19 de febrero de 2011

Invisibles





Todos los días me encuentro 
con vecinos ausentes 
personas que  hablan en sueco 
francés de Canadá 
diferentes dialectos de Suiza.

Están los criados en Bélgica 
niños nacidos en Moscú 
seres que danzan en Colombia
jóvenes que inundan Barcelona
deslumbrados por París 
afincados en la humedad de Venezuela 
en pequeños comercios de Nueva York. 

Faltan y están en todo el barrio
porque abundan 
en el  decir de sus abuelos 
en los  ojos de sus padres 
y el continuo florecer de la palabra 
en buses, almacenes 
espacios de imposible indiferencia. 

El tío ingeniero y endeudado 
limpia baños 
barre aeropuertos
y llevó cinco hijos 
a la noche de Estocolmo.

Francisco se acostumbró
al mal carácter de  los franceses. 
Mayi tiene novio en México 
aprendió el arte del mole 
pasó meses en Chiapas 
y en Ciudad Juárez. 

Silvio es feliz en Italia 
tiene una foto con Pizarro 
una novia fotógrafa 
con familión de comidas y canciones. 

“Mis nietos llegan en diciembre” 
“Mi hermano cumplió cincuenta 
y  llevó a toda la familia a  una gran fiesta en Zurich” 
“Mi papá vive en Buenos Aires, 
parece que se volvió a casar allá”. 

“La Pili encargó una caja 
de pisco y sigue igual que siempre” 
“La Feña nunca pudo acostumbrarse 
a la oscuridad de Oslo”. 
“Karin lleva diez años en Holanda” 
"Mi hijo está feliz en Calgary"
"Mi hijo tiene tumba en Tucumán"

Entonces los idos van sentándose en las plazas 
ocupan las graderías de “El Sauce” 
comentan los programas de la tele 
son activos en la red 
beben cervezas tibias de Inglaterra
pululan en los retratos de las casas 
son vecinos invisibles 
socios del Club Orompello
y del Villa Moderna 
gajos de nuestro espíritu 
en el mundo.

Es cierto que a veces regresan 
a perder sus ahorros 
manejar colectivos 
morder batidos y ayuyas 
bailar en las fiestas de septiembre 
abrigarse en nuestro enero 
bendecir los recuerdos 
reducir la pena.




Este poema está dedicado a Caroline Koch, hermana de viajes  e ideales.



La imagen es de mi propio lente y corresponde al Pasaje Romero en Recreo.
Mañana escribo sobre los inmigarntes que se han incorporado a nuestro barrio.

2 comentarios:

Maritza dijo...

Gonzalo, espero no "empobrecerte" al no discrepar contigo...

:)

Me encantó encontrarme contigo en este espacio tuyo y las calles de Recreo, que no sé si será algún pasaje cerca del Cº Esperanza, porque tiene mucho de nuestro viejo y querido puerto.
Te habrás dado cuenta en mi blog que me gusta mucho Valparaíso.
Me gustó tu poesía.
Aún no recorro todo tu blog pero seguiré haciéndolo.
Bueno, a mi también me gusta la fotografía, la poesía, además de la pintura y el dibujo.

Bienvenido a mi blog.
Yo también me quedaré por aquí...

Abrazos grandes.

fgiucich dijo...

Una realidad que avanzan en esta América desteñida por la miseria. Abrazos.

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años y años de blog!!!!