22 de abril de 2010

Apuntes para un cuadro de Nathalie Regard






Siete niños en sus columnas,

una plaza con varias fuentes,

es de noche y de día,

las mujeres se besan,

imaginan sus futuros,

pesan los silencios y los afectos.


El mes de agosto es invisible,

hay una cocina y una hormiga,

un hombre con dos falos,

la boda de una virgen,

la pereza y el cienpiés.


En el cuadro hay

música de Webern,

los niños se hacen adultos y viejos,

aman “La Appassionata”,

comen ravioles y lentejas griegas,

caen en la cárcel,

venden su alegría,

pierden la vida.


Todos los niños

tienen un cuaderno de sueños,

historias dentro de otra historia

cuadernos dentro de otro cuaderno,

nuevos pliegues en el alma de Nathalie.





La imagen proviente de http://bp.blogspot.com

21 de abril de 2010

día y noche





Camino seguro sobre el día martes,

humilde, breve, transparente.


Me toman los signos del horizonte,

las bocas del gran astro,

los poemas del mediodía,

los rayos que bajan

al centro de Dios.


La luna llega como un barco,

reina de sombras,

señora del tiempo,

mujer de libros,

puerta del cielo interior.


La luna permite los sueños,

corrige los mares,

confía en la muerte,

gobierna el temor.




En la imagen, "Pintor en la luna", de Marc Chagall.

Isla Greenwich, 1955





Mario cayó en una grieta de hielo
oculta por la nieve,
estuvo segundos buscando la muerte,
viviendo en imágenes sus veintidós años,
su infancia entre los bosques,
sus uniformes de teniente,
sus botones de oro,
las semanas en Montevideo,
la boda por carta
con una muchacha uruguaya.
Desde el fondo,
apretado entre los hielos,
pidió que lo olvidaran,
que nadie muriera por su causa
entre las ventiscas inclementes
y el frío espantoso.
Su acompañante, Caros Abarca,
voló como nunca en sus esquíes,
anduvo por horas sobre la nieve
hasta llegar a la Base
en Bahía Chile.
Allí, los jadeos del cansancio
y las emociones
le impedían hablar.
El capitán intuía la tragedia
y esperaba con la paciencia de un sabio.
Al fin, Abarca pudo unir las palabras,
comenzar su relato, abrir los trabajos.
De inmediato comenzó el rescate.
Todas las sogas se unieron para Mario.
Horas después, una patrulla estaba
junto a la grieta, con sus lámparas
y sus espíritus armados de esperanza.
Las cuerdas descendieron por largos
minutos, hasta convertirse en nudos
sobre el cuerpo de Mario.
Luego hubo que jalar y jalar,
aunque se acabara el día
y las sogas perdieran sus hilos
como en un película de suspenso,
a un instante de la muerte.


La imagen proviene de www.panoramio.com Poema basado en un episodio real.

20 de abril de 2010

El regreso del invierno




El invierno luce sus pantalones rojos

mientras la lluvia reza sobre los naranjos,

conversa con los techos de metal,

obedece a nubes y montañas.


Entones iré a la calle Independencia,

caminaré por el inmenso patio vacío,

aunque el agua rebote sobre el cemento

y los muros regresen de su olvido.


Veré a las palmeras en la Avenida Brasil,

ruidosas al jugar con los vientos,

quejándose por la falta de niños,

por la ciudad que muere y renace,

imitando su antigua alma,

su febril ajetreo junto al mar.


Se hace tarde,

almorzaré mirando el temporal,

mientras los cortejos marchan a los cementerios

y los oradores recuerdan a hombres ejemplares,

que existieron en otro Valparaíso,

cuando los colores eran más vivos

y los burros caminaban mojados

en mañanas de lluvia

habitadas por recuerdos

de otra antigua ciudad.






En la imagen, el patio del Colegio de calle Independencia, en los ojos de Loreto Oyarzún.

19 de abril de 2010

noto el respirar de las novias




Hay días en que me atrapan los silencios

y noto los corazones de los pájaros,

el respirar de las novias,

los tréboles que crecen en mi alma.


Son mañanas heladas

en que mis ojos tocan el Aconcagua

y las cordilleras visten su manto,

vapores de fuego sobre la piel sin marcas.


Son mañanas en que lloro

y converso con los barcos,

los espectros del mediodía,

mendigos, cartoneros,

porteros de palacios

invisibles.



Días en que abro calles en mi cabeza

y camino descalzo

por las habitaciones de mis abuelos,

los rostros de mis hermanos,

los silbidos de mis padres al llegar a casa.


Son días en que subo los peldaños de la aurora

y converso con otros Gonzalos,

juego con ellos a la canasta,

encumbro volantines,

lustro sus zapatos,

anudo sus corbatas.


Son días perdidos para todo fin práctico,

salvo para escuchar las canciones de Isidora,

cometer infracciones de tránsito,

observar los cisnes,

dibujar a mi esposa,

bendecir sus labios.





En la imagen, aparezco - Gonzalo Villar - celebrando en casa de Carla Jofré.

18 de abril de 2010

La Higuera




En la fiesta,

hablamos sobre secretos,

los universos,

los sagrados derechos femeninos,

los peligros del parto en la antigüedad,

los nuevos rumbos de mis amigas

y de la Tierra.


El futuro estaba en la puerta,

esperando sus órdenes,

nuestros sueños,

nuestro empuje,

los efectos de la buena educación.



El futuro llevaba los lentes de Spinoza,

los higos de Buda,

las palabras de Jesús hacia los árboles,

la risa de nuestros hijos,

los tejidos invisibles de los Sufis.


