22 de mayo de 2007

Amanecí despoblado





Amanecí despoblado, pendejo,
con mi mundo tieso
y un dolor preciso en el pecho,
aquel que lleva fragmentos de tu olor
y se disuelve en tu boca
cuando abres mi correa
y bebes de mi cuerpo,
desollándome,
poniéndome furioso de alegría,
dueño de ese instante tuyo
y del infinito caído en un momento.

Me cuesta respirar
y te pienso recostada sobre la cama
mientras tus pezones buscan salir de su sostén,
atrapados en un tiempo de rayo,
pidiendo el abrazo de mis labios,
hasta que el deseo cae líquido
por los pliegues de tu sexo
y mi lengua se apasiona por definir tu
estruendo.

Me muero por entrar
en ese punto de tu urgencia,
cuando sólo yo existo para ti
y tu cuerpo se agita, delgado,
delicado, pidiendo que la tierra
se detenga y beba de ti,
pidiendo que yo sea tu dueño.

(Prófugos del un Aguacero Azul, Valparaíso, 2002)


Este poema es de otro tiempo. De otro Gonzalo.

De uno que quedó atrapado en el reflejo de un rayo y persiste sólo en aquellas letras y en un atiguo escritorio que conservo en mi alma.

Ahora, quise ilustrarlo con esta "Súplica de la Débil Humanidad" para expresar la forma en que una pasión se transforma, se diluye y se convierte en poema.

Se trata ade un fragmento del "Friso de Beethoven", realizado por Gustav Klimt.

11 de mayo de 2007

Para Alicia




Recuerdas?


Abrigado, amado, en el centro de una uva de piel

mis estrellas fueron cumpliendo su programa.

A pesar del invierno, las huelgas.

El país que explotaba.


Mis ojos descienden de tu sonrisa,

mis labios están hechos de preguntas tuyas.


Mis sueños venían escritos en tu silabario

y las manzanas de tu colegio son ahora

el color rojo de mi esperanza.


Recuerdas?


Todas mis sonrisas te pertenecían.

También mis miedos,

mis hambres, mis dolores.


Recuerdas?


Si, yo se que recuerdas.

Se que todavía me llevas en el vientre.

Entre los brazos.

En cada espacio de tu alma.



Para mi madre, Alicia.

1 de mayo de 2007

Bienaventuranzas para Rodrigo

Rodrigo Cisternas. Obrero de Arauco





Bienaventurados los que trabajan porque ellos sustentan la tierra.


Bienaventurados los que perdonan porque ellos hermanan las almas.


Bienaventurados los que rien porque ellos abrazan la luz.


Bienaventurados los músicos porque ellos labran el espíritu.


Bienaventurados los que construyen la paz porque ellos fecundan la alegría.


Bienaventurados los que dudan porque ellos aman la verdad.


Bienaventurados los apasionados porque ellos hacen un culto a la vida.


Bienaventurados los que sueñan porque ellos regalan la esperanza.


Bienaventurados los desaparecidos porque ellos habitan nuestra alma.


Bienaventurados los desesperados porque viene a ellos la esperanza.



En el día del trabajador, me emociona pensar en las cumbres y en la podredumbre del hacer humano.

Gracias al aporte de Boris, hace poco he conocido la "Cantata de los Derechos Humanos", con música de Alejandro Guarello, letra del sacerdote SSCC Eteban Gumucio, interpretación del grupo Ortiga y narración de Roberto Parada.

En la grabación puede escucharse una introducción del Cardenal Raúl Silva Henríquez.

Me consuela pensar qe las luchas de tantas y de tantos han construido un mínimo de paz para nuestras almas.

Escribí este texto poco antes de viajar a la localidad de Alcohuaz. No imaginé que en los días siguientes, la vida me cobraría la palabra: ahora me pesa expresar "mi verdad", me duele la horrible muerte de Rodrigo Cisternas, el obrero iracundo de Arauco, me falta la risa, me invade la desesperanza.

En Arauco ha muerto Rodrigo Cisternas.

Condujo su ira sobre una tierra de sangre.

La mirada de su hijo no bastó para detenerlo.

Montañas de desesperanza pesaban sobre su alma.

Sus bosques eran montañas de aserrín.

Su verdad era la tristeza.

Decenas de balas le pidieron perdón.

Decenas de balas le hablaron de justicia,

de obreros, de libertad.

Ahora no hay vida en sus ojos.

No hay dulzura en nuestra alma.

Nos hay paz en nuestro pequeño azul.



Clotario Blest cargando la urna de Tucapel Jiménez

22 de abril de 2007

el origen








Qué espíritu de combate inspira tus orgasmos?

Qué demonio los multiplica por mil?

Qué océano los convierte en nuevos ojos?






Escribí este poema la mañana del viernes, pensando en una muchacha de orgasmos múltiples, hilando las conexiones entre placer y fecundidad.

Pronto, vino a mi alma la idea de acompañar aquellas preguntas con la imagen de Johanna, la modelo de " El Origen del Mundo".

Sin embargo, luego del almuerzo, una vitrina cercana a mi oficina, me presentó a esta extraña dama, cubriendo su misteriosa sexualidad por un velo de misterio.

Quedé atrapado por aquella imagen, hasta que vinieron ustedes a reclamar por la ausencia de placer en el rostro de la modelo de tacos altos. Por ello, saqué de su penumbra a la mítica amante colorina de Courbet.

Con muy buenos fundamentos, Maya me persuadió de que aquellas imágenes no aportaban a la noción de los orgasmos múltiples.

En homenaje a su aporte, hoy se sumergen esas imágenes, para ceder lugar a su propio rostro de maga danzarina y misteriosa.

Por último, me ha llamado la atención que muchas de vosotras sostengan que los orgasmos múltiples son un mito.

Busqué algo de información que corroborara mi experiencia y puedo confirmar que los orgasmos múltiples y los secuenciales son una realidad. En términos generales implican que durante un acto sexual una mujer puede alcanzar varias veces el estado de orgasmo o algo similar, como un terremoto y sus temblores precedentes, que a veces son bastantes grandes.

Hay compañeras que dicen alcanzar los 300. Oh my God!!!!!!!!

Aquí pueden encontrar un reportaje preparado por Terra.

En este otro link, pueden acceder a un informe científico sobre el tema.

Nika, regalándonos parte de su alma, nos dejó un poema espléndido sobre el tema:

los orgasmos... de qué están hechos, ¿de las manos idóneas sobre la piel o del alma idónea dentro de la nuestra? ¿de un grito dentro de otro grito? ¿de su mar en mi mar? ¿de ese resquicio de demencia del tiempo? ¿del carmín en el celeste? del infinito...

