Suelo mendigar premura
Apuro esta aurora
Almuerzo apurado
Voy descalzo hacia la muerte
Sigo siendo tu mejor invento
Temblor de canto
Desayuno urgente
La piel que busca tus silencios
Me sigue el sol
Elige mi ropa de fiesta
Anuda mis corbatas
Borra mi tumba
Cierra mis ojos al dormir
No creas Gonzalo en lo que dice la muerte
En caricias del Puma
El agua que corre hacia el invierno
La tregua que firman los silencios
Alguien se ha llevado mi sangre
11 kilos de mi cuerpo
Cierto cansancio de mi espalda
Mi alma reclamando desde el centro
Pienso en los limones que comerá mi nuevo yo
El cielo que tragarán sus pulmones
Aquella raíz azul en que dormirá mi silencio
la tormenta se acerca
Las armas se cargas
Sigue lloviendo sobre sobre mi nombre
Puedo afirmar que eres hermosa
y danzas desnuda en mis sueños
Hembra con aroma a ciruelas
Carola de Recreo
Vigorosa flamenca
Perfecta rabí de Recreo
Hoy murió Francisco
El que pensó en los pobres
e instaló duchas en San Pedro
Francisco lavó los pies del mundo
Tendió sus manos a los diferentes
Abrió ventanas a las mujeres
No temió seguir a Cristo
El párrafo tiembla al entrar al cuaderno.
Ignora qué vendrá después
Una respuesta de tormenta
o por
Ese largo y agobiante silencio
El cielo está pintado de bruma
Está habitado por bocinas de barcos
Los motores insisten en sus ruido
Apenas hablan las aves
Zarpan metales hacia el norte
Lo que me espanta es el silencio
Monedas sobre párpados helados
La mandíbula sujeta con agujas
El frío al interior de las maderas
Aquel ruido de las tablas al cerrarse para siempre
Mamá, me abrigo con tu recuerdo
Vienes y secas mis lágrimas
Pones tus ojos sobre mis ojos
Abres los portales de Tanita
Isidora está en la cancha de tenis
Yo en la pizarra de luz
Cerca de la Música
Mi padre
El abrigo del sol
Mi herramienta es el Caballo de Troya
Este cuaderno de apuntes
El blog en que hablo
La pena que enerva el silencio
Por la noche comí un pastel
El sabor era delicioso
Pude disfrutar de su cema pastelera
Fue mi primer bocado con textura de sueños
Aurora nació de la noche
y la cambió para siempre
Acabó el carrete eterno
El silencio de los dioses
La ausencia del sol
Mi poema camina de cabeza
Lastima sus manos con piedrecillas
saluda cuncunas y caracoles
Lleva toda la sangre a sus ojos
Se siente lanzado desde la luz
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Laura Rodig, "Mistral", 1920-1924 |
La magia de Isidora trae a Saci
El niño bota el agua del filtro
Derrama el televisor sobre la alfombra
Contagia su virus a un cisne
Pan ha ha descubierto la belleza
Pasa entre los bosques persiguiéndola
Ella alcanza el río
y entre el cañaveral se disuelve
Pan se acera y canta entre las ramas
Luego sueña y piensa
Inventa la flauta
Retorna la ninfa
Ahora danza en los cielos