Abrí la puerta y lo abracé,

ambos teníamos el mismo porte

y los mismos ojos,

éramos el mismo ser,

el mismo árbol,

la misma sombra.




Poema dedicado a Anita Peña Saavedra, que se marcha a Honduras.

En la imagen, la higuera de Museo de Picasso en Málaga.

17 de abril de 2010

mientras amanece






Estamos esperando los primeros arrebatos de día,

el sol comienza sus juegos por la ventana de la cocina,

Isidora come galletas y espera que termine el poema

para que Minnie y Mickey traigan su música

a esta pantalla.


Ahora comienza a cantar la historia de los elefantes

sobre la tela arágnida y procura limpiar las migas

que sus obleas dejan sobre el mantel de mosaico.


Este será un lindo fin de semana,

aunque Tati esté en el hospital y me esperen

varios textos para defender mujeres que trabajan.


Me concentro y pienso en la mirada

que se fija en la derecha de los cuadros,

en obras construidas con jardines

que llenan un edificio cúbico y piramidal,

una sala para cada estación,

el mismo jardín en los ciclos de su vida,

una sala para cuatro momentos de la música,

cuatro maneras de pensar,

cuatro religiones de Abraham,

ventanas que persiguen al sol,

un escalera que termina en el agua subterránea

y otra que lleva hasta el fuego.



El hombre será el viento,

el pensamiento que une los elementos,

dibuja una cruz y una estrella

con los nueve vértices del edificio.


Mientras escribo, Isidora me ha llenado

de abrazos, de solicitudes,

de caricias en mi pelo,

de lindas preguntas.


Obvio, la cuarta religión

es la nuestra,

el espacio libre

de la Tribu de Dan.





En la imagen, "El abrazo de amor del Universo, la Tierra México, Yo, Diego y el señor Xolotl", de Frida Kahlo.

16 de abril de 2010

Ciudadano del Lebu





Claudio Zalazar Parra

está en su casa de lo alto

conversando con Bach

y sus numerosos hijos

jugando a los duendes con Satie

bebiendo el whisky de Miles Davis.


Mi amigo es millonario en discos

platos de cocina española

andamios y resquicios femeninos

pequeñas y grandes mentiras

setas, sabores de tabaco

libros de teatro

historias de fábricas

certezas sobre “El Moro”,

palabras que pesan en la noche

y desnudan la esperanza.


Mi amigo es dueño de nada

salvo de su alma

una nota en el agua

cristales de sol en la mañana.


Fue elegido capitán entre los prisioneros

cuando el pueblo habitaba

en los barcos de la bahía

y el futuro estaba prohibido

al igual que la paz y las miradas.


Estuvo en la Base de “El Belloto”

escuchando sinfonías y sonatas,

oratorios para salir de los golpes

atado a las frases de Mozart

y los pasos de su madre

en la casa de Limache.


¿En qué piensas?

grita el dueño de los bandos

y aumenta su violencia

sus embates

su limpieza.


Prohibido huir hacia el interior

prohibida la música

los recuerdos

la íntima y sucia libertad.


Mi amigo se emociona y vuelve

se desprende un instante del verdugo

saca un cigarro y sigue conversando.


Nuevamente el metrónomo

las pequeñas tormentas en la cordillera

la voz como instrumento

la ambición

Eroica y el hombre de Córcega.


¿Por qué el músico nos llevó hasta allí?


Estamos en otro desayuno en la torre

en el piso 21 de Valparaíso

mientras los dragones cuidan las ventanas

y las princesas confían en el otoño.






Claudio, que figura en varios poemas y pasajes literarios, aparece con su pequeña estatura y sus característicos anteojos a la izquierda de la foto.

La imagen proviene de www.memoriaviva.cl

15 de abril de 2010

Beatriz State, Remedios Varo y las amigas que estaban en el sueño.






Beatriz me habló de Remedios Varo,

la mujer saliendo del psicoanálisis,

la arquitectura en sus cuadros,

la sabia búho que crea las aves

con música del espíritu

y rayos de estrellas.


Me habló de su última visita a México,

de una casa invadida por los mapaches,

de la estética y la belleza,

las propiedades de la mirada,

la proporción áurea,

los escasos triángulos en los cuadros.


Me contó de sus tres amigas de infancia,

de su encuentro con María obrera,

una piscina en el borde del mar,

sus conversaciones con las aves,

los muebles en la casa de Matías,

la Pasión según San Mateo,

Jesús en el templo,

la música naciendo

en la cabeza de Bach,

la música emocionando a su hijo,

las ballenas jugando con sus crías,

los guardias de un museo

en Nueva York.


Ahora escribo y me da un tremendo

escalofrío, tirito

y una ola de la mente me recorre.


Recuerdo mi sueño del verano,

Beatriz junto al cuaderno

con los rostros de su amigas,

los colores ocres de los cuadros de Remedios.









En la imagen, "La creación de las aves", de Remedios Varo.

14 de abril de 2010

Isidora en el bosque




Vamos caminando por el bosque,

siento las conversaciones de los pájaros

el crepitar de las ramas,

el aroma de la tierra,

los silenciosos rayos del sol.


El arroyo cumple su persistente trabajo

mientras converso con mi hija

sobre el peligroso litre

el rastro de los conejos

y un asteroide negro

que encontramos en San Pedro,

al otro lado de los cerros de Olmué.


Hablamos sobre el maqui,

las moras de los esteros,

las vertientes, la pequeña

selva de las quebradas

en que nace el agua.