14 de abril de 2007

geometría del cielo




En el cielo, sólo tu sombra es azul,

los vehículos del creador llevan tu matrícula,

las farmacias dispensan miradas tuyas,

las noticias de la tarde

comienzan con el estado de tu sonrisa,

las casas de los barrios pobres

llevan banderas con tu rostro

y las mañanas en que Dios se ausenta

tu palabra es la misma vida.



Poema inspirado en la la mágica hija de Ana María.

Escrito hoy, sobre la servilleta de un restaurant.

La imagen corresponde a una reproducción de la obra de Diego Velásquez "La Venus ante el Espejo".

3 de abril de 2007

llegó el cumpleaños



Mamita Viento en pleno canto mágico


Al fin llegó la época del cumpleaños. Las celebraciones comenzaron el jueves, tras presenciar a cientos de adolescentes desbordar la Alameda con sus piedras y sus rostros anónimos, remeciendo nuestra alma con su violencia, su rabia de exclusión, su agrio desprecio por nuestra pequeña paz burguesa.

Amainados los disturbios, caminamos con Piti por el centro de Santiago en busca de un restaurant especializado en ostras. Nuestras expectativas de sabores se cumplieron con éxito y los diálogos deslumbrantes sobre bicicletas, Patagonias y socialismos, construyeron entre ambos un momento de aquellos que se guardan en el alma.

Tras una experiencia de sardina en el metro, regresé a Valparaíso para compartir con mi padre y mi hermano una fraterna cena familiar.

La noche siguiente, la víspera del cumpleaños, me desplacé hasta Olmué para festejar a mi madre y cenar con mi familia nuclear en un bucólico establecimiento Limachino.

A la mañana siguiente, un tren me llevó hasta los brazos de AB, quien me acompañó todo el día entre siestas y abrazos, colmados de su alma de estrellas, preguntas y pianos.

Amla y su fuego

Por la noche, Amla encendió los fuegos de la purificación con un rito tibetano. Mamita Viento desplegó su canto de Machi para enfrentar a las fuerzas de la oscuridad y buscar para mí la protección de la luz.

Nicole

Nicole, junto a dos músicos notables, nos trajo el canto de nuestra tierra y Gabi, mi Sycorax, nos embrujó con su voz desnuda y sensual.

Gabo cantando

“Manantial Azul”, maga en el ejercicio de todas las artes, buscó para mí al Sócrates de Satie y me maravilló guardando en un cofre mágico los colores rojos y verdosos que alimentan mi alma de lagartija.

Claudia y Manuel” encerraron en una caja instalación los secretos de nuestros encuentros entre los rincones de Valparaíso.

Pao me llenó de alegría con su apoyo de madrugada, sus abrazos, su música de África y Nueva York, su despliegue infinito de dulzura.

Alma, se hizo presente con un sincronismo. Un recuerdo discreto de su singular presencia en mi espíritu.

Luz me escribió desde la ribera de un lago suizo.

Caperucita me colmó de abrazos y de luna.

Alicita nos llenó de una alegría dulce con su cariño de buena compañera.

Kika llegó con su música, su melena crespa y su energía, aprovechando un descanso entre sus viajes por Río de Janeiro y Buenos Aires.
Kika y moi entortado

Susana García asistió vestida de sonrisas, llena de estrellas, pura de alma.

Marcia Orell, insistió en enseñarnos su espíritu alegre, chilote, enamorado.

Francisco Acevedo llegó con su poesía de niño con barba.

Carlita y Galáctico llevaron su alegría y su corazón lleno de montañas.

Felipe y Carolina, entrañables y dulces, se ocuparon de amplificar el sonido de tanta magia.

La Pamela y Rafael viajaron desde otras primaveras para abrigarme con sus abrazos.

La Pío e Iván, nos trajeron su amor de bosques y madrugadas.

Cecilia nos bendijo con su mirada de bosques.

Anita nos deslumbró con su nueva sonrisa.

América y Claudio: guardaré silencio sobre ello.

El domingo lo ocupamos en recorrer la ciudad junto a las visitas afuerinas y conversar con el otro Gonzalo sobre su compromiso en esta tierra.

El lunes, llegó el mejor regalo, la noticia de un espíritu de amor aterrizando en nuestra pequeña caja mágica.


Desde la sombra, surge la luz de AB., al fondo Amla, en primer plano: Pedro, Pao, moi, Gabo y parte de Anita.




Mamita Viento, Marcia y Manantial Azul

27 de marzo de 2007

madre



Madre qué estamos construyendo?

Sirve nuestro trabajo para mitigar el dolor?.

Esta noche llueve y las palabras
van saliendo de sus tumbas
para inundar el silencio
y recordar aquello que nunca hicimos.



Este sábado cumplo 39 años. Es tiempo de celebrar a mi madre, la autora de mi cuerpo, la impulsora de mi alma, la feliz protagonista de mi nacimiento.

La foto es de Alicia Bordones, mi propia madre. El poema proviene de "Prófufos de un Aguacero Azul"

20 de marzo de 2007

la más bananera de las repúblicas




Vengo de la más bananeras de las repúblicas,
la que parece limpia y lleva el rostro de la muerte,
la que no tiene sueños, la que pierde siempre.

Vengo del lugar en que el azul ha muerto,
donde nadie tiene hermanos,
donde no decimos: “yo pienso”, “yo espero”,”yo
sueño”.

Vengo del sitio en que la libertad se finge,
la justicia es falsa y lo demás se vende.

Vengo del reino en que la tierra tiembla,
los colores faltan y el dolor se extiende.

Vengo de Arauco y de Chile,
donde todo es calma, donde nadie siente.



Nuestra transición a la democracia. Aquella que construimos desde la movilización, la barricada y el voto, ha tenido como gran virtud su carácter pacífico.

Como gran costo, hemos debido asumir la necesidad de coexistir con amplios sectores del país que desprecian los derechos humanos, validan la tortura y hacen de la discriminación una forma de vida.

Y, claro, en ese marco de delicada convivencia, decir yo opino, yo creo, yo siento, se torna un peligro y luego una omisión permanente.

Así se renuncia a la hombría (1), así se destruye la libertad.

Es como vivir en Alemania cohabitando pacíficamente con los nazis, acordando con ellos las leyes, leyendo sus diarios, trabajando en sus empresas. Sintiendo el aliento del fascismo en cada rincón.



El Poema proviene de Prófugos de un Aguacero Azul. Fue escrito durante una larga mañana de caminata por Brodway, meses antes de la elección presidencial de 1999, cuando todos los muros de nuestro país estaban pintados con el dinero amarillo y azul de la UDI.

