido proviene de esta página japonesa

La última foto es de Manuel con casi un mes de nacido. Proporcionada por Daniel Avendaño, su padre.

2 de enero de 2007

Atrapados


lihn


Las burbujas creaban una marea blanca. Mis ojos veían el fondo del río como una planicie de sal.

Esa mirada era ficción. Tomo un puñado de piedrecillas y al sacarlas a la luz, observo pequeñas roquitas pigmentadas de los más diversos colores.

Vuelvo a bajar. Me introduzco bajo una pequeña catarata. La corriente me empuja. Me aferro a una piedra para resistir la fuerza mágica del agua.

En ese instante, viene a mí el recuerdo. Nuestra casa de campo. Mi mano en el tubo de desagüe, resistiendo la succión. Se siente un peligro absurdo, inmoral.

La catarata es como el chorro de agua que llenaba la piscina, divirtiéndonos con su carga de frescura y con los pequeños bichitos que afloraban entre sus burbujas.

Pienso en Enrique Lihn. Veo que es cierto. Nunca salí de la piscina familiar. Del buceo en las aguas tranquilas. Del mínimo peligro de caer en picada hacia los azulejos relucientes.

Regresemos al Altiplano. El agua es tibia y la catarata nos regala un jacuzzi natural.

Algunos turistas sacan copas y botellas de champaña. Los volcanes nos regalan su mirada más dulce. Mi corazón se anima y paso las últimas horas del año hablando con decenas de personas de todas partes del mundo, bajo el pretexto de una lectura de tarot.

Me sorprendo hablando en lenguas que no conozco, mientras mi ciudad, Valparaíso, celebra su día más sagrado.


puritama




NUNCA SALI DEL HORROROSO CHILE

Nunca salí del horroroso Chile
mis viajes que no son imaginarios
tardíos si -momentos de un momento-
no me desarraigaron del eriazo
remoto y presuntuoso.

Nunca salí del habla que el Liceo Alemán
me infligió en sus dos patios como en un regimiento
mordiendo en ella el polvo de un exilio imposible
Otras lenguas me inspiran un sagrado rencor:
el miedo de perder con la lengua materna
toda la realidad. Nunca salí de nada.


Enrique Lihn. A partir de Manhattan. Poemas. Ediciones Ganímedes, Valparaíso, 1979.


El antiguo edificio del Liceo Alemán, quedaba en el costado sur de la Alameda, en los terrenos que ahora ocupa la Carretera Norte Sur.

El inmueble no sobrevivió, sólo quedó el poema, brincando sobre patios fantasmas, sin que el alma lograra huir de la infancia.

27 de diciembre de 2006

las lágrimas de nuestro abuelo.



Eran las seis de la mañana. Fue una corta noche vecina del solsticio, luego de recorrer los valles de "La Muerte" y de "La Luna"

La tierra rugía, colmada de volcánica vida.

El lugar se llama – en lengua cunza- “Tatio Mellku” y está ubicado a 129 kilómetros de San Pedro de Atacama, en el Altiplano Andino.

Las cartas fueron saliendo de mis manos a 4320 metros sobre la superficie del mar. Espontáneamente, sin ninguna planificación.

Las convoqué bajo el nombre de Gea, pensando en el devenir de nuestro hogar común.

Todo ello ocurrió sobre una roca llena de vida, a ratos invadida por el vapor que emnaba de la boca de un geiser.

En el eje quedó “Paz”. Extrañamente. Anunciando una moderación de las guerras, de las bombas, del enfrentamiento diario en la familia, en el trabajo, en los negocios.

Se trata de dos espadas unidas en un capullo, lo que nos habla de la unión de los pueblos, del florecimiento radiante de las comunicaciones – las espadas simbolizan también la palabra- como una fuente de entendimiento entre los pueblos.

A mi derecha quedó “La indolencia”, el ocho de copas, señalando que la fuerza negativa que nos acosa es la ausencia de compasión. Nuestro talento para mirar hacia otro lado, para endosar los problemas a otros, sin asumir nuestra propia responsabilidad, nuestro papel en el libro de la vida.

A mi izquierda, el correlato del mismo defecto, ahora en sentido positivo. Vestida de azul y de luz, aparece “la preocupación”, el cinco de copas.

El mensaje es particularmente claro. Nos damos cuenta de que estamos en peligro. No se necesita ser generoso para ocuparse de la paz y de la ecología, cuando pesa sobre nosotros la sombra inminente de un terrible colapso.

Adelante, muy cerca de la boca del geiser, en el lugar reservado al futuro, “El Loco” despliega su energía ancestral. La civilización conduce de retorno a lo primitivo, a nuestras ganas de danzar, de recorrer el mundo, de aparearnos, de emplear a fondo nuestra energía vital.

Nuestra fuerza se repliega hacia la tierra, como el bufón en esta tirada volcánica.

A mi lado, indicando una recomendación, surge una carta intrigante, “El Eón”, la figura que en la cosmovisión de Crowley marca una nueva era solar, la del sol joven, la de Horus-Apolo.

Escribo este texto, en base a mis recuerdos y fotografías, tres días después de haber tirado las cartas. He tenido tiempo de reflexionar y estudiar.

Hay un sincronismo entre lo que escribí el 21 de diciembre sobre el solsticio de verano y esta carta, aparecida en la madrugada del 24 del mismo mes.