Hablamos de los boldos,

los espinos, los colihues,

el quillay, los bellotos,

las risueñas palmas,

los sombríos sauces,

las flores de los cactus,

las pequeñas serpientes

que abundan entre las plantas.


Luego le cuento que

mi abuelo Bladimiro me enseñó aquel

bosque, porque su padre

le había llevado a la montaña,

antes de que existieran los automóviles,

los aviones, el reino

de las máquinas y las cocinas a gas.


Hablamos largamente

hasta que llegó un lagarto

a mirarnos a los ojos

y huimos cerro abajo

hacia el punto en que reina

el moscardón.





La imagen es de Abundantia y proviene de pixdaus

13 de abril de 2010

Chile es un azul de niños






En primavera salimos a escribir

poemas en las almas de los niños.

Las letras eran dinosaurios,

aviones y muñecas,

mariposas que viajaban hasta sus hogares.


Era primavera cuando un espíritu de luz

nos llevó hacia la Operación Cóndor.


En el salón plenario del Congreso Nacional,

decenas de hijos de detenidos desaparecidos

se reunían en asamblea, enlazaban sus historias,

ordenaban sus luchas y sus acciones de justicia.


En lo físico, ya ninguno era niño,

pero sus ojos eran ojos de niños

al recibir aquellos regalos

que sus padres enviaron a través del poema,

pequeños juguetes como cartas clandestinas,

como abrazos que se cuelan desde la muerte.





La imagen proviene de:" British Information Service/U.S. Office of War Information"

La serie de acciones de arte "Chile es un azul de niños", se realizó en la primavera del año 2002, en hospitales, supermercados y el antiguo Congreso Nacional.

12 de abril de 2010

beso bajo la lluvia




Yo soy tu beso,

la mirada que te abraza,

el ritmo de tu cielo,

el viento que crece en tus misterios.


Tu eres mi beso,

mi lluvia sobre la cara,

el agua sobre los labios,

la casa en que habita mi alma.


Tu eres mi sangre,

mi océano,

mi caldo de estrellas,

mi fuente de magia.


Yo soy tu árbol,

tu fuego, tus manos,

tu pequeño bosque,

tu tormenta

tus mil abrazos.






La imagen del beso bajo la lluvia es de autor desconocido hasta el momento, las aves que se besan en el cielo, están tomadas por Maramska y provienen de pixdaus.

11 de abril de 2010

Poema sin azul ni luz ni alma.







¿Quién eras antes de nacer en mis poemas?,

de caminar en mis ojos,

de morir en mi alegría.


En ti dejé fragmentos y trazos,

fui espada, acero, cardo,

pavimento, calle, minotauro.


Fui cordillera y espejo,

multitud, rocío, mes de marzo,

ojos que caminan por tus piernas,

modos de ansiar y medir tus labios.


Bailé contigo un bolero de Cuba,

te hice muda, misteriosa,

feliz en los jardines,

robusta de rodillas,

rica de palpar y de beber,

triste los domingos,

nunca tímida,

decididamente dulce,

silente,

tercamente hermosa.


Dime: ¿quién eres?

¿qué rayo te puso en mis cuadernos?

¿qué silencios te desbordan?

¿dónde crece tu memoria?








En imagen, "Papagena roja", de Anne Smith.

10 de abril de 2010

Jesús prisionero.






Deja todo y sígueme.

Ni siquiera fumes tu último cigarro.

Vamos a la cárcel

y llevemos luz a los que sufren,

allí no hay violadores ni asesinos,

sino seres humanos,

engañados, destruidos,

secuestrados.



Si, dominados por sus demonios,

sus impulsos devastadores,

las costumbres que tomaron al nacer,

o bebieron en la leche

o tomaron del barro y la basura.


Vamos, nuestra

pequeña lámpara

sirve más en la oscuridad,

la música se eleva en el silencio

y hay un hermano nuestro

que está solo y extraviado,

necesita nuestro abrazo,

nuestro oído,

nuestro amor....

que sólo merece llamarse así

cuando está dirigido a otro,

cuando nada espera a cambio.


Tal vez,

lo que más necesita

es hablarnos,

sentirse persona,

comentar un libro,

un partido de fútbol,

una receta de cocina.




Cravaggio nos muestra a Jesús prisionero en "Ecco Homo"

9 de abril de 2010

divagando y ordenando





Pienso en un vaso con hielo,

Claudia Carreño abrazando a sus hijos,

el relato de las olas bajo mi alma,

la casa que duerme y yo despierto.


Buscaré la sentencia de Alejandra,

pensaré en el divorcio de Miguel,

en el juicio de Pedro,

en el desayuno con Mario Cerda.


Le escribiré a María Victoria,

pagaré mis teléfonos,

llamaré a Beatriz.


Quizás borre un poema en mi alma

o viaje a Santiago

a firmar una paz.


Eso: A las 12 reunión con el Sindicato.

El acuerdo no es malo.

Más vale billetes en la mano

que gastarlos en el juicio.


Ah. No olvidar!!!!

Los canapés para la presentación del libro,

los juegos con Isidora,

llamar a Margarita y apurar su demanda.


¿Podré abrazar a los delfines al atardecer?

¿Podré sentarme a medir mis silencios

y detenerme a envidiar la elegancia de las flores?


Seguro que sí,

para la alegría siempre hay tiempo,

basta con sonreir

y mantener la calma.





La imagen es de Farhad y está tomada de www.pixdaus.com

8 de abril de 2010

niña buena y niña mala





Isidora entró al cuarto,

apretó el botón y dijo: “La Luz”.