La foto nació de la mirada de Pamela Albarracín y está cargada del cansancio y del silencio de una generación llena de miedo.

(1) Me disculpo por emplear el término patriarcal "hombría", pero creo que expresa adecuadamente la idea que se pretende comunicar.

12 de marzo de 2007

la coherencia empieza por casa




Con la aurora
y embriagado por la belleza
que afloraba del azul,
dirigí mis pasos hacia la virtud.

Entre los que sufren
encontré inspiraciones
y costumbres que me hablaron de ella,
sus mutaciones, sus silencios y su esencia.

Conducido por una suave mujer,
busqué serenidad entre ritos,
palabras y sueños.

Quise llamarme “hombre bueno”
y no pude y no quise y no supe.

Quise tantas cosas
y sólo tuve palabras
y no gestos
y no hechos
y no acción.



Una cosa valiosa es leer la "Ética a Nicómaco", estudiar Derechos Humanos, ocupar un lenguaje de humanidad y afecto.

Algo muy distinto y todavía más importante, es la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Trabajar por el otro; compartir con el prójimo, aprender de nuestros hermanos....es lo realmente difícil.

La vida nos desafía a ser justos y generalmente nos derrota.

En último término, percibo el proceso de individuación - la iniciación- como el ensayo destinado a que la justicia surja espontánea y gozosa de nuestro espíritu.

Así: escuchar,compartir y luchar, surgirán como ríos de alegría desde nuestra alma.

Ese es el sentido de los rituales: construir hábitos de respeto y amor.


Gonzalo,

tú qué que te llenas la boca

con mañanas luminosas,

cantos a la libertad

y palabras de amor al ser humano.


Cuántas veces al día aplastas a tu vecino?

Cuánto tiempo y energía le dedicas a tu vanidad?

Qué haces para merecer llamarte hombre digno?

En qué lugar aprendiste el arte de mentir?

Sabes qué significa la palabra transparencia?




En la foto, que corresponde a mi propia mirada, se aprecian láminas del tarot, que por cierto, describen en forma muda el proceso iniciático.

Durante esta semana leeré el tarot a todas las personas que lo deseen, siempre que envíen su correo y expliquen de qué color tienen el alma, en aquellos largos días de verano.

4 de marzo de 2007






La Ausencia de Paola Novoa.


Amiga.

Pareces hecha de música y bosques.

Eres la misma poesía.

Llovizna.

Maderas.

Caídas.

Países.


La muerte te elige

porque eres un ángel.

El persistente latido

de mi ciudad.

La caligrafía de un niño.

Lo sencillo.

Lo efímero.

Lo nuestro.


De barro están hechos tus ojos.

En tu silencio:

no hay océano ni cielo.

No hay guerra.

No hay sonido.

No hay flores.

No hay primavera.


Mi amiga Pao estuvo de vacaciones. La extrañé mucho, pese a su vocación por los tacos, su furioso anticlericalismo, su auto pintado de blanco y su irremediable afán por carretear hasta el amanecer.

Anoche, hicimos una recepción para festejar su retorno. Hubo frutos de los bosques y cervezas provinientes de todo el mundo. La música habló de selvas y ciudades.

Alexandra lució su alma llena de preguntas, sus ojos de hada, perfume azul.

Además, celebramos el cumpleaños de nuestra reaparecida Ximena y el de Paula, que cumplen un año más llenando con su magia esta tierra.

El trece de marzo "Crecer sin Dios" cumple dos años.

El treinta y uno se celebra mi cumpleaños. No habrá paseo en lancha. No habrá festival de besos.

Leeremos los poemas escritos para las amigas y los amigos. Vendrán cantantes. Derramaremos champaña. Hablaremos de libertad.












La primera foto , fue sacada por Pao en el Glaciar Perito Moreno, ubicado en la Provincia de Santa Cruz, Argentina. La segunda corresponde a la mirada de Felipe Palma, y está construida como un saludo a Paula Laser.

Las fotos que se deslizan, provienen de la cámara que Alexandra nos facilitó anoche en mi departamento.

No se pierda los detalles de "La Boda de María Elena" en Noticias de la Blógsfera.

25 de febrero de 2007

El Papa ha muerto




El Papa ha muerto, dicen.

Otro crimen de la Iglesia.

Matarse de tanto salir por la ventana

a embarazar el viento

sin pastillas ni condones.


El Papa ha muerto

soldados suizos lo clavaron en la tráquea

le apuntaron con un tanque argentino del 78

para ser enterrado en Polonia

bajo la sombra de Stalin

hablando en árabe y en ruso antiguo.


El Papa ha muerto, lloran

lo ví en el balcón de Pinochet

tomando tecito en La Bandera (1)

mirando el rostro de Cristo en Ñuñoa

60 años después del holocausto

cuando todavía los papas mueren

y toman Pepsi.


Este poema, escrito en el mismo momento del fallecimiento de Karol Wojtiyla, es la expresión de mis sentimientos en ese instante.

Es un punto de inflexión en el recorrido de cotradicción entre la admirable consecuencia de muchos obispos y sacerdotes en la defensa de la dignidad humana y un hecho cierto de fanatismo, antisemitismo, misogenia, homofobia y doble moralidad de muchísimos cristianos.

Entre la Vicaría de la Solidaridad, el divorcio, la pastilla del día después, la pureza y la depravación, la Iglesia de Roma muestra un abanico de actitudes que dan cuenta de las maravillosas posibilidades que presenta el alma humana.

Por un André Jarlán hay un Escribá de Balaguer. Por un José Aldunate hay un Raúl Hasbún.

Digo todo esto desde fuera de la fe. Desde la experiencia de un niño de tres años que arrancó de su pila de bautismo en el momento previo al terremoto de 1971.

Lo digo desde mi agnosticismo, desde mi experiencia de doce años en un colegio católico, desde mi alma ansiosa de luz.

Lo digo desde la tradición de Spinoza, Voltaire y Violeta (Nos se pierdan este video de Santiago Alvarez).

(1) La Bandera es un sector popular de Santiago, escenario de grandes protestas en contra de la Dictadura.

La foto de Juan Pablo II con la paloma, proviene de este sitio.


No olvide de visitar: mujeres periodistas; siete preguntas y Valparaíso.

18 de febrero de 2007

Valparaíso



Si un día miras mi ciudad
y la ves sin azul, sin olas, sin niños,
sin un viento delgado y puro...
sabrás que yo no estoy allí,
ya no pienso en tu rostro,
ya no vivo en tu aroma,
ya no entiendo tu jardín.

