21 de noviembre de 2025

Madre y padre en el libro sagrado del tarot

 

En general, para los hijos las madres no tienen nombre, son simplemente “mamá”, que en el secreto de sus letras significa el océano del que proviene el ser humano o “madre”, el océano en que nacemos, la que nos abre el portal de la vida y guía nuestro espíritu.

Los padres, si están presentes, tampoco llevan nombre y la expresión papá apunta a la palabra que guía el espíritu, denotando que el rol del padre se enfatiza cuando el niño domina el lenguaje. A su vez, padre, apunta al ser que guía mediante la palabra, mostrando el mundo y guiando.

Recuerdo extensas caminatas de madrugada junto a mi abuelo y a mi padre otorgando refugio a Caviedes, un liceano recién salido de un campo de concentración o llevándome sobre sus hombros al nadar.

Nuestros progenitores, como Dios, no llevan nombre, porque están extensamente inscritos en nuestra conciencia y son parte de nuestra individualidad.

En términos más generales, el ser humano puede aceptar nuevos padres, en el sentido de maestro o guía, lo hace Dante con el espíritu de Virgilio, lo han hecho millones con Buda, Jesús, Mahoma o Marx, o con sus maestros de escuela.

En el viaje del loco hacia su iluminación, resulta esencial liberarse, crear una distancia adecuada- de padre y madre, pero a su vez, llevar una relación armónica con ellos.

En lo que concierne al tarot, la madre es tan compleja que exige dos láminas para estudiarla.

La papisa, liberada a medias de su yugo y protegida por un velo, representa a la abuela o la mujer que se hace cargo de enseñar el lenguaje, las tradiciones, los valores de la comunidad. En ella florece la experiencia y la intuición. De solo mirarlo, sabe que el niño o la niña están enfermos, tristes o llenos de miedo. Los espíritus infantiles se apegan a ella como las abejas a su reina.

Hildegard von Bingen con sus visiones espirituales, sus premoniciones, sus  recetas, su rol de educadora, sus libros y sus avanzadísimas  composiciones musicales es un ejemplo modélico de la papisa.

La emperatriz en cambio, con el dorado que la señala como portadora de la vida y el águila como expresión de la libertad que inculcará a su hijo, expresa el poder del amor sano, respetuoso de la autonomía de su descendiente.

Pero fácilmente, la madre puede inclinarse hacia el control, la restricción de la autonomía, la sobreprotección, la lujuria o la competencia, fundamentalmente con las hijas. Astriflamante, la Reina de la Noche en la Flauta mágica, la madre de Blanca Nieves que busca ser más bella que su hija,  la madre de Ravel y la terrible Kali, devoradora de hombres, son ejemplos de estas madres no ideales y hasta cierto punto, de madres reales.

 

Esta invasión de la madre a la esfera del hijo o la hija, lleva como correlato un efecto liberador, a saber, la salida del hogar del joven o la joven  y la construcción de su propia vida.

En otra consideración, la dimámica del control que la madre ejercita con sus hijos, tras la mitigación de la pasión de pareja,  suele  enfocarse en el marido,  quién es gobernado en el hogar por la dueña de casa y en cierto modo impulsado a abandonar el hogar, tal como lo hacen los hijos. Este abandono puede ser total o parcial con viajes y la inmersión en el trabajo.

A su vez, el marido suele tratar a su cónyuge como una madre que abriga y otorga seguridad emocional.

Intuyo que la revolución científica y cultural de los últimos 200 años ha contribuido a este empoderamiento de la mujer en el hogar, ya que no muere al parir y ha dejado de tener numerosos hijos que consuman su energía y su tiempo. En la antigüedad, la figura de la madrastra era esencial para reemplazar a la madre fallecida. Pensemos en el caso de Juan Sebastián Bach.

Con todo, la madrastra y el padrasto regresan de la mano de los numerosos divorcios  e hijos nacidos de relaciones efímeras. Tengamos presente al célebre huacho del que nos habla Sonia Montecinos.

El padre, en cuanto guía va a tender a proteger a su hijo e impedir en que incurra en riesgos. Pero la naturaleza libertaria del ser humano juega su rol. Un hermoso ejemplo de esa interacción lo  desarrolla Yusuf ( Cat Stevens) con su maravillosa canción Padre e Hijo, en que el joven manifiesta su decisión de sumarse a la Revolución de Octubre y el padre busca persuadirlo de que no lo haga.

