28 de marzo de 2012

Daniel Zamudio


Daniel Zamudio ha vuelto a la tierra.
Lo mató usted cuando dijo:
Asco, Maricón, Fleto,
Hinojo disuelto en llamas.
Leño dormido en el fuego.

Lo mató usted al excluirlo del fútbol,
evitar abrazos,
pensarlo degenerado, enfermo,
anormal bajo el techo del cielo.

Usted lo mató
al negar la estatura de su amor,
prohibirle la pensión, el divorcio, la herencia,
quitarle sus hijos,
reírse, reírse, reírse,
hasta quitarle el derecho a respirar,
convertirlo en un objeto, un muñeco,
pequeño Pinocchio quebrado por ebrios.


Daniel Zamudio es un ciudadano chileno, recientemente torturado y asesinado por una bandda de maleantes que lo atacó a causa de su homosexualidad.

2 comentarios:

Eduardo Mieres dijo...

Es hermoso, e increíble, cómo desde una tragedia como la ocurrida se pueda hacer un poema, bello, pero ante todo digno, que clama por justicia, pero aquella que parte por la aceptación del otro como un igual con su diferencia. Aquellas muertes, asesinatos en vida, cotidianos, de los que somos diaramente testigos, son las que sostienen estos ataques cobardes, finalmente.

Gino Ginoris dijo...

Creo que tu poema debería salir de este blog y volar, volar en cada calle y avenida y pasaje de Chile, en cada rincon del mundo.
Saludos.

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años y años de blog!!!!