La era de este nuevo sol joven, ha comenzado al amanecer, en 1789. El año en que cae La Bastilla (La Torre, La Casa de Dios), fecha en que convencionalmente se inaugura la historia contemporánea. Es la misma época en que aparece ante nuestros ojos el Naipe de Marsella.

Ha sido el tiempo del gran avance del conocimiento, la luz temprana del día ha brillado, pero también nos ha enceguecido y nos hemos comportado como adolescentes egocéntricos, pendencieros y pandilleros.

Ahora, habiendo llegado Apolo a la mitad de su viaje - el mediodía solsticial- es conveniente que comience su descenso al reino de la noche, ese universo predominantemente femenino, en que el conocimiento se vuelve sabiduría, al hacerse carne en los actos.

Ese tiempo mágico en que el sol se eclipsa y podemos ver mucho más lejos, observado estrellas y constelaciones que durante el día nos eran invisibles.

Sería bueno que nuestro Apolo común madurara. Para ello, debe vencer al apego, al afán de dominio que expresa “El Emperador” y dejarse llevar por el amor, aquel sentimiento que es más que respeto y preocupación, porque implica compartir, generosidad, deseo de unión.

Cerrando esta cofradía de imágenes, aparece el príncipe de bastos, conduciendo su carro y haciéndole frente a las lanzas. Apolo va a descender a la noche, depende de nosotros acelerar esa definición.

Al fin de cuentas, son nuestros leones, nuestras pasiones, las que mueven el mundo. Esa es la impresión que me causa la fiera que tira aquel carro de reminiscencias solares.

Al salir de ese parque mágico, aprehendí el significado del nombre del lugar: “El Gran Abuelo que llora”. Se me estremeció el alma al pensar que estuve conversando con la tierra, personificada por aquel anciano de las alturas que cada mañana derrama lágrimas por su pueblo.








En la primera inmagen, aparece la tirada de cartas junto al geiser. El resto de las imágenes están sacadas de internet y correspionden a distintas vistas de aquel espectáculo de la tierra.

Desde hace pocos meses los geisers del Tatio están bajo el cuidado del pueblo originario de esas alturas, los “Likan Antai”, quienes dimanan cariño y respeto por ese espacio sagrado.

No podemos completar esta invocación del Gran Abuelo, sin mencionar a Carmen Fulle, la fotógrafa que ha unido "El Tatio" con "Pompeya". mediante su poderosa visión.

21 de diciembre de 2006

solsticio de verano







En nuestro hemisferio, éste es el día más largo y ésta es la noche más corta.

Las fuerzas de la luz detienen su marcha ascendente y, a partir de ahora, en cada jornada van cediendo un poco más de terreno a la noche.

En consecuencia, el mundo de las sombras está de fiesta. Las brujas, los fantasmas, los magos, los iniciados en los misterios de la tierra, realizan sus más importantes aquelarres y asambleas.

Dante desciende por la caverna; el sol marca el comienzo del viaje que ilustra el Tarot, dejando el amor terrenal en la carta VI; Próspero desata la tormenta que reconstituirá la armonía en su mente y en su mundo; los duendes danzan en su noche de verano; Julio Verne inicia su viaje al centro de la Tierra y anuncia la inmortalidad de su alma.

En las playas de Valencia, en las construcciones de nuestros padres precolombinos, en el círculo mágico de Stonehenge, el pueblo sale con antorchas, para defenderse de los espíritus que esta noche están desatados.

En la catedral de Chartres, los viejos francmasones inscribieron en secreto su aprecio al quilibrio del unverso, marcando con un rayo de luz, la única loza blanca del pavimento. Como rúbrica de su actuar, el rayo proviene de Saint-Apollinaire, es decir, "Apolo", la deidad que representa al sol del mediodía.

Hoy, es la fiesta de los hombres: celebramos la capacidad de vencer a la ignorancia, el prejuicio, el fanatismo, el odio visceral de nuestra alma. Celebramos la decisión de iluminar nuestro camino con la justicia y el amor. Celebramos la posibilidad de hacernos dignos de nuestro pueblo.

Hoy, se cumplen años desde la funesta matanza de la Ecuela Santa María de Iquique, en que miles de obreros pagaron con su sangre, el anhelo de tener condiciones dignas de trabajo.

Gracias a la estrella que me cuida, pasaré esta fiesta de las almas constructoras, en San Pedro de Atacama, entre el desierto, el cielo y los mineros.

Para no olvidarme de la poesía, les dejo "La educación del Cacique", el texto más iniociáico de Pablo Neruda

EDUCACIÓN DEL CACIQUE (Canto General)

LAUTARO era una flecha delgada.
Elástico y azul fue nuestro padre.
Fue su primera edad sólo silencio.
Su adolescencia fue dominio.
Su juventud fue un viento dirigido.
Se preparó como una larga lanza.
Acostumbró los pies en las cascadas.
Educó la cabeza en las espinas.
Ejecutó las pruebas del guanaco.
Vivió en las madrigueras de la nieve.
Acechó la comida de las águilas.
Arañó los secretos del peñasco.
Entretuvo los pétalos del fuego.
Se amamantó de primavera fría.
Se quemó en las gargantas infernales.
Fue cazador entre las aves crueles.
Se tiñeron sus manos de victorias.
Leyó las agresiones de la noche.
Sostuvo los derrumbes del azufre.

