
Voy sobre dos lunas
ovulando en la tierra,
marcando su humedad
en el campo caluroso,
demoliendo el cielo
sobre la vía,
bebiendo aire,
humareda
y mariposas.
Las ramas de los
aromos,
el silencio de los boldos,
el rumor de las sandías,
van mirando mi camino
y sonriendo ante mi paso.
Les saludo
como a duendes de mi pueblo,
brotes del espíritu,
rayos de alta estrella,
pequeños movimientos de Dios.
Un grupo de obreros marcha
con sus azadones y palas,
los barros del canal
van abrazados a sus piernas,
miles de horas de sol
humean en sus espaldas,
la religión del trabajo,
marca sus manos
con profundos surcos,
las ojotas de neumáticos,
adornan sus pasos,
como piedras negras del río,
noticias urgentes del sol.
En la hora del crepúsculo,
regreso a casa,
llevo una bolsa de higos,
la mirada de un roble,
la luz de diez hombres,
la voz de la luna en el jardín.
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3 comentarios:
que canto más primaveral y lumínico
es todo energía !!
felicitaciones
besitos de luz
Un viaje lleno de belleza que se cubre bajo el manto de tus palabras.
Bikiño siempre.
Así quiero ciclear.
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