Si miras mi ciudad
y los colores te saludan con un beso risueño
y las calles discuten para decirte un piropo
y el mar se viste con su mejor azul,
aquel de antes, cuando viajabas en barco
y tenías padres y música en la sangre y no rabia.

Alma, entonces, ya será demasiado tarde.


Si tuviera la oportunidad de conocer nuestra ciudad de escaleras desde
una perspectiva de ensueño, creo que preferiría llegar a ella en la
forma que nos propone Aldo Francia en "Valparaíso mi amor".

En medio de la noche, correría por un bosque, largamente,
desesperadamente, hasta que la madrugada nos sorprenda frente a un
territorio de belleza: nuestra ciudad vista de lo alto, poblada de viento,
de mar, de casas que desafían a las quebradas, de pobreza.

Luego, tomaría un trole cerca de "La Matriz" y buscaría los
ascensores que marcan el alma de los barrios. En Polanco, al recorrer
el extenso túnel; pensaría en el amor del padre que construyó aquella
torre para su hija.

En el ascensor "Mariposas", que pasa bajo una calle, indagaría en el
misterio que propicia las flores en las quebradas y que nutre de una
belleza salvaje a nuestra descuidada arquitectura.

Cerca de la Plaza Victoria, tomando el ascensor de Espíritu Santo,
pasaría a visitar a mi amiga Caperucita y me quedaría por horas en
nuestro museo a cielo abierto. Allí aprendería de Matta, de Antúnez,
de Balmes, de Roser Bru. (1)

Subiendo por Héctor Calvo, me detendría un momento a rendir homenaje
a los jóvenes acribillados en el vecindario, en el marco de una de
las últimas acciones militares de la dictadura.

De seguro, pasaría a abrazar a Fernando y Max, en el Museo de
Instrumentos Musicales
de aquel cerro.

Al llegar a la Avenida Alemania, junto al Teatro Mauri, subiría
corriendo al comedor de Neruda. Me imaginaría bebiendo en esas copas
de colores y durmiendo una siesta, mientras mi alma insiste en mirar
el mar.

A la salida de "La Sebastiana", le dedicaría muchos minutos a las
piedras mágicas de María Martner, para luego tomar un bus marcado con
la letra 0, hacia la Plazuela San Luis del Cerro Alegre.

En aquella mañana infinita, visitaría el museo del más tierno de
nuestros adversarios, Lukas, el rostro menos cruel del fascismo. Caminaría con calma por Papudo y por el Paseo Gálvez, regresando al plan por Urriola.

Pje Gálvez

En la Plaza Sotomayor, me pasaría a visitar nuestro ex Correo, actual
sede del Consejo Nacional de la Cultura y dejaría que mi alma
contemplara el edificio de la Primera Zona Naval (2), que fue nuestra
Intendencia y sede del gobierno popular en los veranos de nuestra vía
chilena al socialismo.

Por la tarde, contemplaría la ciudad desde su perspectiva marítima, en
aquellos botes que zarpan desde el Muelle Prat.

Allí, vería como la ciudad danza, como se mueve bajo la vista
cuidadosa del monte Aconcagua, como sonríe coqueta ante los ojos de
los marineros.














La primera y la tercera fotos,creadas por el lente mágico de Pamela Albarracín corresponden a imágenes del Cementerio de Valparaíso, ubicado en el Cerro Panteón.

La segunda foto, corresponde a la mirada de Vigilia, en su reciente retorno a Valparaíso.

El primer video, corresponde al reportaje de National Gegraphic sobre un posible tsunami en nuestra ciudad. Está allí para recordar que Valparaíso es provisorio, que se incendia, tiembla, se inunda y, lo más grave, es devastado por su propio pueblo.

El segundo video es un clip promocional que contiene "La Joya del Pacífico", de Víctor Acosta, la canción más popular sobre nuestra ciudad y que constituye la principal pieza de la banda musical de "Valparaíso mi amor".

El tercer video contiene la canción "Plus bleu que tes yeux", interpretada por Edith Piaf & Charles Aznavour. Es un mensaje en clave. Ella lo va a entender.

Se nota que falta la música del Gitano Rodríguez. La dejo en silencio, porque es demsiado hermosa para estas palabras llenas de caos.

(1) Suelo ver a Roser Bru y a José Balmes por las calles de nuestra ciudad. Llegaron niños en el Winnipeg, de la mano de Neruda, y su alma quedó prendida a nuestros cerros.

(2)Nuestra Ex Intendencia es un copia del "Hotel de Ville", el Municipio de Paris.

11 de febrero de 2007

Alma en la noche del jueves





Hay cosas para las que no pido permiso.
Por ejemplo: para darte un beso,
aunque te cause la muerte y la libertad.

Hay cosas que me pertenecen,
como las nubes de la mañana temprana,
los dolores de tu insomnio,
los sabores de tu cama

Hay cosas que nunca tendré,
como las miradas que dabas a tu padre
y el brillo de tus ojos en ciudades blancas.

Hay cosas que son mías,
como tus pasos en un bosque de cordillera,
y tus ojos dulces
cuando había urgencia de mi carne.


El jueves vi a Alma. Era la medianoche y me moría de sueño en “La Piedra Feliz”; mientras por segundo día consecutivo acompañaba a Pao y su primo tanguero.

De súbito, se abre la puerta de la sala de música tropical y aparece su mirada. Una lluvia de sus ojos escolares recorrió todo mi cuerpo. La palabra "Alma" brotó de inmediato hacia sus oídos. Algo que ocurre una vez cada dos años.

La magia de la chamana cordillerana era un juego de niños. Alma tiene la capacidad de apagar las luces de un edificio con su piel y, por cierto, de expulsar mi sueño y mi tranquilidad de bosques.....de abrir abismos en mi nostalgia cotidiana.

Además no iba sola. Con su cortesía de princesa me presentó a su pololo. Ella se veía alegre y libre. Eso, afortunadamente, me reconfortó.

Iban de la mano. Así, con ese lenguaje de gestos, supe que está separada.

Esa noche, mientras “Don Giovanni” me consolaba con su trivialidad patriarcal, pensé que mis poemas contribuyeron a su libertad.

Tuve la sensación en mi espíritu de haber cumplido mi trabajo de liberación. Una tarea que realicé contra su propia voluntad. No hay marido que se banque un libro de poemas escrito por el amante, para su "propia" esposa.

Me sentí paternalista, invasivo, inmoral. También me sentí feliz.

Asimismo, me di cuenta que este esfuerzo por conservar la memoria me ha dejado afectivamente muy atado. Así por ejemplo, al llegar a mi departamento, fue trágico observar la cama azul construida para nuestra alegría y detenerme nuevamente en su aroma de hospital, que su viejo chaleco rojo conserva en mi closet.

