10 de julio de 2011

Tras el silencio




Todos morimos sin nombre
nuestro cráneo es ajeno a la palabra
su único verbo es la serpiente
bosque creciendo en nuestra casa
poemas golpeados como clavos
hierba  saliendo de la tumba
agua corriendo en todas partes




Este texto conversa con  Gottfried Benn en:



CICLO

La solitaria muela de una prostituta

que había muerto anónima,

llevaba un puente de oro.

Las restantes se habían largado

como en tácito convenio.

Aquella se la sacó el sepulturero,

la llevó al monte de piedad

y se fue a bailar.

Pues, decía,

sólo la tierra debe volver a la tierra.



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