Es mucho lo que aprendo de ella

y de su constante alegría,

de sus afectos transparentes

y tiernamente interesados,

de sus pequeñas lágrimas,

de sus múltiples formas de sonreír.


¿Quién era yo antes de contar con sus abrazos?,

antes de escucharla cantar

y verla jugar con sus libros y sus muñecas.


Se acerca con un cuento de Marc Twain

y me dice: “niño malo”,

riéndose de las ilustraciones

coloridas e irónicas

de aquel relato sobre hipocresía

y éxito.


Luego dice: “mi sillón”;

“mis monos” y “pío pío”,

tirando de su frazada

con pollitos estampados.


A veces jugamos con los nombres de los dedos;

pulgar y meñique le causan mucha risa,

“díndice” y “corazón” suelen cambiar sus lugares;

“anular” siempre le resulta extraño.


Luego pide yogurt o más leche,

dice: “por favor”; “gracias”

y “te quiero mucho papá”.


También hacemos ejercicios

y ella se ríe mientras damos vuelta

por la alfombra; salta para abrazarme;

me regala besos,

me mira con su espíritu

de dicha y dulzura.


Recién, juega a volcar un vaso.

La reto y le pido que se porte bien.

Responde llorando: “porto bien no”,

“porto bien no”, “porto bien no”.



















La imagen proviene de pixdaus

7 de abril de 2010

para después del amor





¿Cómo es la infancia de un beso?

¿en qué punto se hace invencible?

¿en qué punto se olvida?



¿Qué poema viene después del amor?


¿Es algo así? :


Me confunden las escuelas y los pajaritos,

las nóminas, las colaciones,

la pequeña inquietud de los juicios.


Me abruman los teléfonos

y sus ruidos, las sirenas,

los obispos,

las lluvias que demoran

y se extinguen.


Me sanan los abrazos de Isidora,

las miradas de mi esposa,

los pasos de mi madre

hacia el rocío.


Estoy en un rincón del silencio,

solo como una lágrima,

mínimo, exhausto,

calibrando mis días.


Tego que juntar fuerza,

buscar el sol de la mañana,

crecer con su luz, viajar,

gobernar mis noches,

corregir mis rumbos,

perdonar mi vida.







La imagen corresponde al grabado El Beso, de Esther Melguizo

6 de abril de 2010

Medianoche






Es medianoche y estiro mi copa al sol.

Estamos en el reino de las sombras

y en el centro del mundo,

nos acompañan los violines,

las horas, los mejores muertos,

las ideas que abren y cierran el mar.


Estamos junto a la fuente de agua,

en una extensa biblioteca.

El rey lleva su rostro de niño

y su perfume de nardo,

bebe vino a sorbos lentos,

sentado sobre una piedra,

que marca el centro

de todos los centros.



Me pregunta por mi hija,

por el nombre de sus ángeles,

por sus cantos,

por el número y la frecuencia

de sus sonrisas,

por los nuevos brotes

del árbol de la vida.



Estamos contentos,

el sol ha pasado entre

todos los espíritus,

ha cruzado de cuerpo

en cuerpo, eléctrico,

como un rayo o un río de luz.


Hemos estado en su casa,

seguros de su fuerza,

perdidos en su belleza,

felices de estar en él.









Este poema está dedicado a Yolanda Allemandi.

Se que allí, en el centro del mundo, puede abrazar a su sol.


En las imágenes, "Sol de la mañana" de Edward Hooper y una foto de la Sala del Domo de la Bibloteca del Congreso de los Estados Unidos.

5 de abril de 2010

Nicomedes.





He decidido morirme sólo los martes,

nacer de nuevo los domingos,

mentir lo mínimo, cantar desnudo,

sembrar poemas en la paz.


Quiero usar mis pies sin sandalias,

llevar mi lámpara hacia los bosques,

ser la piedra que desecha el constructor,

el latido de mi hija, las campanas,

el coraje de la flor.


Quiero ser tu café en las mañanas,

la serpiente entre tus piernas,

la palabra que aprieta

y confirma tu blusa.


Quiero ser viajero y payaso,

caracol en las mañanas de rocío,

obrero en las noches de tormenta,

mano del profeta,

mapuche,

acomodador de cines,

puerta y copa del sol.


Quiero ser la lluvia de Barcelona,

las noches de Buenos Aires,

la justicia de Bolivia,

el alma de Yumbel y del cerro Cárcel.






En la imagenn, "Castells de Barcelona", provenientes de ésta página.

Respecto del poema, creo que une las lecturas bíblicas de los útimos días y mi deseo de hace cambios en mi vida, sobre todo en lo que concierne a mi trabajo.

4 de abril de 2010

nuestra semilla




Hay un lugar del que vienen los gritos y los abrazos;

las serpientes, los poemas, la madera y el aceite.


Un lugar en que caben todas las palabras,

todos los misterios, las pequeños ritos

de Isidora, las monedas del mercado,

las marcas que deja el viento

al llorar sobre la tierra.


Ese lugar cabe en una semilla

y en la décima parte de una semilla;

tiene columnas con nombres de solsticios;

almas que habitan dentro de las almas;

hombres que habitan dentro de los hombres;

toda la inmensa vida

y una luz que viene desde el centro.

3 de abril de 2010

un minuto sin bosques







¿Un minuto sin bosques; cómo es posible?

¿Dónde cantarán los tulipanes?

¿Dónde morirán las zanahorias?


