Dice Marcos que Pedro siguió a Jesús de lejos hasta el patio interior del Sumo Sacerdote, y se sentó con los policías del Templo, calentándose al fuego.


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| Correggio |
Pero cuando resucite, iré delante de ustedes a Galilea.
Entonces Pedro me dijo: 'Aunque todos tropiecen y caigan, yo
no”. Y, desde mi espíritu expresé:
“En verdad te digo que
hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante por segunda vez, me habrás
negado tres veces”.
Pero él insistía: "Aunque tenga que morir contigo, no te
negaré". Y todos decían lo mismo.
Y por siglos han hecho lo mismo, pues me han visto postrado en
la calle, herido o arrestado injustamente, y la gran mayoría ha pasado de
largo, sin siquiera mirarme a los ojos.
El gallo canta y canta, mas Pedro sigue mintiéndose a sí
mismo.
El hombre del cántaro de agua
El que
amarró un burro en las afueras de Jerusalén
El joven que vestía de blanco
y habló a
las mujeres en la tumba de Jesús
Los que
ayudaron a multiplicar
el pan y los
peces
Todos los que
aprendieron a caminar sobre olas
Maestros de Cámara Oscura
Aquellos que rajaron el velo del templo
y entre
lágrimas dañaron la higuera
Benditos hermanos de Juan
Seres purificados
por el Agua
Nuevos Elías
Terapeutas
iniciados en Egipto
Dueños de papiros
y bibliotecas
Hebreos, griegos,
persas
Mujeres con los
rostros del mundo
Almas que aún huelen a nardo
y formando
un lazo con sus brazos,
estremecidos
de amor, comparten la Luz.
Seres bajo el sello del Lucero
Virtudes
femeninas y viriles
Gente cargando
agua de vida
Rocío solar
Océano al
que llegan los espíritus
Océano al
que llegan los espíritus
Océano y Espíritu.
Faltaban dos días para la Fiesta de Pascua y de los Panes Ázimos
Liberación de Israel y ausencia de defectos
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley
buscaban la manera de detener a Jesús con astucia para darle muerte, pero el
temor los refrenaba y decían:
'No durante la fiesta, para que no se alborote el pueblo”.
Se acercaba una nueva liberación, una total enraizada en
el amor, bondad que fluye y eleva.
En mi cuerpo el invierno
La madera
Jerusalén
El imperio del pan
Camino a Galilea
Un trébol creciendo en el silencio
Gracias hermano Ludwig Gieseke
Busqué tu corazón y encontré caridad
Nuestro principio de vida
Amar y enseñar el amor
Ser siempre Luz
Respeto divergente
Corazón consagrado a la obra
En la oscuridad del teatro
Isidora contempla su país
Observa el hablar de sus obreros
El terror en nuestro espíritu
El sol brillando en los actores
Más allá recibe fantasmas
Mujeres hablando desde sus nichos
Beatriz como un ángel en la noche
David pensando 1976.
En otoño Felipe Palma
claridad de Camila
sus hijos emanados de la luz
tres metales de paella
raíces del mole
sabores árabes
coreanos
burbujas rosadas del amor
Felipe Palma
y nuestro santo John Coltrane
tambores en la puerta de Ñuñoa
la verdad del cochayuyo
café africano
el aire y los secretos de Bellavista
He visto mudo
al espíritu de Chile
y lo vi retornar en el trabajo
al compartir el pan
al celebrar el vino.
Lo vi levantarse
en sus actores
y en sus artistas
Hamlet denunciando al Rey
La Patria vuelve a elevarse
Tiene más colores
Ahora lleva el nombre de todos