Afortunadamente, no vestía de blanco.







El dibujo es la imagen de mi pudorosa enamorada, elaborado por Javiera Medina para "Prófugos de un Aguacero Azul".-

El poema está inspirado en el regalo de solsticio de verano que le hice a aquella Princesita en el año 2001. Un fin de semana en el Cajón del Maipo, lleno de magia, de atardeceres y estrellas.

Como puede apreciarse, la poesía ya vaticinaba lo que ocurriría. Es una muestra de la fuerza y de la magia de las artes.

Cerrando este artículo, en agradecimiento a Alma por haberme introducido a la belleza de la música, incorporé a José Van Dam cantando "Madamina Il Catalogo e questo".

Es una canción cruelmente alegre, compuesta a fines del siglo XVIII, para "Don Giovanni", por W.A. Mozart. En disco, poseo una grabación de Chaliapin, el cantante preferido del padre de Alma.

En realidad, coincidiendo con Mozart y Lorenzo da Ponte, siento que es muy difícil arrepentirse de la pasión.

6 de febrero de 2007

La tierra late - Ximena está a salvo.





La tierra late. Mis pies, que para los mapuches son los ojos del alma, vuelven a conectarse con el suelo vegetal. Mi piel recuerda los juegos en el barro. El cuerpo cubierto por la tierra. El largo rato de manguerazos que permiten descubrir el cuerpo.

El bosque está compuesto por pellines, canelos, manzanos y decenas de otros árboles que mi lenguaje de ciudad no alcanza a nombrar.

El Río Pangue persiste en su fuerza eléctrica y mágica. El volcán, descabezado y engalanado por la nieve, nos mira con el orgullo de un príncipe ancestral.

Como una lagartija de corazón verde, voy por el río robando la energía de las rocas, extrayendo su calor milenario, alimentándome de cielo y de luz.

Justo en medio del agua poderosa y veloz, me entretengo conversando con los musgos, los visito en aquella zona fronteriza entre el caudal torrentoso y el aire. Ellos me hablan de la pureza, de la humildad, de la sencillez.

De pronto, noto que he descendido más allá del punto de retorno. El río me ha tomado prisionero. Me dejo caer. Sin miedo. Entro de cabeza. De inmediato llevo mis piernas hacia delante. Son sólo unos segundos en que el agua, la vida y la muerte me abrazan.

Llego a otra roca, como en una película, justo antes de la catarata.

Un tábano- uno de verdad- antiguo aguijoneador del pensamiento- me exige reflexionar. ¡ Que torpeza, la de jugar con el río milenario y salvaje!;¡ Que atracción maravillosa la del agua, veloz, transparente, limpia!


Treinta personas hemos llegado al Alto Bio Bio, al interior de la ciudad de “Los Ángeles”, más allá del alcance de los teléfonos inalámbricos. Desde hace seis años que Annette y Andrés organizan encuentros en la primera luna llena de febrero.

Se practica yoga al amanecer; se canta en la forma en que los hacían los mapuches y africanos; se danza; se reúne a la tribu en torno al vapor y la oscuridad del temascal; se juega con símbolos e imágenes; se prepara el espíritu para caminar sobre el fuego.

Y, los más importante, las almas se abrazan en el bosque, al tiempo de armar una carpa, cobijarse del frío, nadar, cantar, buscar un sendero, compartir la frugal comida vegetariana cocinada a leña, esperar los baños bajo los efectos del pan artesanal o simplemente, compartir un mate.

Se que Elaine, Susana, Mónica, Pilar - que me protegió en la oscuridad- María José, María Elena, María, Yuyito, mi prima Flavia y muchos más, ocuparán un lugar en el bosque extendido y universal de nuestras almas. (En muchos sentidos, la experiencia en el Alto Bio Bio es próxima a la que describe Italo Calvino en El barón rampante)

Amla, mi profesora de yoga, con su dulce insistencia, fue la encargada de introducirme a ese mundo extraño y omnipresente. Marcia y Pao, se encargaron de transportarme y de surtirme de materiales para acampar.

Jamás se me pasó por la cabeza, practicar el barbarismo de caminar sobre las brasas. ¡Pero la curiosidad es muy fuerte en mí!.

De pronto, el rito había comenzado. El río se ocupó de limpiar nuestros cuerpos desnudos. Todos – salvo mis shorts naranjas- estábamos vestidos de blanco.

Las mujeres parecían novias o deidades griegas. Las cabelleras arregladas con flores, los ojos iluminados por las estrellas.

La chamana, con su energía desbordante y solemne comenzó a batir su tambor por un largo rato, acompañando la transformación de los leños en brasas.

Las llamas cubren el centro de la planicie delimitada como espacio sagrado. Las personas, convertidas en comunidad, corremos, danzamos, gritamos y seguimos la música de la maga.

El portal se abre cuando la chamana pasa entre las brasas y se cierra cuando transita por segunda vez entre aquellos ocho metros de fuego.

Son unos cinco minutos en que las personas corren o caminan - como Elaine Valencia - entre los pequeños trozos de madera llameante.

Mi mente se mantiene trabajando. Dicen que Buda reprobó estos rituales peligrosos. Esta cuasi flagelación es lo más próximo que he estado del Opus Dei. ¡Qué diría mi admirado Voltaire!

Sin embargo. No hay miedo. Hay especulación, mas no hay miedo.

En fin, la gente cruza entre el fuego y se ve dichosa. La experiencia que mis sentidos confirman y que la música impulsa, persuade a mi voluntad.

Me lanzo, vuelvo a pasar, lo hago por una tercera vez.

Se cierra el rito. La Chamana ha vuelto a cruzar. Los siete hombres de esta nueva tribu, sellamos la entrada con nuestros cuerpos.

La noche se llena de abrazos. Casi todos han pasado. Mi querida amiga Marcia es una de las pocas que no lo ha hecho. Poco importa. La energía ha vibrado en todas partes y nuestros cuerpos se han conmovido, sólo por el hecho de estar allí. Es como regresar a la unidad primordial, como retornar a un antiguo fuego.

Pero no todo ha resultado a la perfección. Pronto, decenas de pies buscan su reparación en el río. Hay muchas personas con pequeñas quemaduras en sus pies, personas que llevan sus heridas con alegría, con pocas quejas, rescatando enseñanzas de sus propios dolores.

Reviso mis pies. Están intactos, sin la más mínima herida.