Se hizo velocidad, luz repentina.

Tomó las lentitudes del otoño.
Trabajó en las guaridas invisibles.
Durmió en las sábanas del ventisquero.
Igualó la conducta de las flechas.
Bebió la sangre agreste en los caminos.
Arrebató el tesoro de las olas.
Se hizo amenaza como un dios sombrío.
Comió en cada cocina de su pueblo.
Aprendió el alfabeto del relámpago.
Olfateó las cenizas esparcidas.
Envolvió el corazón con pieles negras.

Descifró el espiral hilo del humo.
Se construyó de fibras taciturnas.
Se aceitó como el alma de la oliva.
Se hizo cristal de transparencia dura.

Estudió para viento huracanado.
Se combatió hasta apagar la sangre.

Sólo entonces fue digno de su pueblo.




En la primera imagen podemos observar la Escuela Santa María de Iquique, a la época de la matanza.

En la segunda, podemos obsercar la Tumba de Verne. Justo al meridión del día más extenso, la sombra atrapa y borra la fecha de la muerte.

En el video, nos encontramos con "Vamos Mujer", con letra de Neruda y música de Quilapayún, en homenaje a las mujeres de aquella Escuela.

17 de diciembre de 2006

La historia se repite dos veces y +


Napoleón I, retratado por Jacques Louis David




Napoleón III retratado por Franz Xaver Winterhalter.




Ambos hombres fueron excepcionalmente desordenados. La sala de composición de Beethoven y el Gabinete de Marx, sorprendieron a los visitantes por su caos.

Las bacenicas de nuestro compositor y el humo del tabaco barato en el caso de nuestro pensador, han sido el motivo de frecuentes comentarios.

Otro aspecto en que coincidieron, es su aprecio por el ajedrez, Beethoven llegó a componer música – ciertamente engañado- para un robot fraudulento que bajo la forma de un Turco se presentaba como atracción en las Cortes Europeas. Esta pasión por el juego dialéctico atrajo, entre muchos otros, a Trotsky y Lenin.-

“The Moor” – “El Moro”, nombre familiar de Marx - y “Beethoven”, nacieron en las riberas del Rhin, separados por un lapso de 48 años. (1770 – 1818).

Aquella zona es fronteriza con Francia y constituye una importantísima ruta comercial que une Asia, Europa Oriental, Alemania, los Países Bajos y Gran Bretaña, gracias a las redes fluviales.

Hay muchos registros históricos sobre Beethoven, gracias a los cuadernos de conversación asociados a su sordera, su correspondencia y a la fama que alcanzó durante su vida. Algo parecido ocurre con Marx, gracias a su correspondencia y a los testimonios de quienes le conocieron. Incluso, se conservan los informes elaborados por los espías enviados por el gobierno Prusiano.

La Reforma, el Despotismo Ilustrado y la Revolución Industrial, permitieron un fantástico florecimiento cultural en los países de habla germánica, caracterizado por la libertad de investigación en sus universidades y la aparición de un importante contingente de escritores, filósofos y artistas. Pensemos en Haydin, Mozart, Hölderlin, Humboldt, Kant, Goethe, Schiller, Hegel, Fuerbach, Heine.

Beethoven, hijo de un músico borrachín y de una dulce camarera, recibió estudios artesanales de música con algunos de los principales artistas de su tiempo, incluso Haydin. Hablaba alemán y francés.- Beethoven era un gran matemático. Prácticamente sordo, escribió la novena sinfonía, gracias a su profundo conocimiento de los números. Se estima que siendo muy joven conoció a Mozart.

Marx que estudió derecho, historia y filosofía, se doctoró en esta última disciplina en la Universidad de Jena, en Berlín, a los 23 años. Su tesis trató de una comparación entre el materialismo de Epicureo y el de Demócrito. Hablaba fluidamente Alemán, Francés e Inglés. Ya viejo, aprendió ruso. Se aplicó a distintas disciplinas, tales como Filosofía, Sociología, Historiografía, el Periodismo y el Análisis Político. Tenía una gran afición por el álgebra. (usaba esta disciplina como distracción). Le encantaba la poesía, amaba la literatura y solía leer sobre ciencias naturales y fisiología. Era un hombre sabio, al estilo del Renacimiento. Ante sus hijas se definía como “Devorador de Libros”.

Beethoven, antes de los 20 años, recibió el impacto de la Gran Revolución de 1789. Su región, ya muy permeada por la cultura francesa, fue la más influenciada. Pasó sin problemas de los cantos patrióticos alemanes al elogio de la Revolución. Algo similar ocurrió con el padre de Marx.

Sin embargo, el genio musical se decepcionó por la ambición de Napoleón. Una anécdota, relatada por Fernando Ries, discípulo de Beethoven, dice así: “La sinfonía estaba sobre la mesa. La primera página contenía dos nombres: arriba, ‘Bonaparte’; debajo, ‘Beethoven’. Fui el primero que anunció al maestro la nueva de que Bonaparte se había proclamado emperador (18 de mayo de 1804). Enfurecido, Beethoven, exclamó: “¡No es más que un hombre vulgar! ¡Sólo satisfará su ambición y como tantos otros hollará los derechos del hombre para ser un tirano!”

