En el reino de las cosas
solo me falta tu nombre
la palabra que gira en tu frente
aquella fuerza que teje la aurora
En el reino de las cosas
solo me falta tu nombre
la palabra que gira en tu frente
aquella fuerza que teje la aurora
Soy la sombra de un árbol
Yo, aquella que camina junto al hombre
Yo, la que repite el viaje del ave
Yo, tu noche interior
El reino en que viajan tus sueños
Avísame si crece el silencio
y yo vendré a rezar por tus ojos
encender el océano
perdonar al sol
Avísame cuando triunfe la noche
y el hombre sea uno con el miedo
poeta sin voz
hombre el fin del mundo
El día canta
Instala su voz en mi alma
Que nadie duerma
Que nadie se espante
La paz perdura en el canto
Que venga este mes a llevarse mi nombre
Aquí lo espero con mi raqueta de tenis
Cierto tablero de damas
La hoja en que escribo mis sueños
Este fin de mundo es para ti
También el libro que escribe mi alegría
La rosa que vuela en tu nombre
La sombra, el fuego, la fe
En cada fin del mundo hay un Anticristo
Cierto paraíso perdido
Seres orando
Espada y fuego en el horizonte
La tierra perdida bajo la lluvia
Soy de acero
Un ser azul en tu alma
La espada que olvidaste en el cielo
Tu corona en el mes de mayo
Pienso en mi hija
La abrazo en la distancia
Le envío el poder de mi alma
Calles y Ciudades de Viento
Un colibrí con certezas
Doce pequeños temblores de luz
Mi Ñaña se alimenta de luz
Canta lo que crece en su alma
Habla quechua y voces de octubre
Viaja como lo hacen los vientos
Tiene su origen en la aurora
Bendice con su abrazo
Baila en nuestra playa blanca
Cuida y sostiene la paz
Entre los pueblos del mundo:
La paz
Arte que defiende muestra aurora
Canto fratermal
Danza elemental del corazón
Dónde está mi pueblo y su luz que canta
Su alma marchando en Alamedas
Sus banderas amadas por el viento
Su sagrado amor por libertades
Pienso en Copiapó
Sus diarios de plata
Nuestro sol escribiendo sus csmimos
Rutas y soledades del desierto
Despertares del sol
Chañarcillo esquina Primavera
Me falta Copiapó
porque me faltan mis abuelos
Aquella selva que hubo
La luna guiando al caminante
Milagro del agua entre las piedras
En Atacama las flores brincan desde el mar y una rosa de vientos
Añañucas con rostro de sol
Huellas de camanchaca
Bulbas anidadas en la arena
Ojos y alma del desierto
El sábado ha nacido el mi alma
Lo hablan las tribus en Plaza Tribunales
Lavalle presidiendo el parque
Nuestra escuela en la raíz del cielo
Antes de ser de piedra
Evidentemente fui de agua
Corriente de mar
Cierto cuerpo de olas
Espuma blanca en los brazos del sol
Todo lo azul pertenece al viento
también lo que piensa el silencio
los hilos de luz
la lluvia que vuela en sus sueños
Álvaro Quintanilla Pérez
Me encanta el oleaje sereno de su voz
Su dominio impecable del ius
Aquella alegría de explicar armonías
Soluciones coherentes
El sello del equilibrio en las reglas de Bello
En sus gestos
Denota que ama enseñar
Impulsar el poder de la fragua
Compartir con espíritus
Superar el simple comentario de las reglas
En nuestra antigua embarcación
Es de los pocos que ama con fervor la
Democracia
Lo deja traslucir en sus lecciones
En su impronta igualitaria
En su amor por la paz