Ahora, por más que nos independicemos de los padres, llevamos en nosostros su lenguaje, sus costumbres, sus genes, creencias, a veces  sus enfermedades y sus virtudes. Muchas veces tenemos sus formas de caminar, de cantar, de jugar con las migas de pan. Pienso en Brahms acompañando a su padre a los burdeles de Hamburgo, en Mozart burlándose de su padre en un duelo musical y en Rara, Maurice Ravel, criticando a su madre libertina, musical y maravillosa en su épera de un acto L'Heure espagnole.

Mi abuelo paterno no fumaba, porque el tabaquismo llevó a la tumba a mi bisabuelo. Ese es un ejemplo de la impronta que posee nuestra herencia cultural.

 

Creo que ayuda mucho a la comprensión de los padres, el hecho de tener hijos propios y experimentar  el amor filial y el instinto de protección.

Regresemos al Emperador con el número 4 marcado en sus piernas, su vínculo con los cuatro elementos, las estaciones, geografía y gramática. Observemos el predominio de su mano derecha, la razón, al contrario de la mano izquierda con que la Emperatriz toma su cetro, la intuición que se encuentra al servicio de Venus, esto es, el amor.

El  Emperador suele quedar desplazado por su ausencia o por  la asentada labor de la madre fuera del hogar, que le permite asumir roles tradicionalmente masculinos.

Sin embargo, instintivamente,  el hijo buscará una guía masculina, un sensei que le enseñe los secretos del mundo, un Homero que relate las aventuras de su pueblo, un Laertes que asuma la defensa de su hijo.

Por el carácter tan estrecho del vínculo filial, la  muerte del padre, de la madre o del hijo/hija, entrañan un mazaso a la conciecia, una muerte parcial. Registro de esas emociones encontramos en La mama morta,  O mio babino caro, La mamá,   Adios Nonino y Con una pala y un sombrero.

La muerte de un hijo entraña un sufrimiento tan inefable que es campo del silencio y la poesía

 

 

Lo que conozco de Carola Jamett

 Lo que conozco  de ti es tu luz

La marca de tu ternura en mi conciencia

Tu mirada sobre el oleaje

Joyas que crean tus manos


Te vi bailar con tacos de acero

Acercarte a mi con pasos de tango

Transformarte en  espíritu del flamenco

Vaivén de tu sombra

Hermana espiritual de Violeta


Lo que conozco de ti es tu alegría

Oraciones que entregas al viento

Plenitud del Uno

Mesa que llenas con tus manos


Sal del aire e tus pasos de ballet


20 de noviembre de 2025

Presencia de luz

 Hay presencia de luz

Viene el desayuno a tu nombre

Huelo tu pijama y tu sombra

El aroma del café

El huevo que amas al despertar


19 de noviembre de 2025

No dejo de estar en ti

 No dejo de estar en ti

Me sumo al latido de tu nombre

Voz grave de tu madre

Ideario de una niña con sus libros

Aprendiza de monja y maga

Orfebre el mercredi

Voz  de luz entre gardenias

Alma qie conversa y aprende


No dejo de estar en ti

y me sumo a tu presencia

anudo estrellas a tu rostro

despierto cuando canta tu alma



18 de noviembre de 2025

Ternura

Le ternura es un extremo de luz
Silencio del ego
Ausencia de premura
Canto de paz en la conciencia

17 de noviembre de 2025

No pienses que el país está perdido

 

No pienses que el país está perdido

Porque el país vive en tu luz

Reside en la alegría de tus actos

La bondad que recibes

La ronda de tu tribu al danzar

16 de noviembre de 2025

Me hago cargo de la paz

 Si irradio paz

Habré cumplido con mi conciencia

Horadaré el silencio

Desplazaré a la muerte


Arte

 El arte deja heridas en el tiempo

Alumbra galaxias de conciencia

El año de templanza

 Nuestro lazo en la raíz de los siglos

Nuestto abrazo en la esperanza

15 de noviembre de 2025

Doce Tribus

 Ya en el  Museo apareció Jacob

El plato de lentejas

Una antigia piel de cordero

Jacob

Sus doce hijos en la plaza

Momento para el alma de Isidora

Cerca  El Colón

Nuestra Escuela

Satie y la textura de su magia



14 de noviembre de 2025

Abre silencios

 La vida abre silencios

Enseña a bordar palabras

Sostiene  justicias

Borra caminos

Muestra el sol a las estrellas


13 de noviembre de 2025

Jacarandeando

 