Beethoven aplicaba su música a un fin social y político, como buen Shakesperiano, sostenía que el “hechizo aéreo” puede transformar el espíritu de las personas. Por eso “entierra a Napoleón”, denunciado su traición a los ideales de democracia y fraternidad.

Sin embargo, no todos los músicos comparten esta visión espiritual y holística de la música, que ve en “Eroica” un reclamo contra todos los abusadores, desde César hasta Fujimori.

En ese sentido “objetivista” es célebre el comentario de Arturo Toscanini sobre aquella sinfonía: “Algunos dicen que esto es Napoleón, otros Hitler, y otros Mussolini. Para mí es sencillamente allegro con brío”. (El destino quiso que Bruno Walter, dirigiera la Eroica en la ceremonia fúnebre de Toscanini).

La vida de Marx estuvo marcada por la figura del sobrino del Napoleón original, Luis Napoleón (Napoleón III), el tirano que se adueñó de los destinos de Francia tras la derrota de la revolución de 1848 y que se rindió a los alemanes en 1871, posibilitando la irrupción de la famosa comuna de Paris.

Nuestro filósofo analiza la llegada al poder del sobrinísimo en un ensayo lleno de ironías y de citas literarias denominado “El 18 de Brumario de Luis Bonaparte”.

Su célebre encabezamiento dice así: “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793 a 1795, el sobrino por el tío. ¡Y a la misma caricatura en las circunstancias que acompañan a la segunda edición del Dieciocho Brumario! (El 18 de Brumario es la fecha en que el primer Napoleón se tomó el poder).

Su ensayo sobre la revolución socialista intentada luego de la caída del sobrinísimo: “La Guerra Civil en Francia”, es el trabajo que aseguró el renombre universal de Marx .

Debemos tener presente que Marx participó activamente en los procesos revolucionarios de 1848, que fracasaron bajo las botas del Zar y de Napoleón III.

Pero, de eso hablaremos más adelante. Ahora es momento de escuchar la Marcha Fúnebre de Napoleón.




En la dirección de la Orquesta podemos apreciar a Otto Klemperer, que huyó del nazismo y más tarde se hizo ciudadano israelí.

14 de diciembre de 2006

Beethoven y Marx



Capítulo Primero
Unidos por Shakespeare y la razón apasionada


Esta serie de artículos, escritos desde la pobreza intelectual de un poeta de provincia, constituyen un pequeño juego de relaciones culturales.

Encarezco que tomen su contenido, más como una provocación que como una fuente de conocimiento.

Al principio, escuhamos la Quinta Sinfonía, conocida como “La LLamada del Destino”.

Si nos concentramos en la música, podemos identificar una gran fuerza que llega hasta nuestra casa, golpeando decididamente la puerta.

La imagen de ese espectro poderoso, es uno de los múltiples puntos de conexión entre Beethoven y Marx. En este caso, el vínculo proviene de su su común admiración por Shakespeare.

En efecto, el espectro de Hamlet padre es convocado como fantasma del destino y del inevitable levantamiento del proletariado, en la Quinta Sinfonía y en la primera línea del Manifiesto Comunista, respectivamente.

El Príncipe de Dinamarca había dicho “ ¡ Mi destino me llama a voces y vuelve la fibra más tierna de mi cuerpo tan robusta como los nervios del León de Nemea!”

Marx da vida a una tesis sobre el destino de la humanidad. Como un profeta científico, anuncia y pronostica el fin del capitalismo y el florecimiento del comunismo.

Para ello, se vale de imágenes poéticas.- En el “Manifiesto” de 1848, expresa: "Un fantasma recorre Europa"... “ Al desarrollarse la gran industria, la burguesía ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre que produce y se apropia de lo producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cría a sus propios enterradores. (Otra imagen proveniente de Hamlet) Su muerte y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables”.

La obra de Beethoven que Marx amaba con mayor fervor era la “Appassionata”, que el compositor consideraba inspirada en “La Tempestad”, de William Shakespeare. En su etapa juvenil, el filósofo llamaba al socialismo: “la razón apasionada”.



En el primer video, podemos apreciar a Von Karajan - antiguo militante del partido Nazi- dirigiendo la Quinta Sinfonía, en registro de 1966. En el segundo, encontramos a Claudio Arrau interpretando "La Appassionata”, en el año 1967.

11 de diciembre de 2006

a la muerte le encanta danzar



Resulta extraño, observar una clase de tango dirgida a niños. Es como si una pareja de magos les enseñara a hacer el amor.

También me resulta extraño, volver a teclear sobre un tema de arte; mientras todavía estoy conmovido por la muerte del ex dictador; aguijoneado por su impunidad; por los festejos en la Alameda; por las condolencias y las expresiones de odio en el Barrio Alto.

En cambio, me resulta grato recorrer el vecindario virtual y ver una estrecha comunidad de emociones, que habla de gente comprometida con los derechos humanos y solidaria con las víctimas del genocida que será cremado mañana.

En medio de tantas sensaciones, tal vez sea apropiado invocar hoy a Osvaldo Pugliese.

Lo conocí de nombre en las canciones de León Gieco. Me enamoré de su música hace pocas semanas en la casa de Beatriz State, la mañana en que encontré "Pugliese en el Colón" , entre su infinita colección de discos.

En realidad fue una madrugada maravillosa, porque en los estantes de mi bella amiga apareció ante mi "El trabajo del actor sobre si mismo" - la obra cúspide de Stanislavsky - en el volumen que Miguel Enríquez regaló a nuestra querida arquitecta y actriz.