De vuelta en nuestro pequeño condominio de carpas, la alegría sale a flote. Los límites de la pureza yoguística vegetariana son desbordados. (1) De sus escondites, surge el vino, los licores tropicales, la música de Violeta - vecina de aquella misma tierra-, la poesía, la risa, el humo de los cigarros, incluso, un pequeño trozo de chorizo.

Han pasado tres noches y todavía no se borra la sonrisa de mi alma.

Lo digo con pena, porque al regresar ayer a Valparaíso, me enteré de que un extraño fuego mató a varias personas y arrasó edificios históricos que constituyen parte de nuestra alma comunitaria.

Lo digo con pena, porque ayer supe de la desaparición, desde la tarde del sábado - después del incendio- de mi amiga y profesora de teatro Ximena Núñez.

Su pareja y su familia están deseperados.

Ximena Núñez





Pensando en Ximena y en todas las buenas almas que trabajan para construir la justicia y el amor, les dejo el poema que escribí para Marcia en 1994, justo después de impregnarme del fuego de la Fraternidad.


Una nueva hermana.


El viento de la cordillera,

la luna y el ruido de las olas

me trajeron una nueva hermana,

hermosa como la palabra libertad,

cálida como un beso,

mágica como el color azul

y fuerte como toda mujer.



"Luz Azzul", Valparaíso, 1994.

Nota. Hoy por la tarde, Ximena ha dado noticias de vida. Está sana y a salvo en casa de su madre.

La primera foto es de Mercedes Pimentel, escritora sanfelipeña.

El resto corresponden a la mirada de la fotógrafa Paola Claramunt.

(1) Los organizadores del encuentro me han pedido enfatizar que en el Festival del Alto Bio Bio, la idea es abstenerse del alcohol, el tabaco y las carnes.

28 de enero de 2007

todas ibamos a ser reinas




Todas íbamos a ser reinas,
de cuatro reinos sobre el mar:
Rosalía con Efigenia
y Lucila con Soledad.

En el valle de Elqui, ceñido
de cien montañas o de más,
que como ofrendas o tributos
arden en rojo y azafrán.

Lo decíamos embriagadas,
y lo tuvimos por verdad,
que seríamos todas reinas
y llegaríamos al mar.

Con las trenzas de los siete años,
y batas claras de percal,
persiguiendo tordos huidos
en la sombra del higueral.

De los cuatro reinos, decíamos,
indudables como el Korán,
que por grandes y por cabales
alcanzarían hasta el mar.

Cuatro esposos desposarían,
por el tiempo de desposar,
y eran reyes y cantadores
como David, rey de Judá.

Y de ser grandes nuestros reinos,
ellos tendrían, sin faltar,
mares verdes, mares de algas,
y el ave loca del faisán.

Y de tener todos los frutos,
árbol de leche, árbol del pan,
el guayacán no cortaríamos
ni morderíamos metal.

Todas íbamos a ser reinas,
y de verídico reinar;
pero ninguna ha sido reina
ni en Arauco ni en Copán...

Rosalía besó marino
ya desposado con el mar,
y al besador, en las Guaitecas,
se lo comió la tempestad.

Soledad crió siete hermanos
y su sangre dejó en su pan,
y sus ojos quedaron negros
de no haber visto nunca el mar.

En las viñas de Montegrande,
con su puro seno candeal,
mece los hijos de otras reinas
y los suyos nunca-jamás.

Efigenia cruzó extranjero
en las rutas, y sin hablar,
le siguió, sin saberle nombre,
porque el hombre parece el mar.

Y Lucila, que hablaba a río,
a montaña y cañaveral,
en las lunas de la locura
recibió reino de verdad.

En las nubes contó diez hijos
y en los salares su reinar,
en los ríos ha visto esposos
y su manto en la tempestad.

Pero en el valle de Elqui, donde
son cien montañas o son más,
cantan las otras que vinieron
y las que vienen cantarán:

-"En la tierra seremos reinas,
y de verídico reinar,
y siendo grandes nuestros reinos,
llegaremos todas al mar."



Gabriela Mistral, "Tala", 1938.









Gabriela Mistral , tuvo un hijo llamado Yin Yin (Juan Miguel Godoy Mendoza).

Siempre lo trató en público como un sobrino. Muchas décadas más tarde, su albacea reveló aquel secreto candente.

Aquel hijo en las sombras, se suicidó a los catorce años de vida.

Hace medio siglo, ser madre soltera en nuestro continente, implicaba una deshonra, un motivo de humillación y desprecio.

En Chile, hasta el 2004, una mujer abusada por su marido, no tenía derecho al divorcio. Sólo desde 1994 es posible expulsar del hogar a la persona que golpea a una mujer.

Actualmente, el aborto sigue considerándose un delito, pese a que constituye una práctica bastante habitual, y en los hechos, despenalizada.

Nuestras reinas comienzan a llevar con orgullo el título de ciudadanas. Es un triunfo de Gabriela, de Violeta, de Gladys, de Diamela, de Teresa, de Beatriz, de Ifigenia, de Olga.

El Orden Patriarcal está herido en nuestra tierra. No en vano, una de las nuestras ha transitado entre el Centro de Torturas y La Moneda.

En los últimos meses, nuestras artes escénicas han reflejado con asuidad esta transformación social que da cuenta de un país y de una mayoría de familias en que las mujeres solas están al mando.

En Infamante Electra, un afamado senador, admirado por su coraje y sus dotes de conquistador es televisivamente destruido y judicialmente condenado por sus perversiones sexuales. La realidad y el discurso del arte, se abrazan. El buen padre de familia se desmorona. En los hechos, nunca existió.

Los grandes personajes femeninos de Ibsen, Nora y Hedda Gabler, tomaron los cuerpos de Amparo Noguera y Claudia Di Girolamo para explicarnos con sus portazos y disparos que el régimen de sumisión patriarcal está en guerra permanente con las mujeres que han decidido gobernarse a si mismas en ejercicio de la sagrada libertad.

Ello, aunque cueste el quiebre del matrimonio o la vida.

Así las cosas, no es extraño que en estos días de mágico verano, Royal de Luxe, encante a millones con la ciudadana aventura de una niña gigante que encarcela al furioso rinoceronte que estuvo destruyendo Santiago.

Anoche vi a la muñeca roncando en la Plaza de la Constitución. Junto al monumento de Salvador Allende, una muchacha me dijo: ¡ Es fantástico! Al fin se termina el toque de queda!






Aquí está la mirada poderosa de Pamela Albarracín y una foto áerea de www.emol.com





Las imágenes en blanco y negro corresponden a Gabriela con dos de aquellas reinas y con su pequeño hijo.

21 de enero de 2007

entre el azul y gabriela





Tu eres mi azul,
y digo en serio: mi azul,
mi abrigo, mi sueño.

