Mi hija tiene serena primavera
Una estrella invisible custodia sus ojos
Reside en la Patria de mis sueños
Brinca de París a Melipilla
Mi hija tiene serena primavera
Una estrella invisible custodia sus ojos
Reside en la Patria de mis sueños
Brinca de París a Melipilla
Mis heridas las mandé por correo
Apiño la ternura en mis ojos
Dejo atrás la pena
Guardo una pizca de miedo
para cuando crezca la noche
He estado buscando mi alma
Un chispazo apareció al tomar el té
Un trozo grande llegó al pensar en mi hija
El núcleo de ,luz sigue en brazos de mi padre
Lo que hay al sur de mi alma no te concierne
Tampoco mis parpadeos en el salón dorado
Arte de caminar sobre brasas
Mis ojos atados al cielo
Comprendí que nuestra gata se llama Ketamina
De noche espanta ratones
De día, atiende el alma del personal
Recibe vibraciones de muerte
El miedo de diez madres llorando
Los avances cotidianos del cáncer
El hedor de cuerpos calcinados
Aquel tenaz complot de las bocinas
El rápido frío mientras la vida se escapa
Pido para ti mi paraíso
una gran nariz de payaso
la boca del día sábado
un susurro gritado por el sol
Los nombres han venido a golpear
las puertas de las cosas
Zamur, Urak, Faregio,
Yusna
Calum, Rosto, Murgaz
He visto los ojos de Murgaz
Asistí a su fiesta en el bosque
Allí junto al río Zamur
Donde bebíamos Yusna:
licor de ciruelas y rosto
con vodka y vermouth
Hablé con ella bajo la sombra de Calum
El arbusto de jazmines que canta
besa a sus colibríes
Impregna de alegría al mes de Urak
posee manos para tocar el faregio
violín de siete cuerdas
para árbol bueno y primavera
He reído hasta perderme en la primavera
y despertar convertido en horizonte
hora de piedra
hombre que alza la voz.
El ser humano es más que un decir
Algo grande
Un sol complejo
Conciencia que despierta y perdona
Pulso extenso del Amor
Le mostré a Isidora
un pozo que conozco en el Génesis
Bebimos de aquel río subterráneo
Fue tras la clase de música
Cosecha de mandrágoras y sueños
Entre Tchaikovsky y el el Re de los muertos
Isidora viajó a su propia estrella
lo hizo con remos y primavera
recostada sobre septiembre
apenas despierta sobre mi cabeza
Isidora despierta, duerme
habla sobre sueños con su abuelo
quiere a Pedro y a Roque
recupera a Cony
lee Génesis y Corintios
piensa en Metafísica y Ontología
disfruta a su tío Tanita
En vez de asado:
Canapés y Chilenitos
Licor de damascos
En vez de fútbol
Jesús histórico
La luz sigue castigando al cazador
Isidora toca una cueca de Bach
La refalosa de Mozart
Una cumbia al estilo de Tchaikovsky
Carola está pariendo un dulce 18
alfajores, empolvados, chilenitos
poderosos hijos de sus manos
soles de manjar y de azúcar
yemas y claras muy bien puestas
Los pruebo y tienen sabor a Patria
saldos de otras primaveras
perfume de sus manos
traje blanco
un viaje en tren hacia mi infancia
Chile es otro
Ahora tiene a Karen y a un millón de otras como ella
Nuestra estrella las protege
Las envuelve en esta primavera
País de libertades y pobrezas
Bienvenidas a la venta callejera
Abrazo de hermandad
Ya tu hijo será chileno
Desperté poco antes que el sol
Aprendí la reglas de la cocina eléctrica
Hice, a la copa, unos huevos perfectos
Besé a mi esposa
Acompañé a Peter Grimes antes el juez
Comí ostras
Paladeé una Isla Flotante
Leí secciones de La Bandera de Chile
voz potente de Elvira Hernández
Recorrí voces e imágenes de Patria
muy al interior de Diamela Eltit
Entre tanto, compré un bolso para guardar la primavera
escuché a Isidora caminar hacia el tenis y comentar "La Tregua"
regresamos durmiendo a nuestro hogar
extravié un poco mi celular
estudié inglés
hablé con mi padre
lavé los platos a seres espirituales
Imaginé a Mario Irarrázaval construyendo seres de madera
Vi el trono de Pancha Núñez y el Aula colorida de Marcela Trujillo
Anduve entre las páginas del Buzón de las Impuras
Sentí el tren cruzar junto al mar
San Sebastián 2800, a pasos de Isidora Goyenechea
La luz nos permitió despertar en este rincón de la primavera
Cociné huevos a la copa con agua recién hervida
10 minutos en vez de 4 y medio
Definitivamente deberían ser más
Bajo el sol caminamos hacia la calle de la Barbería
Arte de Colombia
Barba perfilada
Peinado de fiesta
Buen mozo Gonzalo
Un regalo lindo de Carola
Almuerzo flugal en la "Due Torri"
Ella salmón y yo locos
Luego partimos de la mano hacia el ballet
Una aguja buscaba a la princesa
Bella Durmiente en función repleta de niños
Tchailovsky bailando con Gardel
Mas tarde Ulises y La Bandera de Elvira Hernández
Souvignon Franc para alimentar la noche
Mesa de Luis Hermosilla en "El Baco"
Aligot y
Mariscos al estilo del caribe
Isidora duerme en Recreo
Hay una luna alegre sobre Olmué
Viajo a las estrellas con Carola
Un cometa me recoge desde su mano
Su sonrisa me brinda alas
Su alegría es mi Do Mayor
Soy el sol
Nuestra luz cruza mi cuerpo
Cabe la luna en mi nombre
Soy estrellas que giran
El tiempo que ha abierto sus ojos
Regresamos al Do
viene la serpiente y la cruz
primer peldaño del sol
nuestra aurora iniciando su concierto.