Por ello, una de mis tareas en Buenos Aires consistió en aproximarme a la música y biografía de Pugliese.

El caso es que nuestro Maestro de Villa Crespo no era un músico caulquiera. Era un artista comprometido con las luchas de su pueblo.- Un hombre que pasó grandes temporadas en la cárcel por tener el corazón comunista y el alma libre.

De niño, como músico prodigio, la gente le gritaba "Al Colón", con la fuerza y la fascinación de quienes saben que están ante un milagro de las artes.

Cuando ya pasaba de los 80, al retornar la Democracia en Argentina, la ciudadanía se organizó para llevar a don Osvaldo al más importante templo musical del continente. Allí tocó con genio y emoción. Allí se hizo eterno.

Hoy todos respetan su talento y su coherencia y creo que nadie descorchó champaña por su muerte.

Hoy, todos los pianos de Buenos Aires llevan una rosa espiritual en recuerdo del Maestro.

En esa misma ciudad de tango y espíritu, encontramos a Andrea.

Ella, alta, dueña de un exquisito acento porteño y de una amabilidad a toda prueba, fue nuestra guía entre las multitudes de San Telmo y las extenciones renovadas de Puerto Madero.

Montada en un auto blanco descapotable, llegó una mañana de domingo a la Avenida de Mayo, dueña absulta de la calle, casi desnuda, brillando de alegría y hospitalidad.

Nos habló de la libertad que ha construido al interior de un matrimonio de almas desconectadas, nos enseñó el sentido de las palabras porteñas, nos conversó del calendario maya, nos conmovió con su dulzura, con su franqueza, con la búsqueda de su compañera chilena de colegio.

Querida Andrea, te dejo un abrazo, en medio de días complejos para nuestra Patria Grande.

Se que pronto estaremos compartiendo nuevamente con Paola y mucha más gente que tiene el corazón tan transparente como el tuyo.

Se que tu espíritu y el de don Osvaldo, estarán contentos de abrazarse en este humilde sitio, como dos expresiones de la bravura porteña, fumando y danzando junto a las sombras de la muerte.




En youtube, estos videos reconocen tener música compuesta por Pugliese.

Para comprar "Pugliese en el Colón", es posible hacerlo aquí.

9 de diciembre de 2006

Buenos Aires IV La Omisión de los Coleman



“La Omisión de La Familia Coleman” , del joven dramaturgo trasandino Claudio Tolcachir, es la obra que vimos en un conventillo de la calle “Boedo” el domingo pasado.

Una familia arruinada sobrevive en torno a la figura de la Nona (abuela) en un contexto de pobreza, enfermedades mentales, marginalidad, incesto y humor.

Cuatro hermanos tienen por madre a una mujer de inteligencia limítrofe.

El padre de los dos mayores se hizo cargo de la hija sana, le dio su apellido, la crió en un hogar “normal”.

El segundo hijo está mentalmente perturbado. Hace meses que no se muda el pijama. Lleva más de veinte años durmiendo con su madre.

La otra pareja de hijos está constituida por mellizos. Han sido incestuosos. Buscan zafarse de esa prohibida atracción. Él es ladrón. Ella procura generar recursos como modista.

La abuela muere sin conocer a los hijos de su única nieta “sana”, pues ella vive avergonzada por la pobreza y locura de su familia.

La utilización de una casa verdadera como escenario, resulta apropiada para subrayar que las enfermedades de la mente y la pobreza – tristemente enlazadas por la ausencia del Estado- constituyen una realidad cotidiana de nuestras familias.

Creo que la obra consigue enrostrarnos el desprecio que tenemos por nuestros feos, nuestros locos, nuestros pobres.

Este desprecio es el que los constituye a ellos en marginados, abandonados, seres que habitan en las sombras de nuestros hogares, de nuestras ciudades.

En Chile, hacia el año 90, la salud mental pública era prácticamente inexistente. Hoy tenemos una incipiente red construida sobre la idea de preservar los lazos con la familia y la comunidad.



Otra impresión bloguera sobre esta misma obra está en zoom, el espacio de un joven periodista argentino.

Las fotos están extraidas del sitio de la compañía www.timbre4.com

Próximo Capítulo.- Andrea.-

7 de diciembre de 2006

Buenos Aires III Laura


un rinconcito del Tortoni en los ojos de Paola.



Laura tiene el cabello cargado de luz. Tiene un alma que contagia dulzura.

En su barrio, los árboles entregan flores amarillas que caen por la noche como un granizo dorado.

Su gata tiene once años. Su perro ladra y mueve la cola con la alegría de un niño que come helados por primera vez.

Sus hijos son un tesoro de ternura.

Él, vive con la atención puesta en su mundo interior, más que en lo cotidiano. Lo vi y lo reconocí como un hermano de ruta.

Ella, dueña de una sonrisa maravillosa, es inmensamente libre, aventurera, cómplice de sus sentidos.

J., el marido de Laura, es un hombre dulcemente conectado con su propia alma. Serio, pero jovial. Cariñoso pero fuerte. Práctico y generoso.

Laura buscó ampliar sus horizontes en el viejo mundo. Cuando se sació de libertad, surgieron en ella las ganas de regresar a su ciudad, a ese río que llena de calor húmedo las calles.