Dónde están tus manos?
Acaso hurgando mi ropa
y buscando aquel olor
sobre una cama tuya
en el piso tercero
de un inmenso paraíso.

Dónde estás cuando no estás?
Acaso mueres en días animales de otoño
mientras yo camino junto al mar
y recojo pensamientos
y rosas de cristal.

Dónde estás cuando quieres estar conmigo?
Quién te detiene entonces?
Acaso tú cuando no eres ?.

Dónde estarás cuando quieras estar
conmigo
y el anciano viento de la tarde
no conozca ya mi nombre
ni aquel olor
ni aquel azul
que sólo fue: "mi azul"


Este poema nació en Cau Cau, una playa de desnuda audacia en la costa norte de Valparaíso, junto a la caleta de Horcón.

En este texto, encontramos una aproximación del azul como expresión de lo ilimitado, el territorio sagrado de la libertad.

Así, transitamos entre el cielo, las aguas oceánicas, las banderas de la República y la tradición oral del indómito pueblo mapuche.

Este amor por el azul, constituye un punto de encuentro con la Gran Revolución, Rubén Darío y Elicura Chihuailaf.

El poema procura construir una Alma especial, habitante exclusiva de mi propio espíritu, de mi propia mirada sobre el mar.

En el otro eje, el impacto que su azul produjo en mi espíritu, contruyó otro Gonzalo, más musical, más libre y, a ratos, más desconsolado.

El futuro podrá separarnos en el plano de los cuerpos, pero ella, la del poema, permanece siempre en un plano atemporal, desabrochando mi camisa, buscando la profundidad de mi olor, en un espacio de sagrada intimidad.

Ella es mi azul, el extenso territorio de la alegría, la dulzura y la vida.

En la fotografía, encontramos a Chamila Ridríguez, como una manera de conectar el universo sensual de Alma con la obra radiofónica que a continuación deseo promover entre vosotros.



Este domingo 28 de enero, a partir de las 20.15, Radio Concierto, 88.15 FM, retransmitirá los tres capítulos de “ Los Cinco Sentidos”, radionovela biográfica de Gabriela Mistral, dirigida por nuestro celebérrimo Raúl Ruiz.

Nuestros blogueros Chamila Rodríguez y Javier Sanfeliu y Gonzalo Maza, participan junto a un amplio equipo de artistas, tales como Ángel Parra , Manuel Silva Acevedo y Virgilio Rodríguez.

En www.concierto.cl podemos escuchar la radio en Internet.

16 de enero de 2007

collage





Por favor: no te vistas de blanco


Por favor: no te vistas de blanco,
no comas ostras, no busques mis
piernas
bajo la mesa, no bebas champaña,
no tiñas de sangre el pisco souer,
no sueñes con viajar
ni con piedras fugaces bajo tu
almohada.

Nunca te abrigues con mi rojo,
no enciendas las velas que son
nueve,
no bebas de mis copas que son siete,
no mires por la ventana del huerto,
no hagas el amor los días lunes,
no cierres la puerta sobre mi alma.

Por sobre todo: no vayas al mar,
no te pienses en mi cielo,
no te puebles con mis manos,
no te acerques a mi olor,
no preguntes por mis ojos
que ya no vuelan ni gritan
sobre tu pena.





Mañana regreso a Valparaíso.

Antes de viajar, digo gracias a quienes vinieron de todo el mundo a festejar el nacimiento de Manuel. En especial, a Valentina, su madre.

En realidad, vosotros sois los Reyes Magos. Vuestra energía azul ayudará al niño en su travesía.

Ese aguacero de amor, hará más pacífica, más justa y más alegre nuestra tierra.

En fin, este poema lleno de un amor triste, uno de los tantos que le debo a la magia de Alma, lo dejo en agradecimiento al cariño de quienes me llamaron, me escribieron y me abrazaron a la distancia en estos días de retiro: Paola, Gabo, Cato,Alicia, Paula , Paloma, Valeria, Smoked Eyes, Vigilia y Claudio.

La fotos, han sido sustaridas de los blogs que más visito y constituyen un collage de fraternidad confeccionado recientemente para mis links.

9 de enero de 2007

Manuel




Manuel nació ayer.


No habrá helicópteros sobre sus sueños.

Se vestirá de mago en los estadios.

Su alegría danzará en las escuelas.

Aprenderá la música de los bosques.

Hablará de estrellas.

Fecundará la Tierra.


Sus ojos buscarán el amanecer.

Aprenderá de su pueblo.

Conocerá los desiertos.

Llenará su alma de mar.



Tendrá montañas y bosques en su espíritu.

Amará los domingos.

Dará besos tiernos a su abuelos.

Comerá choclos en días de sol.



Manuel será un delfín chiquitito.

Jugará con volantines en primavera.

Anudará sus zapatos antes de ir al Colegio.

Ignorará la muerte.

Olvidará el temor.




Ayer, ocho de enero, nació Manuel, el primer hijo de Valentina y Daniel.

El mismo día, hace 27 años, tres niños de Valparaíso esperábamos el nacimiento de un nuevo hermano.

Cuando mi padre tocó el timbre de nuestra antigua casa, salimos corriendo a preguntarle cuál era su sexo, cómo sonreía, cómo estaba nuestro cuarto hermano.

El niño había nacido muerto. Nunca tuvo nombre, nunca le miramos a los ojos, nunca nadamos junto a él en verano.

Siempre pienso en en mi madre cuando es un ocho de enero. Siempre le tengo temor a los nacimientos.







La imagen del bebé recién nacido proviene de esta página japonesa

La última foto es de Manuel con casi un mes de nacido. Proporcionada por Daniel Avendaño, su padre.

2 de enero de 2007

Atrapados


lihn


Las burbujas creaban una marea blanca. Mis ojos veían el fondo del río como una planicie de sal.

Esa mirada era ficción. Tomo un puñado de piedrecillas y al sacarlas a la luz, observo pequeñas roquitas pigmentadas de los más diversos colores.

Vuelvo a bajar. Me introduzco bajo una pequeña catarata. La corriente me empuja. Me aferro a una piedra para resistir la fuerza mágica del agua.

En ese instante, viene a mí el recuerdo. Nuestra casa de campo. Mi mano en el tubo de desagüe, resistiendo la succión. Se siente un peligro absurdo, inmoral.

La catarata es como el chorro de agua que llenaba la piscina, divirtiéndonos con su carga de frescura y con los pequeños bichitos que afloraban entre sus burbujas.

Pienso en Enrique Lihn. Veo que es cierto. Nunca salí de la piscina familiar. Del buceo en las aguas tranquilas. Del mínimo peligro de caer en picada hacia los azulejos relucientes.

