Sobre Valparaíso, el poder del sol
Su beso que brinca 11 minutos
Mi cuerpo que es su carne
Igual que el bosque y la lluvia
Bendita piedra de fuego
Punto que miraron mis ancestros
Alma de Luz
Padre de rayos
Ser en la cabeza del mundo
Sobre Valparaíso, el poder del sol
Su beso que brinca 11 minutos
Mi cuerpo que es su carne
Igual que el bosque y la lluvia
Bendita piedra de fuego
Punto que miraron mis ancestros
Alma de Luz
Padre de rayos
Ser en la cabeza del mundo
Hay ciudades en mi alma
Una capital en mi hija
La Cordillera con el nombre de mi madre
Escuelas que llamo papa
Varios ríos que llevan a la aurora.
Salgamos a buscar la ciudad
Abrir la puerta del sol
Cruzar ríos de personas
Alzar alegrías
Romper 7 o 10 espejos
Caminar con el agua hasta las pestañas
Lo descifré Sandro.
Gritaste que tu trabajo no es engaño
Eres creador de verdades
No otro mago del fraude
A más de 500 años,
te agradezco la conversación.
Tu trabajo elocuente
El colorido fraude luce albo y sin pintar
Virgilio lanzó su cuerda
y tú no necesitas artilugios
paños de Turquía
Los colores vitales del estafador
En el libro del cielo las estrellas se separan
Pero tú no has marchado
Regresamos sobre rocas de cemento
cenamos fajitas inventadas
y volviste a tejer tus preguntas
tu montaña de cantos
el viento de alegrías que soplas sobre el mundo
El día en que recién casada
llegaste a Florencia,
todas las cosas tomaron nuevo nombre.
Los mercaderes abandonaron sus negocios,
hombres consagrados abandonaron su Fe
y los marineros renunciaron al mar
.
Tu rostro iluminó estandartes de campeones,
se hizo sol en los sueños
e invadió el hacer de los pintores
que buscaron, con pinceles, imitar tu luz
y borrar tu temprana muerte.
.
El más conmovido fue Sandro Botticelli
que vió en ti: Alegría,
Venus, Primavera y Flora.
Años después y en virtud de testamento:
los huesos del artista miran para siempre los vuestros.
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Mi navidad tiene trenzas de sol
Me lleva en los brazos
Hace gatitos en los vidrios
Me defiende con su alma
Respira
Abraza
Es mucho más que la palabra mamá.
En la franja nuestro castillo
Las sucesivas fortalezas
Manzana que madura en el viento
La espada de Homero
El prado que mira nuestro sol
En una servilleta : los nombres del cielo
Todo el rojo de tus labios
Mi bandera blanca
Nuestro mapa de viaje
Agua tuya
El rayo que lanza mi estrella
En la puerta del horno se quema el sol
y gritan inocentes los condenados
millones respirando los gases
cavando tumbas
atendiendo asesinos
antes de caer degollados
consumidos por el fuego
desnudos y completamente humanos
Es de buena suerte pagarle a los poetas
Invitarlos una copa de sangría
Cierto almuerzo con parrón y vino tinto
Un pasaje sencillo a a la mitad del cielo
A este solsticio
A la palabra compromiso
No se quede en el pensamiento: Aporte para mantener funcionando este blog que cumple 11 años de diaria creación.