Sin embargo, el amor dijo otra cosa y pasó casi una década en las ciudades aplastantemente materialistas de la América del Norte. Ciudades que amo, pero que me complican.

Ahora está de regreso. Dichosa de estar a cargo de sus queridos hijos. Entretenida con abrir las ventanas y las almas del mundo a través de su pantalla.

Me encanta su desinhibición, su tolerancia, su amistad con Charruita, su inquietud deslumbrante por conocer nuevos senderos.

Su trabajo, compatible con su vocación de hogar, es la traducción. Ello implica transitar entre distintos mundos, conectarlos, hacerlos uno.

Me emocionó que me preguntara por Luz y Alma, por mis lazos actuales con ellas. De esa forma se cumple mi propósito de hacer trascendentes y universales esos amores.

Con la dulce Paola, Laura, J y los niños, conversamos con las palabras, con las miradas, con las imágenes mudas del Taot, con las risas.....durante una cena en que se cortó la luz, una noche calurosa de primavera, allí, cerca del Hipódromo de San Isidro.

Evidente, la carta de esta mujer es la Emperatriz.


San Isidro


¿Mamá, para qué se casa la gente?, preguntó la hija de Laura, justo frente a esta Catedral.

Laura: ¿Fue esa la pregunta?

6 de diciembre de 2006

Buenos Aires II "Democracia"


Willy Brandt



“Democracia”. La obra que vimos en el anfiteatro circular del Teatro San Martín.

1986.- Recuerdo a la “Negra”, Ingrid Castro, en asamblea de estudiantes, explicando los motivos que hacían abominable denunciar a nuestros compañeros que lanzaban molotovs a la policía.

Vivíamos en un país sin garantías constitucionales, sin “Estado de Derecho”, sin “Democracia”. En un país en que se practicaba la tortura y el terrorismo de Estado.

Recuerdo, ese mismo año, a don Agustín Squella -abogado, actor y periodista - enseñándonos en qué consiste la Democracia. Esa, transparente, la que no necesita de apellidos, la que supone elecciones universales, periódicas y secretas en un marco de libertad y respeto a la Constitución.

Ahora, veinte años después, sentado en la sala de teatro más hermoso que conozco, tengo la oportunidad de observar a diez actores expresar las pasiones, las envidias, los vicios, el coraje y las virtudes del sistema que llamamos democracia.

El dramaturgo inglés, Michael Frayn, nos presenta un recorrido por los cuatro años de gobierno de Willy Brandt. Su búsqueda de la paz, su inclinación por los placeres, la envidia de sus colaboradores, la labor de los espías infiltrados en el propio despacho de la Cancillería.

Para los latinoamericanos, la obra resulta particularmente interesante, pues describe el esfuerzo por construir un gobierno solidario en una comunidad en que gran parte de la población dobló la cerviz o fue abiertamente colaboradora del fascismo.

Ese antiguo líder del Partido Socialdemócrata, no se llamaba “Willy Brandt”. Esa era una de las chapas que protegía a su familia de la acción de la Gestapo.

Era el nombre con que le conocían en las fábricas, en los campos, en los pequeños grupos de resistencia.

Me emocionó la conexión entre Willy Brandt y Salvador Allende. Pensé en las múltiples campañas de nuestro Presidente Constitucional. En sus ejercicios de yoga. En el poema que le servía para seducir a las compañeras. En su testamento de dignidad y heroismo.


Hombre de la paz


Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y ademas los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo

Vientos del Exilio
(Mario Benedetti)

La foto proviene del sitio www.dhm.de

En el próximo capítulo: "El encuentro con Laura"

5 de diciembre de 2006

Buenos Aires I





Jueves. Son las nueve de la mañana en Viña del Mar. Excepcionalmente, el Tribunal de Familia llama puntualmente a la audiencia de Juicio Oral en un proceso de divorcio por común acuerdo.

Desventuradamente, los testigos no han llegado a la hora. Se suspende la sesión. Nueva fecha para el 30 de enero.

Con Alicia, mi colega, salimos de inmediato hacia Santiago. 9.30, tomamos el bus.

12.00 en al Oficina de mi corresponsalía en la Capital. En Viña, graves problemas de un viejo amigo y cliente. Minutos tensos. Múltiples y agotadoras conversaciones telefónicas. Se pacta una tregua de pocos días.

Entre tanto, Laura me recomienda “La Omisión de los Coleman”, obra que se presenta en un Departamento de la calle Boedo en Buenos Aires.

La idea me encanta de inmediato. Llamo al teatro y consigo dos entradas para el domingo a las 19.00.

Sin embargo, camino triste por Santiago. El calor me sofoca. El paseo Huérfanos, lleno de rayos ultravioletas y de músicos expulsados del Teatro Municipal, aplasta mi espíritu, casi tanto como el cansancio.

Me detengo ante los músicos que acaban de terminar su tocata. Pienso en el alma de Roxi, cuando observa esta misma escena.

La calle conduce mis pies hacia el Departamento en que viví con Lucy en la Alameda. Es hora de escapar. Tomo un bus hasta Providencia y Diego de Almagro.

Tras la fachada de una antigua casona, junto a un bosque interior, está la exposición fotográfica de Carmen Fulle, que gracias a las técnicas computacionales, combina imágenes de “El Tatio” con las antiguas ruinas de “Pompeya”.-

La propia Carmen nos ayuda a cruzar ese río de fuego e historia. Los ángeles, las columnas, los colores, transitan entre Atacama y el Vesubio. Al fin y al cabo, todos somos una gran explosión.