Regresemos al Altiplano. El agua es tibia y la catarata nos regala un jacuzzi natural.

Algunos turistas sacan copas y botellas de champaña. Los volcanes nos regalan su mirada más dulce. Mi corazón se anima y paso las últimas horas del año hablando con decenas de personas de todas partes del mundo, bajo el pretexto de una lectura de tarot.

Me sorprendo hablando en lenguas que no conozco, mientras mi ciudad, Valparaíso, celebra su día más sagrado.


puritama




NUNCA SALI DEL HORROROSO CHILE

Nunca salí del horroroso Chile
mis viajes que no son imaginarios
tardíos si -momentos de un momento-
no me desarraigaron del eriazo
remoto y presuntuoso.

Nunca salí del habla que el Liceo Alemán
me infligió en sus dos patios como en un regimiento
mordiendo en ella el polvo de un exilio imposible
Otras lenguas me inspiran un sagrado rencor:
el miedo de perder con la lengua materna
toda la realidad. Nunca salí de nada.


Enrique Lihn. A partir de Manhattan. Poemas. Ediciones Ganímedes, Valparaíso, 1979.


El antiguo edificio del Liceo Alemán, quedaba en el costado sur de la Alameda, en los terrenos que ahora ocupa la Carretera Norte Sur.

El inmueble no sobrevivió, sólo quedó el poema, brincando sobre patios fantasmas, sin que el alma lograra huir de la infancia.

27 de diciembre de 2006

las lágrimas de nuestro abuelo.



Eran las seis de la mañana. Fue una corta noche vecina del solsticio, luego de recorrer los valles de "La Muerte" y de "La Luna"

La tierra rugía, colmada de volcánica vida.

El lugar se llama – en lengua cunza- “Tatio Mellku” y está ubicado a 129 kilómetros de San Pedro de Atacama, en el Altiplano Andino.

Las cartas fueron saliendo de mis manos a 4320 metros sobre la superficie del mar. Espontáneamente, sin ninguna planificación.

Las convoqué bajo el nombre de Gea, pensando en el devenir de nuestro hogar común.

Todo ello ocurrió sobre una roca llena de vida, a ratos invadida por el vapor que emnaba de la boca de un geiser.

En el eje quedó “Paz”. Extrañamente. Anunciando una moderación de las guerras, de las bombas, del enfrentamiento diario en la familia, en el trabajo, en los negocios.

Se trata de dos espadas unidas en un capullo, lo que nos habla de la unión de los pueblos, del florecimiento radiante de las comunicaciones – las espadas simbolizan también la palabra- como una fuente de entendimiento entre los pueblos.

A mi derecha quedó “La indolencia”, el ocho de copas, señalando que la fuerza negativa que nos acosa es la ausencia de compasión. Nuestro talento para mirar hacia otro lado, para endosar los problemas a otros, sin asumir nuestra propia responsabilidad, nuestro papel en el libro de la vida.

A mi izquierda, el correlato del mismo defecto, ahora en sentido positivo. Vestida de azul y de luz, aparece “la preocupación”, el cinco de copas.

El mensaje es particularmente claro. Nos damos cuenta de que estamos en peligro. No se necesita ser generoso para ocuparse de la paz y de la ecología, cuando pesa sobre nosotros la sombra inminente de un terrible colapso.

Adelante, muy cerca de la boca del geiser, en el lugar reservado al futuro, “El Loco” despliega su energía ancestral. La civilización conduce de retorno a lo primitivo, a nuestras ganas de danzar, de recorrer el mundo, de aparearnos, de emplear a fondo nuestra energía vital.

Nuestra fuerza se repliega hacia la tierra, como el bufón en esta tirada volcánica.

A mi lado, indicando una recomendación, surge una carta intrigante, “El Eón”, la figura que en la cosmovisión de Crowley marca una nueva era solar, la del sol joven, la de Horus-Apolo.

Escribo este texto, en base a mis recuerdos y fotografías, tres días después de haber tirado las cartas. He tenido tiempo de reflexionar y estudiar.

Hay un sincronismo entre lo que escribí el 21 de diciembre sobre el solsticio de verano y esta carta, aparecida en la madrugada del 24 del mismo mes.

La era de este nuevo sol joven, ha comenzado al amanecer, en 1789. El año en que cae La Bastilla (La Torre, La Casa de Dios), fecha en que convencionalmente se inaugura la historia contemporánea. Es la misma época en que aparece ante nuestros ojos el Naipe de Marsella.

Ha sido el tiempo del gran avance del conocimiento, la luz temprana del día ha brillado, pero también nos ha enceguecido y nos hemos comportado como adolescentes egocéntricos, pendencieros y pandilleros.

Ahora, habiendo llegado Apolo a la mitad de su viaje - el mediodía solsticial- es conveniente que comience su descenso al reino de la noche, ese universo predominantemente femenino, en que el conocimiento se vuelve sabiduría, al hacerse carne en los actos.

Ese tiempo mágico en que el sol se eclipsa y podemos ver mucho más lejos, observado estrellas y constelaciones que durante el día nos eran invisibles.

Sería bueno que nuestro Apolo común madurara. Para ello, debe vencer al apego, al afán de dominio que expresa “El Emperador” y dejarse llevar por el amor, aquel sentimiento que es más que respeto y preocupación, porque implica compartir, generosidad, deseo de unión.

Cerrando esta cofradía de imágenes, aparece el príncipe de bastos, conduciendo su carro y haciéndole frente a las lanzas. Apolo va a descender a la noche, depende de nosotros acelerar esa definición.

Al fin de cuentas, son nuestros leones, nuestras pasiones, las que mueven el mundo. Esa es la impresión que me causa la fiera que tira aquel carro de reminiscencias solares.

Al salir de ese parque mágico, aprehendí el significado del nombre del lugar: “El Gran Abuelo que llora”. Se me estremeció el alma al pensar que estuve conversando con la tierra, personificada por aquel anciano de las alturas que cada mañana derrama lágrimas por su pueblo.








En la primera inmagen, aparece la tirada de cartas junto al geiser. El resto de las imágenes están sacadas de internet y correspionden a distintas vistas de aquel espectáculo de la tierra.

Desde hace pocos meses los geisers del Tatio están bajo el cuidado del pueblo originario de esas alturas, los “Likan Antai”, quienes dimanan cariño y respeto por ese espacio sagrado.

No podemos completar esta invocación del Gran Abuelo, sin mencionar a Carmen Fulle, la fotógrafa que ha unido "El Tatio" con "Pompeya". mediante su poderosa visión.
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