No conozco la guerra
Sólo el zumbido de balines sobre mi testa
El taladrar de helicópteros
Piedras y palos contra los vidrios
No conozco la guerra
Sólo el zumbido de balines sobre mi testa
El taladrar de helicópteros
Piedras y palos contra los vidrios
Solamente
soñé contigo
Tu piel la
palpé en un éter de nombres
Cenamos
juntos varias noches
A nuestros
pies, la pantera de Baco
Aroma a
café en la ciudad
Arriba, la
luna y nuestra estrella.
Nuestro ser
esencial
Ese que gira
en otro plano:
se abraza
en forma cuántica,
vota y no vota
bebe el
yogur de Krishna
prueba el pan
de Jesús
viaja a
otro Londres
a otras islas
griegas
bucea en la
M
camina
hacia las torres de Arezzo
busca a Tales
de Mileto
Soñé
contigo,
mientras mi
luz habita en tu cuerpo
y en los
ojos de Buda
milagros de tu libro
tus proezas
de cocina
las cien
reglas de la casa
Carola
sobre el mar
Su atril de
lectura
Chocolates bajo su almohada
Isidora
liberada en tu lenguaje
Y aquí en
el plano de las esencias
En este
pequeño Aleph
Nos unimos
a Beatriz y Raquel
Somos la
fuerza del amor
nuestros
ancestros
sol permanente
núcleo
que anima el paraíso.
No se mueven los nombres de las cosas
Pero mueren si nadie los invoca
O se borran sus letras en la piedra
y se extingue el lenguaje en que anidan
Provoco al sol
Apunto a su reflejo lunar
Huyo a catacumbas
Desvío sus rayos
Le lanzo humo
y él, impasible,
sigue creciendo en mi carne
Te recuerdo leyendo en la playa
Ansiosa, la primera vez que pintaste tus labios
Disfrutando la sal que rodea la cerveza
Elevando volantines
Usando la máquina de coser de tu madre
En otros años,
vas cruzando el crepúsculo con tu bicicleta
orinando entre las rosas
nadando desnuda junto al volcán
espíritu azul de nuestro lago.
Cuidado con el Buin
Lleva bayonetas aceradas
Almuerza en el Bavaria
Lanza nuestra Luz al Río Maipo
Cuidado que ahora sonríe
y habla de Cristo
valores de familia
peso de la noche
y del invierno
Ser hijo y papá, que gran alegría
Llevarlos gigantes en mi alma
Abrazarlos
Cruzar el cielo
en que ellos respiran
Tras los superhéroes Gay,
Ella me preguntó por el Palacio Carrasco
¿Lo recuerdas Gonzalo?
Y tú, ser del futuro
Alma de hologramas
Viajera entre tantas mentes
Un ramo de rosas rojas
Elemental como tu fuerza
Ramo de espíritus y nombres
Oleaje de ideas
La tierra y el fuego sobre tu mesa
Tus manos han pintado mi boca
Han conseguido el rubí que dejaste en mi carne
Y embistes contra el lienzo y mi rostro
Como si aún pudiera tocarte
y rendir mi luz a tu nombre
La niña se deja querer
Mide su tibieza en mi tibieza
Ma llama papá
Acepto el rayo de sus ojos
La acaricio con el alma de mi madre
El invierno es nuestro hogar
Allí tiene raíces el hombre
Gobierna la noche
La Tierra ha perdido su nombre
Descansa bajo las piedras del río
Me pesa el domingo en los hombros
Y caigo desde el cielo hasta mi nombre
O menciono las montañas que me aguardan
El fuego del inverno
La caja en que ríen nuestros sueños
Este sábado, Vanessa,
la cuna de su hija
los trabajos del tiempo
la morada del otoño
nuestro libro de luz
la tímida aurora
Buscar mi lugar en el mundo
Inclinar la suerte
Defender al domingo y a los días desnudos
Ser la palma y la quebrada
Delgada lluvia
Horizonte riendo en un cajón
Hacer del abrazo mi propia primavera
Cenar crepúsculos
Bendecir tu boca con mis besos
Perdonar hasta que duela
El perdón es nuestro Ser en Dios
La edad de la razón
fue temprana y azul
¿temprana?
¿llegó alguna vez?
¿ de qué razón hablas?
La edad de la razón
fue cerezas y luz
biblioteca
libro de ciencias
trabajos del hombre sobre sí mismo
¿No fue aquella época de guillotinas?
Excesos de Lombrosio
Luz de Hiroshima
El liceo encerrando a los niños.