Pasadas las quince horas, salgo de aquel recinto mágico. Ahora sé que a los pocos minutos, llegó Paz a encontrarse con aquellas imágenes.

Ella observó mis huellas. Encontró el vaso que sació mi sed. Cerró el círculo que abrió Roxi.

Sigamos.- La calle Pedro de Valdivia se conecta en mi mente con la proximidad de Feña Rivera. Ella, Ariel Arpía, mi imaginación furiosa en la Tempestad y mi modelo bufona en la serie de Fotos sobre “El Tarot”.

De improviso. Llego a su hogar. Hablamos largo con su novio Rodrigo. Dormimos siesta los tres. En sueños, me muerdo la lengua.- Ellos se preocupan. Yo les calmo, desde un estado próximo a la vigilia.

Por la noche. Cenamos en familia. Leo el Tarot. Aprendo mucho de Rodrigo, de sus laberintos, sus interrogantes, su tristeza.

Por la mañana, al aeropuerto. Paola llega de Valparaíso, inquieta por su trabajo y con sueño, tras una noche de copas.

El vuelo se retrasa. Llegamos a Eseiza a las 17.00. El calor es agobiante. Acomodarse en un hotel de San Telmo. Bañarse. Partir.

Rápido. “Teatro San Martín”. Entradas para “Democracia” en la función de las 21.00.





La primera foto está extraida de Wikipedia. La segunda proviene del sitio web del Teatro General San Martín y corresponde a "Democracia".
Continuará mañana.

30 de noviembre de 2006

Fragmentos





malhechores brotados de alfajores,
alfiles, sandías y vidrios,
el degüello eléctrico de prestigiadas tropas,
malpagadas, nacionales y católicas
contra carpinteros que no saben leer
y puertos que el sol no recuerda.

jueces desentendidos pero no ciegos,
prisioneros de un barco que no debe
llamarse Esmeralda, sobrios, refugiados
de la belleza invicta, arrogantes,
prósperos, llenos de alambres y de ajíes,
rostros tenues como el dolor desesperado,
sobrinos confiscados a una luna temeraria,
casi crepúsculos perdidos, artífices
de menciones honrosas, de gatos y de
librerías pensadas para niños delirantes y rosados,
lógicos, derribados de una vida prestada
y de rieles que gimen en España.

Soy un número relleno de tristeza,
huyendo de helicóptero anómalos y oscuros,
taladrantes y llenos de barro, dóciles y ausentes,
dormidos sobre platos de cebolla,
junto a frascos de arena y de miel.

conozco demócratas cansados y absurdos,
hospitales que se llaman desamparo,
el ombligo náutico y el desgarro de un nuevo amor,
caracoles tendidos en su cama y cortafuegos
adheridos al temblor.

tengo prólogos de una pasión promedio,
cócteles desnudos y frecuentes,
bajo el auspicio de tiranos malolientes,
de moscas y sombreros ateridos
con querellas desaparecidas
en carpetas marrones y azules.

pienso en fueros y lazos de papel,
en la ronquera de tardes calurosas,
asociadas a piscinas nuevas,
tigres pálidos y perdedores
bajo un traje de asesino,
que también se llama uniforme
y gol de Chile y bombas que caen sobre
el Presidente.

tuve que anotar en lápidas
que parecen cordilleras,
la muerte de países que caen al agua
y desembocan gritando como ríos,
la penitencia de perderlo todo,
por cortesía de sueños de militares obscenos,
prófugos de un aguacero azul,
invencibles, desconsolados y aburridos.



sueños y torturas




Tras la temática social y la delirante imaginería de este poema construido a fines del 2001, está el carácter de Alma.

Subyace su hablar fragmentario, que va dejando sólo pequeñas pistas del combate de emociones que existe en su laberíntico mundo interior.

El texto está construido sobre la base preconcebida de palabras extensas, extraidas de la cantera de mi propio inconsciente, para dar cuenta - entre tanta anarquía - de las líneas fundantes de mi visiòn del mundo.

Me provocan los heicópeteros dormidos sobre platos de cebolla, la cobardía de los magistrados, las carpetas con las historias de nuestros detenidos desaparecidos, la terrible obscenidad de los militares, enhebrados a una historia y una cultura del terror.

Me conmueven los gritos de muerte y tortura que todavía rondan nuestro espíritu, como un clamor de humanidad, como una desgarradora herida en el alma de Chile.

La invocación de nuestro busque escuela, asociado por su nombre a una tradición de heroísmo caballeresco, es clave para denotar la total destrucción del honor militar.

Los crímenes no causan orgullo, sólo la justicia provoca luz y extiende el alma.

----En 1879, en el marco de una guerra fraticida, la frágil corbeta Esmeralda, al mando del capitán y abogado Arturo Prat Chacón, de 31 años a la fecha, inserto en la tradición del liberalismo romántico chileno, combatió hasta hundir sus banderas contra el Huáscar, un acorazado peruano. El sentido del honor y del deber, llegó a uno de sus puntos más altos en nuestra historia. Don Miguel Grau, el capitán del Húascar, devolvió a la viuda de Prat, la espada jamás rendida de nuestro máximo héroe naval------


Michael Woodward



De este poema surge el título de nuestra última publicación "Prófugos de un aguacero azul".