No habrá bisontes ni praderas;

huertos poblados de naranjas;

flores que hablan en hebreo;

insectos murmurando en el cielo;

inviernos que crecen en los osos;

tigres leyendo en las montañas,

abrigados, todavía con pijama

y gorro de Chiloé.


Tal vez se extinga la imaginación

y el cemento no deje ver el bosque;

aplaste las neuronas,

los bailes de los novios,

los pequeños zapatos de los ángeles.


Ni siquiera estará Ríos Ramírez

liberando a los presos

y entrando con ellos al Reino de Dios.

















la imagen proviene de www.jugatic.es

2 de abril de 2010

En la misma vereda que Jesús







Estoy descalzo

y en la misma vereda que Jesús,

no tengo su lámpara ni su sal,

sólo soy un hombre

con una copa de vino blanco,

un hijo de su Padre,

el último resonar de la palabra.


Mi rostro es el de Adán,

mi alma es la de Eva

unida a la serpiente,

probando el árbol del saber,

pensando en el árbol de la vida.


Hoy llevo mi lámpara en lo más alto,

mi hija está viva,

Jairo y yo nos abrazamos.



Jesús según Caravaggio.

Leyendo a Lucas





Lucas lo da a entender,

tenía un amigo escondido en el templo.

El hijo del dueño de casa.

El hombre que subió al techo con el diablo.




En la imagen,"La incredulidad de santo Tomás", de Caravaggio.

1 de abril de 2010

Orfeo y Eurídice




El arte construye la memoria,

refleja cada instante,

lo explica, lo intuye,

lo renueva, lo muda.


El arte registra las emociones,

las conserva,

las mantiene nuevas en el alma,

encendidas con la misma llama,

con la misma fuerza de siempre.


Nos está permitido

conversar con los muertos,

sentir su aroma, su calor

el destello preciso de sus ojos,

traerlos

hasta la puerta misma del presente.


En un poema viajamos a lo incierto,

aún impactados por la luz

en medio del bosque,

aún besándonos bajo un aromo de invierno,

todavía caminando en Brodway

o regresando desde Troya

hacia la esposa.








En la imagen "Orfeo y Eurídice", de Camille Corot.

31 de marzo de 2010

La Gran Luz

 
Posted by Picasa



Antes de mi nombre, de mi cielo

y de mi estrella, fue la Gran Luz,

la que ilumina sin brillar,

la sin causa, la gran energía.


Más que buscarla, la siento,

escucho su música en mi alma,

miro su alegría en otros ojos,

observo su fuerza en el mar.


Tengo memoria de otra estrella,

del salitre, de las altas cordilleras,

de los días en que aprendí a desplazarme,

del templo que hizo mi abuelo bajo la mesa.




En la imagen, mi ahijada Sofía Moraga Ríos, a quien dedico este poema.

30 de marzo de 2010

Templo





"Tu, Señor, has dicho que habitas en la oscuridad.

Pero yo te he construido un templo para que lo habites,

un lugar donde vivas para siempre".

Rey Salomón.






Si mi templo se llena de amor,

los ángeles comienzan a cantar  su alegría,

mi hija es más dichosa y más libre,

los luceros hablan con sus gestos de siempre,

los búhos se detienen y me miran a los ojos,

con la mirada de Orfeo, con su mismo arte.


Mi templo tiene ventanas altas y ovaladas,

rocas curvas y húmedas, musgos,

laberintos formados por música,

goteras sostenidas y transparentes,

mosaicos rojos y blancos,

horizontes que respiran entre las piedras.


En mi torre siempre es sábado

y no hay cadáveres bajo el pavimento,

ni colores ni raíces ni candelabros,

nada que sea material,

aunque tenga luz de estrellas

o posea flores de manantial.



En mi casa, siempre hay bodas,

siempre están los abuelos leyendo sus libros,

jugando cartas, cocinando,

comiendo yoghurt en las mañanas.


Siempre están los niños en sus triciclos,

los obreros de la Tribu de Dan,

los amantes junto a sus lámparas,

solos en su profunda alegría,

sus rostros llenos de lágrimas,

los cuerpos con barro de  chocolate.


En mi casa, todos duermen dentro de un sueño

y creen que despiertan a escribir poemas

y construir nuevos templos

que caben en una botella verde,

hecha con fibras de sueños,

cristales que los duendes regalan

a los gatos y a los conejos blancos.


La botella que me regaló Cony,

hace mil cumpleaños,

antes de que abriera la puerta azul de mi templo

y descendiera por la escalera de caracol

hacia el lugar oscuro

en que nacen las trompetas

y duermen dioses de otros sueños,

con otros abuelos

y otras bodas que son las mismas

que ocurrieron en mi alma.


Mi templo está en la Luna,

en un lugar que fue un océano

y una cárcel

y un plano lleno de jardines.


Mi templo está en lo oscuro,

donde está la Luz que no brilla,

al otro lado de la escalera,

junto a mi Padre,

en su casa,

allí donde siempre estoy.









Las imágenes de hoy, todas de Marc Chagall, están encabezadas por las puertas del cementerio y enlazadas se encuentran los vitrales de de las doce tribus de Israel. (también hay vitrales al final).

El artista nos dijo "Para mí, el vitral de una iglesia es la pared transparente que separa mi corazón del corazón del mundo. Un vitral parece sencillo: materia, luz. Para una catedral o para una sinagoga es lo mismo: algo místico entra por la ventana".

Los vitrales fueron creados para la sinagoga del Centro Médico de la Universidad Hebrea de Hadassah (Jerusalén).