La Patria exige primaveras
Igualdades
Canciones como normas
La bella fraternidad de amanecer
Hola Gonzalo
Gracias por los diamantes y la lluvia
La manzana rallada
Lecturas
El teatro
Tantos momentos con mamá
Jornadas de cariño con tu hija
En día de muertos
La palabra
El viaje de la voz anterior
Palpar con el espíritu
Ceder tu cuerpo a las estrellas
En el aire anidan los muertos
Ahora también en nuestro altar
A veces en las cejas de Isidora
La espuma del mar
Mi cómoda cargada de recuerdos
Los días en que abrazo a mi padre son mejores
Escapa la vaguada costera
Se alejan los lobos
El arroz y la leche se quieren
Lega mi madre a entregarnos sus luz
Mi libro de alegrías es gigante
Como de las manos de Carola
Observo pescadores
Pienso en la noche de Illapel
Elijo aceitunas verdes
Estuve en el umbral de los nombres
Allí te llamé jueves
Niña en Nueva York
Ojos desbordando la noche
11 horas de testimonios
Huella de un niño riendo
Lanzando besos
Hoy lo ví en brazos de mi madre
Un espíritu entre fojas 11 y 76
Sólo el amor sobrevive
En cambio el odio cava su tumba
Huye de la Luz
Rechaza caricias
Brilla en su rencor
Sólo el amor sobrevive
Elige la madera de su bosque
Su forma de perdonar
El rito de regalar la ternura
- Hecho en unión a mamá-
Vuelvo al trabajo
La pasión del día lunes
Hiram ha recibido el primer golpe
La acacia se remece pero no cae
Hoy estuve en Paraíso
Probé la fruta de tu árbol
Recibí besos del sol
Elegí tu boca
Discutimos sobre el plan de Dios
Caminamos el día tomados de la mano
Los nombres han escapado
de las cosas
y el tiempo, desnudo y canoso
celebra
hoy cumple mil años
piensa en su madre
alza su puño izquierdo
y llora
Es 23 y comí ostras
bebí champaña
usé mi llave del paraíso
El niño ya no respira
Nació prematuro y sencillo
Africano, haitiano, chileno
Rayo de luz universal
Hilo de vida
ante la puerta misteriosa de la muerte
Pulo los textos
Busco palabras extraviadas
Persigo oscuridades
Aseguro el orden de la escritura
Para que no falten conceptos
Y el hilo de las ideas se eleve
Después de la rosa
el chocolate y la ñuerta
llegué a casa y estaban mis padres
primera sección de mi vida
la cámara de reflexiones
aún era un símbolo.
Es hora de parir la verdad
Algo diverso de lo real
Un cuerpo del lenguaje
Un texto que acepto
El tejido que expresa mi juicio
Faltan muchas cosas mamá,
pero mi corazón está tibio
porque tú estás allí
y me alumbra tu cariño
tu fecunda presencia
el sol de tu fuerza en esta tierra
Estás aquí y es una bendición
Las dos aquí son una bendición
El día es celeste y extenso
El mundo nos quiere
Nuestra vida está hecha de amor
Quince, quince, quince, tía
Aliosha y David han levantado el sol sobre tus ojos
Tú juegas con muñecas y miras a tu padre
Ves el mundo desde sus hombros
Allah extiende su mano y te pone ante mi rostro
Evocas otras vidas de esta conciencia
Huyes de los tomates hacia las manzanas
¿Quién puede abrir su alma por entero?
arrancar los vidrios
dejar que corra el viento
y permitir que estas raíces
-las de todos-
beban la luz de mil cielos
¿Lo sabes tú Maripaz?
Conoces el ángel que abraza a Francisco
El poema en la mirada de Emilia
Once mundos en las manos de Trinidad
Miles de soles que caminan antes
Aquellos ancestros que protegen nuestros sueños
¿ Y si estás en el alma de tus padres?
O al menos pasa por allá tu primavera
tus cartas a Jesús
la bicicleta que escondes en el bosque
tu primer beso sobre el mar
¿Quién puede abrir su alma por entero?
Dejar su testimonio en las rondas
cocinar galletas a sus hijos
encender su lámpara en plenitud de la noche
Mi resfrío está en la frontera del Covid
Padezco de sed
Pero no tengo fiebre
Mi nariz y mi ojos
gotean hasta inundar el mundo
y dejarme dormido muy cerca del oleaje
11 de octubre 23.35 aproximadamente
Regresaste mamá
Una nube celeste llegó a mi cuerpo
Fui contigo eléctrica tibieza
Ser estremecido
y mi mano diestra comenzó a acariciarme
era tu amor sobre mi cuello
en mi frente
mi cabello
estos ojos que te extrañan
mi vientre que habitó en tu centro
Te quedaste largo rato conmigo
- yo lloraba de emoción-
Me acompañaste al llamar a papá
Tomar un té
Asir la mano de Carola
Quedarme dormido
Gracias mamá
Tanto me cuidaste y me sigues cuidando
Bendita protectora
Alegría de mi vida
El tiempo escribe sobre mi cuerpo
y me enferma
pone a prueba mi fuerza
asalta mi cuerpo
llena mi alma de agua roja
el horizonte tose sobre mí
Estoy resfriado
Falta mi madre para preocuparse
Recomendar remedios
Elevar una oración en mi nombre
Que lindo
haber recibido tanto cariño
un mar de estrellas
toda la tibieza de su luz
Participo del aire
Vivo en sus ríos de altura
Flotas y bosques de nubes
Espacios de agua
Rayos
Aves arrancadas de la tierra
Estoy a medio camino de la luna
Me dejo llevar por corrientes cálidas
Veo pequeñitas las montañas
Desayuno sobre el océano
Abro los ojos cuando pasan los ángeles
Gracias mamá
Me acompañaste
Alegre y serena
A esta puerta de los cielos
Año y día de Chile
Fiesta de luz en nuestra casa
Está nublado hoy mamá
y al sol le cuesta salir de mi centro
tendré que pensar en tu rostro y en tu tibieza
En los rayos de luz cruzan las rendijas de tu bosque
Nariz con nariz
Ojito con ojito
Tanta alegría y tanta ausencia que dejas
El la cañada quedaste mamá
Junto una una gran roca
Cerca de una mini terraza natural
Allí tu hija lanzó las cenizas
Una arena gruesa reducto de tu mar
Ahora el bosque te cobija
y las lluvias del futuro
te extenderán por la tierra
para alimentar damascas y guindos
ciruelas de navidad
frutillas que amarán tantos nietos.