No ingresaré a la sombra
No beberé en las aguas del odio
No alzaré mi casa en Dite
Ni mataré de hambre a los niños de Gaza
No ingresaré a la sombra
No beberé en las aguas del odio
No alzaré mi casa en Dite
Ni mataré de hambre a los niños de Gaza
Busco en mi alma la danza
Mis antiguos zapatos saltarines
Esos de otras vidas
Cuando caminaba entre nubes
y bebía el aire que precede al rocío
Lo que falta en el azul es el sol
Aquella luz que viaja en el fono
esa risa cantante de estrellas
la palabra que nace en tu boca
Amo el descenso cordial de la luz
Su constante hambre de luz
Su música silente
El rol de las flores en su presencia
Viene nuestro pueblo a cantar
Festeja sus coros y sus pianos
La luz de sus templos
Estos muros que cantan
Nuestro año en los brazos del siglo
Aprendí a nadar en tu alma
encender mi lámpara en tus aguas profundas
recibir el oleaje de tu bronca
mecerme en tu amplia dulzura
Soy lo que dice el silencio
Un himno de la sangre
Rio que sueña
Campana que antes fue viento
Busco en el cielo una sonrisa frecuente
Esa digna caricia de la lluvia
Aquella alma quebrada por el rayo
El poder del viento
Volantines que brincan a gritar: septiembre
Le he dicho al Norte que regrese
y fume en mi casa la paz
asista a la fiesta del agua
y a la noche en que retorna el sol
No olvida la cría a su madre
Ese cosmos de estrellas
Ese intenso manantial de luz
No olvidan los ojos al cristal primero
No olvida la piel su primera caricia
Ni la boca su leche de inicio
Erré al borra la primavera
No basta con el verano para disfrutar el sol
Hay que verlo niño creciendo entre la ramas
Miles de azahares respirando
Límpida noticia del silencia
Conservo en mi alma un cincel
Enfoco en su hierro mi juicio
Porto un gran mazo, unión de todas mis fuerzas
y una lámpara con que abro horizontes
Subo y desciendo los montes
Comparto mi luz en la noche
Llevo el compás unido a mi conciencia
Con la escuadra examino mis acciones
para revisar los planos
mejorar la obrar
transformar la tierra
Voy de Quilpué hacia Recreo
La luna vuela a mis espaldas
Cargo fuego y el viento
Trabajos de Paulina
Guerra y sus horrores
Medianoche en mis silencios
No te olvides Gonzalo
No dejes los platos colgados del viento
Las ollas volcadas en el alma
Las tazas escondidas tras la puerta
Inundado de agua y mate
Alimentado por seis balas
Hijo adelantado del viento
Marido digno/ Mejor amante
Presidente filósofo
Prófugo de Punta Carretas
Diógenes al mando de la primavera
Tupamaro en su volkswagen de de piedra
Hombre en busca de su madre
.
Derrotado muchas veces y jamás vencido
Herido en su cuerpo y en su alma
Torturado hasta los dientes
Conciencia que no odia
Ser erguido desde el amor
Espíritu que brilla en el silencio
Rehén en manos de criminales
Hombre que galopa hacia adentro
Sabio que cuidó a su niño
Su espíritu cultivó las flores
.
¿De qué poema escapaste viejo lindo?
Tu vida es un milagro
en el trajín de las monedas que ahoga la política
porque pobres son los que quieren más
.
Estoico te llamaste a ti mismo
y volviste a nacer en cada reja
en cada sala de suplicios
en cada intento de la noche por devorar las estrellas
Menuda primavera la que grita el silencio
Agua rompiendo la montaña
Sinfonía del verde
Verdad de las flores y la empanada
Para Cecilia bosques de Normandía
Mi campana de oro
Trigo que crece en el viento
El aula en que duerme la aurora
Cien vinos de Chile
La copa en que bebe el amor
*
Para ella la tregua del tiempo
Nuestro templo de copihues
La sombra que busca al Canelo
La Patria que grita al despertar
*
Para Ceci el fulgor de los nombres
Aquella paz de los sabios
Presencia de un puma
El cielo con abrigo de algodón