29 de marzo de 2010

Bladimiro Bordones

Mi abuelo pasó convertido en un cometa,

fragmentos de luz que volaban hacia el mar,

una larga hilera de ciclistas,

imágenes que corrían desde la alta montaña

y el poderoso desierto.

¿Quién eras abuelito?

¿Cuántas personas fuiste?.


Bladimiro,

llevas el nombre de tu siglo,

te hiciste obrero, esposo,

padre, alma que recorre

los bosques y los templos

desde un animal de acero.


¿ Qué luz tuya llevo en mi alma?,

¿qué hay de tus manos en la piel de mi hija?

¿ dónde dejaste tus carreras hacia la escuela?,

el cielo de Atacama,

la poderosa presencia de nuestro pueblo

tus ojos de mar y de cielo.

28 de marzo de 2010

Jaquin y Boaz





En el plano de lo aparente el orden está inverso.

Lo cierto se intuye al revés.

En el plano de lo aparente, las cosas se destruyen,

explotan, se rompen, se vuelven agua.


En el camino de occidente se encuentran las estrellas,

al dorso, en lo profundo, habita la buena luz,

allí se llega desnudo, sin metales, con solo amor.


En el centro hay un océano sin bordes,

allí se bañan y se disuelven las almas,

allí se suman las luces, allí crece el amor.




En la imagen "Bailarinas en azul", Degas.
También allí emplean el espejo.

27 de marzo de 2010

Boda de Roxana y Eduardo




Para ustedes un campo de flores,

la plenitud del verano,

septiembre con sus guitarras,

fuego en la lunas de invierno,

un otoño calmado,

bosques de música,

caminos de estrellas,

un parque de nardos y agua.



Besos en el árido desierto,

magia en cada segundo,

pasión por comprender,

juicio al cerrar lo labios,

luz al perdonar,

amor al forjar la paz.



Les deseo un patio lleno de boldos,

luceros sobre los ojos,

voces de niños alegres,

juglares en vuestra casa,

canciones entre copas rojas,

almas unidas y claras.

26 de marzo de 2010

Primera Magistratura




Soy el Presidente,

tengo miles de millones de dólares,

poseo extensas tierras coloniales

y torres que apuntan al sol,

me interesan los bancos,

los fondos de pensiones,

la industria del cemento,

las farmacias, los estadios,

la propaganda, las represas

y todo aquello que crece en bolsa.


Tengo un canal de noticias

y un helicóptero,

vendo madera,

salitre y minerales del norte,

acciones de agua,

electricidad,

un poco de acero también.


Obviamente,

lo que más me importa

son los pobres.





La imagen proviene del sitio http://www.papelymoneda.com

25 de marzo de 2010

Mi esposa





Eres instinto de alegría,

pascua, agua,

motivo y magia del sol.


Eres mi casa,

las fibras de mi alma,

las manos del viento,

e sublime calor del pan.


Eres perfecta en el mes de marzo,

borras los días grises,

perdonas las tardes cansadas,

lees tranquila y escuchas el mar.


En la imagen, "Lectora en azul" de Jan Veermer.

24 de marzo de 2010

esfumada





Eres un poema,

nombre preciso de Dios,

mirada y juicio del hombre,

rumor de lluvia,

señora del viento,

voz que rompe mi pena.


Tardé en seguirte,

temblé y ya no estabas,

nada había de tu ropa blanca,

tus discos, tus hospitales.


Bajé al pequeño bosque

a buscar tu tumba,

los restos de tus ojos,

algo que hablara de ti.


Nada encontré,

Nadie sabía de tu alma,

ni siquiera el sol de primavera,

la ciudad de Granada

o el largo agonizar de este verano.











En la imagen: "Mond Guter Dinge", "La luna está de buen ánimo", de Max Ernst.

23 de marzo de 2010

mujeres y hombres buenos




Voy con los números hacia mi cáliz,

nada es posible en este invierno,

nada que argumente sobre el buen Cristo

o madure lentamente bajo este débil sol.



Mis recetas están sobre los platos rojos;

mi fe crece con cada nuevo oleaje
,

aunque las hogueras busquen mi cuerpo,

derribando mi alegría, mi fuerza, mas no mi luz.


Vertiré en colores mi evangelio,

lo pondré en naipes de mesa,

aparentes canciones de amor,

simples poemas, gotas que hablan,

tiemblan y buscan el mar.





Este poema está inspirado en los "hombres buenos", llamados cátaros por sus adversarios, aquellos cristianos medievales que en Occcitania, el país de la trova, buscaban abandonar todo apego a lo material y fueron exterminados por la Cruzada Albigense y la Inquisición. Por lo mismo, estas letras también tocan los habitantes idealistas de nuestra tierra, los que piensan más en dar que en recibir.

Bajo las líneas se encuentran documentales que ilustran la historia de esta comunidad religiosa.

22 de marzo de 2010

hombre gris con guitarra





No puedo hablar, no tengo manos,

ni espíritu,

ni ganas de vencer al tedio.


Me fui volviendo un escombro,

apagándome,

dejándome sitiar por el miedo,

marchito, mínimo,

seco como un río de piedras,

desolado, sin amor, sin ganas.


Soy un hombre gris,

un ser que renunció a la bodas,

a los juicios, los poemas,

al pequeño calor de los abrazos.


Mi único bien es la guitarra,

la música me salva unos minutos,

me causa emociones,

me deja parir una palabra.







Este poema está inspirado en las relaciones ente "La Tempestad" de Shakespeare, el soneto de Beethoven asociado a la misma obra y la cinta "La vida de los otros", del director y guionista Florian Henckel von Donnersmarck.


