Raúl Antivilo Espinoza
es humilde, honesto,
sereno
Percibe el silencio azul
de las cosas
Hace del respeto su
emblema
Alumbra laberintos de Aduana
Es triunfo y tragedia de
nuestro pueblo
Lo indigna el abuso y la
prepotencia
Tantos saqueos de esta
tierra
Ruidos que embrutecen
Zarpazos, malabares y
engaños de la ambición
En su alma mesurada
late el rostro de su nieta
vibran olas de Caleta
Abarca
Su mirada lo empuja a la
belleza
Su intuición es la Luz
Su meta diaria: la
justicia