Iba Mahfud Massis vestido de mariposas,
había allí raíces de árboles despiertos,
alfombras con crecidos labertintos,
ojos del mismo Zaratustra,
discretos filtros franciscanos,
Julieta empeñando sus espejos,
niños en barro de cenizas,
mi amigo volando sobre el mercado,
hablando el idioma de los pájaros,
difuso en su traje de difunto,
orgulloso exiliado de sus sueños,
silencioso en sus gritos de ternura,
vacías las tumbas de sus padres,
radiante en el centro de la muerte.
Este texto conversa con el poema "Mercado Persa" de Mahfud Massis.
Entre pordioseros vestidos de mariposas,
y piojos traídos del Himalaya,
contemplo el vuelo del vendedor de ensueños y huevos mágicos.
Hay una parca rodeada de flores,
un asesino, una piedra escarlata,
y yo, pobre, cubierto de manchas de resina,
compro un pájaro en medio de la tormenta,
un ave de pecho seco, como el mío.
Quiero escuchar su trémula voz de difunto,
su quimera en mi habitación, su madrigal de hueso ;
sentir cómo se quema su plumaje, mientras me agito en los escombros del sueño,
y levantarme a gritos, como si me hubieran desenterrado,
los ojos puestos al revés, bajo la sepultura.