La imagen corresponde a la obra de Picasso "Hombre con guitarra".

21 de marzo de 2010

Un viernes en Santiago





Derrotado por un poema,

excéntrico, rápido,

ajeno a las plegarias,

a los ataúdes de ébano,

al férreo control de las aduanas.


Así es mi pensamiento

cuando caminamos por Santiago

y nos besamos entre los árboles,

en los radiotaxis, los cementerios,

los pequeños comercios,

los grandes laberintos de marzo.



Sobre los ojos, la luna nueva,

dos puertas iguales hacia una boda,

un hombre sin uñas,

las danzas de Googoosh,

la alegría de la novia,

doce postres de fruta sobre la mesa.

El sacerdote bromea,

las mujeres imitan

los movimientos del fuego,

la novia resplandece,

camina por los techos,

gira y gira hacia el sol.








La imagen de Googoosh, la gran estrella iraní, proviene de este sitio.


Este poema, es un desarrollo fantástico de nuestro viaje del viernes a Santiago para asistir a la boda de Silvana.

20 de marzo de 2010

Hotel Providencia




Mientras la abrazaba,

sentía que pasábamos a otro estado,

mudábamos nuestra habitación de hotel

por una estación del metro.


Era incómodo besarla

y sentir el bullicio del público,

los comentarios,

los ojos de caminantes

y desempleados.




Etre besos, ella conversaba con una muchacha

que tuvo seis hijos con un hombre de Dios;

todo mientras las cajeras aplaudían

y los guardias corrían premunidos de sus radios.


Tanto público me incomodaba,

me hacía retroceder,

refugiarme en nuestro hotel de parejas,

cambiar el fuego por la calma,

por los gemidos de la noche,

los murmullos tras la puerta,

la nueva luna en la ventana.


Muchas veces fui y regresé

hasta embriagarme,

perder todo pudor,

abandonarme a las multitudes,

al placer de las vitrinas,

el frenesí de las miradas,

el ir y crecer del deseo

entre tu cuerpo y mi alma.





La fotografía es de Markus Hartel.

19 de marzo de 2010

árbol de la paz





En mi casa tengo un árbol azul,

lo riego con buenas noticias,

las canciones de Isidora,

las miradas de mi esposa,

los pequeños pasos de los ángeles.


Mi hija trepa por sus ramas,

saca frutos con forma de estrellas,

frutos que iluminan

y caminan por el aire,

hacen preguntas,

juegan a esconderse,

piden y propagan la paz.


He visto el mismo árbol en la casa de Gabriela,

bajo el parrón de mis padres,

sobre el piso de sinagogas y mezquitas,

en los patios de las madres nuevas,

en la cocina de mis abuelos.















La imagen corresponde al "árbol de la paz", bajo cuya sombra se pactó el término de la guerra de independencia cubana. La foto fue tomada por Macos Solano.

18 de marzo de 2010

Dentro del Espejo




Podemos entrar en el espejo,

los obreros azules solemos hacerlo,

levantamos torres en un poema,

nos abrazamos con Próspero,

somos novela, ramo de espigas,

hermanos reunidos en círculo,

acacia que late en el bosque,

pequeña piedra lanzada al mar.


Podemos vivir en un mundo de delfines,

hacernos pequeños en un cuarto oscuro,

cruzar las puertas del solsticio,

formar un coro, una danza,

ser la mano que guarda y extiende la luz.


También podemos mirar el espejo y pasar de largo.






Cerré mi libro “Landmarks” anotando: “el alma no se mira a si misma en un espejo, sino que en un poema, en un templo, en un símbolo”.

Ahora Sonia T
., nos dice: “Es la literatura un infinito espejo que nos refleja los unos en los otros, un cordón de vivencias, anudadas por imágenes corredizas de un devenir sin tiempo”;

Esta amistad de ideas gatilló en mi el poema de hoy, en base a algunas inquietudes que hace tiempo rondan en mi cabeza sobre la relación entre arte y francmasonería.

El eje de estas nociones es que podemos incorporarnos a una obra de arte persistente como náufragos llevados por Ariel a la isla de Próspero en la dinámica de “La Tempestad”, como una Alicia que entra a su espejo.

Esto coincide con mi decisión de formar la “Fundación Tempestad” para ayudar a que el mundo de las artes pueda abrazarse con los pueblos, para que las multitudes invadan sus espejos, tal vez siguiendo la fuerte luz que brilla en el pequeño cristal de los Arnolfini.












En la imagen, "El espejo de Alicia", obra de Sebastien Servaire.

17 de marzo de 2010

Castigar el alma.






Todos los días ocurre un silencio,

una tardanza, un extraño designio del mal,

algo se quiebra, se pudre, se escapa.


Todas las tardes alguien nos miente

y algo se olvida, se calla, se cede.


Es tan fácil perderse,

dejarse ahogar en el rocío,

castigar el alma,

derramar el vino.


Es tan fácil dormirse,

sostener las sombras,

esconder los labios,

bendecir lo tibio.


En la imagen, "El Coloso", actualmente atribuido a un discípulo de Francisco de Goya.

16 de marzo de 2010

Guerra



De qué amor está hecha la guerra?

Hay sombras, bombas sobre ciudades,

pintores que torturan,

buses cargados de cadáveres,

balas murmurantes,

espinas y cisnes en el cielo.
.


Hay niños degollados en la noche,

aviones sobre el río Hudson,

multitudes incendiadas,

mujeres pariendo entre los gases,

muertos pedaleando sobre el fuego.