Llegamos a Buenos Aires 

y el jacarandá va jacarandeando por todas partes

nos saludan personas gordas convertidas en árboles

Ficus que aman el tiempo

Cantos del Palo Borracho

Los poderes del fresno americano






12 de noviembre de 2025

Crear el tiempo

El poema crea el tiempo

abre el futuro

rescata el pasado en un instante

permite viajar a las estrellas

Nuestro Camino


Nuestro Camino

                                                                                    Dedicado a Fernando Ramírez

Por generaciones hemos caminado

seguimos el espíritu de los astros

pieles de osos y focas

pequeños frutos de bosques

la luz y el poder de la mazorca

 

Mientras caminamos: el canto

claridades sutiles de la Luna

risa, ira y llanto

de nuestro hermano el viento

intensa presencia del chocolate

papas, mariscos y porotos chauchas

 

A través de las cañas y los huesos

Conversamos con la brisa

Saludamos al sol

Somos aves en la conciencia del bosque

Canto profundo de nuestra alma

 

Cuando vuelvan nuestros cuerpos a la tierra

hijos nuestros seguirán este andar

el hermano viento les hablará de sus ancestros

este viaje desde Darjan y Ulán Bator

trazos de tantas barcas sobre las aguas

danzas de nuestro clan en torno al fuego

 

Un día, cruzando altas cumbres

y sobreviviendo al extenso desierto

bisnietos de nuestros bisnietos llegarán al paraíso

lugar en que brilla la esperanza

reino en que bailan las montañas

patria de la estrella solitaria

 

Ojalá no olviden el camino

y sigan saludando al hermano fuego

a nuestro amigo el viento

a nuestra madre el agua

a la vasta tierra en que dormirá su sangre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


11 de noviembre de 2025

Libro que leen las estrellas

 

Soy libro que leen las estrellas

Almohada de Isidora

Montaña en que anida el espíritu

Pablo Gac Espinoza

 

Foto en blanco y negro de un hombre con traje

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

La primavera no cabe en Quillota

Enero 17 de 1974

Dos cuarenta y cinco de la tarde

Pablo Gac Espinoza [1]

se marcha y no se marcha

Alcalde electo en 1971

Hasta la alta estrella: mi padre[2]

 

Él no abandona el Aconcagua

secretos rincones del Mayaca

sauces que conoce desde niño

el chincol y su tío Agustín

surcos, adobe, antigua plaza

zapatos reparados por sus manos

 

En la humedad de esta tierra

es aún rostro del pueblo

defensor de peones y obreros

niños que liberan su alma

 

Junto a ellos - sus hermanos-

avanzó pasos de luz  

horadó señoríos del hambre

extendió el amor

elevó la estatura de su Patria

 

Protegió auroras desde su cargo de alcalde

Enseñó el poder de la esperanza

Reforma de la tierra

Buena nueva del oprimido

Digna plenitud del que trabaja

 

Si tuvo miedo, lo domó con templanza

Dejó por herencia sus herramientas y algunos libros

Acerada bondad de su conducta

Fe intensa en lo humano

En suma, toda una inmensa galaxia

 

Incapaces de reprocharle una chaucha

criminales de mínimo ingenio

inventaron el asalto a la patrulla

fantasía sobre fuga

matanza a sangre fía

ocho familias enlutadas

 

Frente a Quintero

El océano recibió aquellos cuerpos

Mil personas en llanto

Decenas de niños sin padres

Rieles y corvos devorando las miradas

 

Tras mil vientos de piedra

Sentencia con media prescripción

Apenas gotas de sol 

Poco y nada de equidad

No hubo asesinos en la cárcel

 

Tan rasgada la bandera

Tan estrecho el regimiento

Y tú, padre, amigo, compañero

No dejas de viajar en nuestras almas

 

 

 



[1] Zapatero y funcionario del Instituto de Desarrollo Agropecuario. Alcalde de Quillota, electo en 1971.

[2] El poema toma la voz de Juan Carlos Gac Becerra, hijo de don Pablo Gac Espinoza.

10 de noviembre de 2025

9 de noviembre de 2025

Pausar el silencio

 

Los que espero es pausar el silencio

Dotarlo de alas

Ingresar al cuerpo de la música

Cantar a la hora del crepúsculo

8 de noviembre de 2025

De lenguaje está tejida la conciencia

 

                                                             Proviene del portal de la UNAM

De lenguaje está tejida la conciencia

Su bosque crece en nuestras almas

Nos une en sus gestos y palabras

Fluye y refluye como el océano

Guía y alumbra con su magia


7 de noviembre de 2025

6 de noviembre de 2025

Sobre la cabida de mi alma

 

En mi alma aún cabe la hermandad

El peso azul de la verdad

Cien ciudades y sus  recuerdos

La autoridad de tu boca y de tu paz

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