Septiembre va devorando el invierno
Empuja las nubes
Devora las tardes oscuras
Hace brotar la maderas
La Maestra
habla de corcheas y pulsos
Esboza la
puerta de los nombres
Sus llamas
aplauden las polirritmias
La noche
solapada bajo el piso
He subido a
una estrella
Las
corcheas pasan a cuartinas
Hay pulso
de galaxias
Gigantes
con ombligos de luz
Las Gardenias y Gonzalo Villar en la presentación de "La música que despierta nuestra luz" |
Se espera que este libro, muy útil para cada Maestro de la Armonía, sirva para conectar con la música de cada compositor, a través de sus hitos
vitales y su contexto histórico.
Asimismo,
la obra pretende impulsar al público a formularse preguntas sobre la vida de ultratumba,
compartir experiencias de conexiones con seres queridos y recuerdos de otras
vidas.
Las
experiencias compartidas corresponden a epifanías, mensajes que a veces el autor recibe en su interior y la vivencia extraordinariamente potente de la visita de su madre al mes siguiente de su fallecimiento.
Cada uno de
los compositores reseñados amerita decenas de libros especializados y en muchos casos
esos libros son una realidad, pero la intención de Gonzalo no ha sido obtener un panorama
detallado de sus vidas y obras. Simplemente ha buscado motivar la indagación
individual de los lectores y la audición de sus creaciones.
Lo que en definitiva
ha construido es una guía de viaje en que golpea la ventana espiritual de las y
los artistas para que ellos abran al lector sus hogares y presenten sus piezas,
que constituyen verdaderos tesoros.
Si bien partió por apuntar los datos de los compositores francmasones, como Couperin, Haydn, Van Swieten, Gossec, Bologne, Mozart, Pleyel, Cherubini, Beethoven, Hummel, Paganini, Meyerbeer, Berlioz, Liszt, Verdi, Sibelius, Respighi, Kern, Berlin, Gershwin, Ellingnton , Amstrong, Miller, Berto y Canaro, poco a poco fue incorporando a decenas de otros músicos.
En la jornada, destacó el homenaje a don Carlos Filippi, profesor de música y las actuaciones de la bailarina Susana González, de los maravillosos niños músicos Amanda y Emilio Rodríguez Godoy, de Isidora Villar Jacquin, hija de Gonzalo y del conjunto femenino "Las Gardenias".
Asimismo, resultaron fundamentales, los análisis y comentarios de las presentadoras Blanca Carrasco, Gloria Sepúlveda y Carola Jamett.
Los libros de formato físico, impresos y encuadernados artesanalmente, se agotaron durante la presentación del libro y se ofrecerá una nueva edición para navidad.
El libro en formato digital se vende en www.amazon.com y cuesta 10 dólares.
Se conserva en esta entrada el registro audiovisual de la presentación del libro "La Música que despierta nuestra luz", el 6 de septiembre de 2024
Registro de Ignacio Apablaza , que contiene una visión completa de la jornada.
Puttin'on the Ritz, registro de Cecilia Bordones
Smokes'on your eyes, registro de Carlos
Presentación de Isidora Villar, Registro de Mabel Arancibia
Lo que me
alegra es la energía de Isidora
El mar
guardado en su alegría
Su sol en
mi alma
El viento
que roza su destino
Procuro ser un solsticio de piedra
Lector de estrellas
Señor del día lunes
Prisionero que acaba de concluir su túnel
Fui a Retiro a buscar la primavera
La recibí en dos cajas de cartón
Una parte estaba llena de amaneceres
La otra portaba trozos de cielo
Aprendí a ser padre esperando a Isidora
Aguardando por sus abrazos y sus ojos
Por su mano apretando mi alegría
Su rostro riendo
Su cuerpo cruzando bajo el agua tibia
He despertado
Vivo en el azul de la primavera
Cerca del sol de Isidora
En la mañana fría de mi ciudad
Todo es espíritu
porque todo es materia
aquella subatómica
esa que brinca y salta
esa tejida de Amor
la misma en que vuelan las mentes
esa que une los tiempos