De qué razón está hecha la guerra?

qué premios busca?

Hay cerdos conduciendo la esperanza,

accionistas de su tormenta,

hombres que rezan y cantan.











Encabeza esta entrada "Matanzas en Corea", obra de Pablo Picasso inscrita en la tradición de Goya. En el cierre se encuentra "Barricada", testimonio de Eduard Manet, tras su participación como Guardia Nacional en los sucesos de la Comuna de Paris.

15 de marzo de 2010

Sólo el pasado es para siempre




No hay huellas de Dios en mi alma,

sólo hay ángeles que dicen mi nombre,

primaveras que gobiernan mis silencios,

mujeres que sostienen mi mirada,

noches que ocurrieron en secreto.


Todo fue en otro tiempo,

cuando sólo vestía de azul

aún no caminaba sobre el fuego,

aún no me extinguía en tu mirada.


No importa,no hay rencores,

al fin y al cabo,

sólo el pasado es para siempre.



Poema nacido este mediodía en el Bar Inglés de Valparaíso

La imagen corresponde al grabado "Melancolía", de Alberto Durero.

el ángel de luz





El ángel de luz ingresa con los pies en punta a nuestro cuarto,

me guiña un ojo y se sienta junto a mi esposa,

le habla a su oído que duerme,

sopla oro y cometas sobre sus ojos.


El ángel me habla de Isidora, de su colorida y dulce inocencia,

me dice que los seres de luz compiten por visitarla cada aurora,

buscan una pizca de su tibieza, aprenden y cuidan de su alegría.


Aún no amanece y estoy a la espera del ángel,

del primer rayo de la mañana, de la buena noticia,

el buen principio, la esperanza.






Nota: El gran temor de los ángeles es que los niños los detecten y jugando los hieran o los hagan prisioneros.

Hugo Simberg, creador finés, dejó constancia de ello en esta pintura de 1903.

14 de marzo de 2010

caminar sobre el fuego






Todos estamos vestidos de blanco,

desnudos nos hemos bañado en el Pangue,

en la alta montaña,

mimados por una luna gigante.


Llevamos tres días meditando,

nos protege un círculo de poder,

vivimos recitando poemas,

caminando, cantando desde el vientre,

comiendo piñones y verduras,

conversando con el fuego,

las araucarias, las quebradas,

los espectros y hechiceros de la noche,

las fuerzas que visitan nuestros cuerpos

las fuerzas que erizan el alma.



La hoguera está encendida

y todos estamos danzando,

cantando los versos de la maga,

girando y volviendo a girar.


Los ayudantes esparcen las cenizas,

ella me pide que cuide las puertas,

que nadie cruce antes que ella,

que nadie lo haga después.


Pese al impulso de los tambores,

nunca pensé en caminar sobre el fuego,

hasta que vi pasar a decenas y

contemplé a mi maestra saltando

como un hada entre las nubes,

y a Susana jugando con el fuego,

derramando el rojo y el verde

sobre las tiernas y pequeñas llamas.


De pronto, cedí ante el impuso,

tres veces crucé sin dolor alguno,

sin heridas, sin espacio

para el temor o el día que viene.


Todo esto sucedió,

tras conversar con la Diosa

que lloraba en el Tatio,

poco antes de caer a las aguas,

la explosión que destruyó una calle,

el conflicto con los fantasmas,

el mar que invadió nuestros cuerpos,

nuestra nueva vida e Isidora.





Todo esto sucedió garcias a mi maetra Amla, que llego a mi vida para mudarla mediante el afecto y sus conexiones con las estrellas.

Marcia Orell, que también es mi maestra, miraba el fuego desde el borde.

En la imagen, una de las montañas del Alto Bio Bio.

13 de marzo de 2010

A mi esposa





No se que me pasa,

no se si es el vértigo,

el pesado silencio de los notarios,

los azadones, las parras,

las bocinas de los barcos,

el fétido aserrín de los jaguares.


Tal vez es todo eso

y la llegada de los circos en septiembre,

los elefantes que besan a sus hijos,

el rocío, los ombligos,

tu rostro azul violeta en mi ventana.


Deben ser las rocas que saqué de la Luna,

los afectos, los gorriones, las caricias,

los tomates que penden en mi alma.


Sí, creo que estoy feliz,

sereno como un hombre que perdona,

poderoso como el vino

y el secreto crepitar de la alborada.











En las imágenes, "Noche de Luna" y "Elefante", de Kandinsky.

12 de marzo de 2010

Alerta de Maremoto en Valparaíso




Estamos en el Almendral,

muy cerca de mi casa de infancia,

a ochenta metros del mar,

cuando un ángel delirante

comienza a mecer los muebles.


La funcionaria reza,

yo escucho

los gemidos de la tierra,

sus vaivenes, su estruendo.


Terminada la audiencia,

una estampida humana

busca refugio en los cerros,

las sirenas cantan

sus señales de miedo,

vehículos de emergencia

anuncian la invasión del mar.


Mi hija, por suerte mi niña está en el campo.


Nuevamente la radio del celular,

alerta de maremoto

entre Coquimbo y Valdivia,

alerta de muerte,

de exterminio, de holocausto.


Sin embargo,

unas muchachas fuman

sentadas en los escombros,

sumidas en sus propios males,

ajenas a tanta revuelta.


La radio cuenta

que a pocas cuadras

el cambio de mando continúa,

en mi alma cesa el peligro,

comienzo a decir chistes,

mientras las multitudes

de lo cerros miran y miran el mar.




La fotografía de Valparaíso es de Sergio Larraín.
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