9 de abril de 2010

divagando y ordenando





Pienso en un vaso con hielo,

Claudia Carreño abrazando a sus hijos,

el relato de las olas bajo mi alma,

la casa que duerme y yo despierto.


Buscaré la sentencia de Alejandra,

pensaré en el divorcio de Miguel,

en el juicio de Pedro,

en el desayuno con Mario Cerda.


Le escribiré a María Victoria,

pagaré mis teléfonos,

llamaré a Beatriz.


Quizás borre un poema en mi alma

o viaje a Santiago

a firmar una paz.


Eso: A las 12 reunión con el Sindicato.

El acuerdo no es malo.

Más vale billetes en la mano

que gastarlos en el juicio.


Ah. No olvidar!!!!

Los canapés para la presentación del libro,

los juegos con Isidora,

llamar a Margarita y apurar su demanda.


¿Podré abrazar a los delfines al atardecer?

¿Podré sentarme a medir mis silencios

y detenerme a envidiar la elegancia de las flores?


Seguro que sí,

para la alegría siempre hay tiempo,

basta con sonreir

y mantener la calma.





La imagen es de Farhad y está tomada de www.pixdaus.com

2 comentarios:

Roxi dijo...

que lindo, ahora te leo en facebook también, hermoso lo que escribes, independiente del soporte
Abrazo !

Isabel Barceló Chico dijo...

Maravillosa idea: para la alegría siempre hay tiempo.
Un abrazo muy fuerte.

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años y años de blog!!!!