Dieric Bouts |
Al caer la tarde fui con mis doce
y mientras comíamos dije
"En verdad os digo, me entregará uno de vosotros que come conmigo.”
La tristeza invadió el recinto
y comenzaron a preguntarme
¿Seré yo?
y repuse "Uno de los doce, el que moja conmigo en el plato"
Añadí luego
El Hijo del hombre se va, como está escrito de Él,
pero ¡ay del hombre, por quien el Hijo del hombre es entregado!
Más le valdría a ese hombre no haber nacido.
Y mientras ellos comían, tomé el pan,
y habiéndolo bendecido,
lo partí y di a ellos diciendo
“Tomad; éste es el cuerpo mío.”
Tomó luego un cáliz,
y después de haber dado gracias al cielo
entregué a ellos el cáliz , y bebieron de él todos.
Después les dije: “Ésta es la sangre mía de la Alianza,
que se derrama por muchos".
"En verdad, os digo, que no beberé ya del fruto de la vid
hasta el día aquel en que lo beberé nuevo en el reino de Dios.”
Luego, canté con ellos el himno y salimos para el monte de los olivos
El Salmo 116, fue uno de los que cantó Jesús ese atardecer, mientras llegaba la primavera.
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