Estuve con Alejandro en Jerusalén
Recibimos luz en la explanada de las mezquitas
Vimos al sol resplandecer
en la Cúpula de Bronce
Visitamos el muro que sobrevivió al templo
Allí nuestros espíritus profundos se abrazaron
Luego volamos sobre el
Jardín de los Olivos
En la cercana Belén
su robusta voz de Maestro
formaba ríos de aguas
azules
y la gente bebía su alegría
su actitud de respeto
las canciones que aprendió de su madre
En la montaña junto al Mar de Galilea
Conversamos sobre “Abnegación”
Su viaje de cien años
La clave de “Bienaventurados los pobres”
Desapego/Deja todo
El camello que no cabe en la aguja
Tiempo y lugar sagrado para la Luz
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