El dibujo,que corresponde al talento de Javiera Medina, es la visión de Alma obligada a llevar una vida secreta, sin aproximarse a las ventanas de la transparencia, de la coherencia entre el mundo inerior y el social.

La fotografía de la novia dormida, está tomada por el periodista Daniel Avendaño. Angeline Giusto oficia de modelo, para nuestra serie de acciones de arte "Hermosa como una boda".

Ahora me doy cuenta. Es nuestro fuego interior el que duerme. El orgullo de la bravía Esmeralda se evapora entre los mástiles profanados de aquel buque.

La última fotografía, corresponde a la imagen del sacerdote obrero Michael Woodward, quien murió a raíz de las torturas sufridas en aquella nave blanca.

27 de noviembre de 2006

El Cuidador







En "El Cuidador", Harold Pinter nos presenta a tres hombres ubicados en el margen de la sociedad.

Cada uno se enfrasca en su propio discurso y en su propio interés.

El relato, distanciándose de la sencillez lineal, va hilvanando fragmentos para que el espectador recoja cada huella y termine el trabajo creativo por la vía de su propia experiencia e imaginación.

El lenguaje se expresa para sugerir. En mí se enlazó con el Caballero de La Mancha y su dualidad con Sancho; se cruzó con la relación gay entre Proust y su chofer; se enredó con Lenin y su labor de organización entre los hombres.

Pronto, miré mi propia alma desconectada del mundo, obsesionada en su propia magia, sorda a las voces de la comunidad, llena de puentes cortados, viviendo sólo para su propia oscuridad.

Uf, cuanta marginalidad, pese a estar rodeado de familia, de amigos, de espíritus. Es grande el trabajo que nos falta en la tarea de "Ser en el otro", en el afán de unir nuestra alma al mundo, como en la última estación del tarot.

Retornando a "El Cuidador", el escenario nos presenta dos discursos paralelos. El actual, en que opera el cuerpo de los actores y el que fue, en que se proyecta una filmación de la misma obra.

Sin embargo, las voces vienen del pasado, resaltando en los actores la tensión entre el texto original y el que se expresa en cada función.

Una política de sombras franjeadas, sólo nos deja observar parcialidades del doble discurso visual, sumergiendo al público en la misma enajenación de los personajes.

Sólo extrañé una cosa. En la puesta en escena y en la traducción, se extravió el humor que tradicionalmente se ha asociado a esta obra. Eso le restó capacidad de vuelo y universalidad. El discurso de la superficie está enlazado al poema profundo.

Me imagino los meses que pasaron los actores forjando la puesta en escena y agradezco al cielo nuestra experiencia en "La Tempestad ".




Viajé a Santiago a ver la obra. Luego de una siesta en el bus, desperté sincrónicamente a la vida, escuchando a Marisol García en un seminario sobre periodismo musical.

Por la noche, cenamos con Paloma, nuestra dulce anfitriona, su novio, sus brillantes primas y la entrañable Piti.

Hubo tempestad en el alma de mi amiga, tarot, magia de vino, chocolate.

Por un momento, cada uno de nosotros se encerró en su discurso como los personajes de Pinter. Pero pronto el cariño llenó de frescura la noche junto al Parque Forestal.

Luego, abrir los ojos muy temprano. A las nueve en Viña en audiencia de divorcio.





La primera foto, correspondiente a una puesta en escena de 1991 en Londres, fue tomada por "Liz" y proviene de una interesante galería de imágenes teatrales ubicada aquí.

La segunda foto fue tomada por Sara Krulwich para The New York Times. En ella podemos ver a la izquierda a Lloyd Hutchinson y a la derecha al propio Harold Pinter actuando en su obra "One for the Road," en el "Pinter Festival" desarrollado en Lincoln Center de Nueva York, el año 2001.

24 de noviembre de 2006

Mi amiga Cony

Ligera


Te miro en los años
y le doy gracias al tiempo,
por haberte hecho amiga,
hermana
y noticia del mar.

Ligera,
te siento respirar profundo
y las palabras...
de tu calor encienden
y causan luz.

Ligera,
te siento preñada de sol
y las nubes repiten tu nombre
y tus ojos aprenden de Dios.

Sin tregua, el mundo nos barre
y nos vuelve a pintar
y tu amistad regresa al instante
para quedarse en el mar.


Conocí a Conito cuando ella tenía 16 años y yo 24. A pesar de la diferencia de edad, aprendí de su ternura, de su alegría, de su mirada emotiva hacia la tierra.

Estas fotos, tomadas por Carolina Rojas, dan cuenta de su rostro junto a mi amada ciudad, su océano, su cordillera.

Allí estamos en el 2002, en la cumbre del Cerro Alegre, cuando mi ventana estaba colmada de nostalgia por Alma, la pudorosa de ventanas.

El poema fue hecho especialmente para ella y su mágica mirada. A veces, paso meses sin saber de su sonrisa, pero el viento y el oleaje se encargan de abrazarnos nuevamente.

Hace pocas semanas la ví y supe de inmediato de su nuevo hijo, antes de que me dijera palabra alguna, antes de que la Farmacia lo constatara con un signo de alegría.







el amanecer, desde aquella ventana
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años y años de blog!!!!