Tengo un libro en que cabe el sol
Habitan distintas naciones
El pasado
Las novias e hijas del tiempo
En cada página, las preguntas
El destino
Cierta textura de sueños
Oídos y marcas de Dios
El tarot de Irma,:
anuncia la historia
y esboza los personajes
Mas tarde, habla Paris
gente de los café
aquellos galanes callejeros
la vendedora de sombreros
nuestra taxista
el hombre que devoraba ranas
Dos horas en la vida de una cocotte
Su dama de compañía
Su Señor
El músico que la modela
La amaiga de avanzada
En los muros: El perro andaluz
Para enfrentar: el cáncer
los viejos funcionarios de hospital
el médico de tumores
Nace un amor en el parque Simón Bolívar
Corre el año 1962
Por cierto: Solsticio de Verano
Espejo roto
Sólo las cartas tienen colores
Prefiero el verano en Florencia
Júpiter y Saturno tienen una cita
Él llega con sus lunas
Ella luce sus mejores anillos
Nosotros miramos desde la terraza
Las gaviotas guardan silencio
Los lobos duermen en paz
Para variar y con gusto: nos besamos
Los viajeros avanzamos en el cielo
Miramos al vecino
No hay luces rojas
Sólo tres planetas en línea
Siempre, el Universo que baila
Nos hieren las palabras
El tiroteo de miradas
La tensión del rostro
La rabia del mundo
derramada en nuestro cuerpo
Aquí la torre de aire
Bella ciudad en los sueños
Beso efímero
Abrazo invisible
Duda en reino de silencia
Necesito las razones del territorio
La vida de los nombres
Mil veces la palabra mamá
Sus ojos
Sus labios aceptando mi frente
Aquí nos besa el eclipse
Habita el péndulo y la risa
La Luna se opone
Crece el tiempo
Hay alerta y hondura
Ahora, se triza el silencio
Imagino la vida al interior de mi madre
Cruzando jardines
Mordiendo aceitunas
Abrazando a mi padre
Ella y yo en los patios del Pedagógico
En el cine
Las Cachás Grandes
La Peña de los Parra
La pienso subiendo las escalas de mis abuelo
Comiendo albóndigas scon su padre
Tomando jugo en el Café Vienés
Mirándome fijamente a los ojos
Aprendí a girar hacia la izquierda
borré la magia del Palatino
sumé el agua, el aceite y la luz
las empujé con mi mente
y retrocediendo a la noche
cerré la puerta de Dios
Si abres tu mente a la luz
Nunca el océano podrá borrar tu corazón
Ni caerás en falacias de la noche
Tributos al miedo
Falsos caminos de falsos agentes
De ciudades alzadas desde tumbas
He herido al país con mi mirada
Con el brusco latir de mi nombre
El vértigo de mi cuerpo incendiado
Lanzo esta mirada de acero
Hay tensión en mis músculos
Parezco un niño gritando por falta de atención
Mi corazón tiene fuego
Dispara sus poderes sobre la tierra
Flamea sobre la noche
Martilla
Disuelve
Empuja su tempestad sobre la Iglesia
Cumples las edades de la luna y estás feliz. Recibes los ojos del sol. Llevas mi nombre en tu frente. Bailas cuando crece tu amor.
La torta lleva panqueques y manjar. Eres alegría y abrazos. Disfrutas las amigas. Tu mirada camina sobre el mar.
Eres como yo
Guardas moscas en primavera
Abres tumbas en el garage
No lloras
Gritas los orgasmos
Nadas desnuda al atardecer
Tomas a la niña
y ofreces enseñarle religiones
la cultura del espíritu
los diversos caminos de la fe
Luego, sacas tu sable de la manga
y la llevas hasta el agua clara
para hundirla en río ajeno
Lejos de la Luz
En tan lejana vereda.
Me encanta la cultura dices
Verás
Tal vez basta con atender
Conversar tus sueños
Sacudir las bibliotecas
Abrir los poemas del sol
Basta con la amistad
Dibujar sonrisas en las mejillas
Dudar las historias
Saltar entre gaviotas y retratos
Llegan temprano los dedales de oro
Cargan sus rieles y quebradas
Vienen con su color de alegría
Bella alfombra naranja
Filtro de sueños
Sonrisa extensa de la tierra
Aquí fornican los dragones
Marcan sus huellas los poemas
y las hembras mojan estas noches
hasta quebrar el mundo
domarlo
hacer del sexo un diluvio
Buenos Aires es perfecta
Sus avenidas cumplen primaveras
Huelen a frambuesa
Llevan desde la lluvia hacia Dios.
Amanece
y muerde su primera fractura
baila entre obuses y vitrales
lee Sur
de gala, asiste a la ópera
usa zapatos de tango
piensa en teatro y en el fútbol
Abres el tiempo con tu nombre
Llevas hacia ti los rayos de sol
Los tomas con tus manos delicadas
Haces ovillos de luz
y guardas silencio ante esa esfera
Borras el tiempo con tu nombre
Mientras acercas tu piel a mi cuerpo
Reduciendo el andar de los segundos
Las caídas del otoño
La ostentosa muerte del momento