10 de mayo de 2008

Penny Lane




Hace pocos días, un taxista de colectivos de pelo canoso y arrugas profundas en el rostro fue el encargado de conducirme desde Recreo al centro de la ciudad.

De pronto, la radio nos regala la música de 1967 y una melodía alegre nos habla de una ciudad inglesa en que las bocinas y las campanillas de la calle forman parte de un dulce paseo matinal.

El conductor abandona su tristeza de hombre pobre y de su boca nacen silbidos que embellecen aún más la canción.

Parece que cuarenta años no hubieran transcurrido y por un instante ese hombre ha vuelto a tener 17, en plena Calle Alvares, poco después de salir de Agua Santa.

Ayer, frente al Mercado Cardonal de Valparaíso, volvió a ocurrir los mismo con otro chofer. Entonces, entendí que debía escribir sobre aquella magia.

Shakespeare tenía razón, la música transforma a los seres humanos, limpia su alma, les quita el barro del tiempo.

Pienso en mi madre y en aquella música que sonaba en sus oídos cuando yo habitaba en su cuerpo.

Pienso en mi hija y en esa música que estará con ella cuando habite las calles del mundo.

Pienso en AB, caminando por los otoños de Inglaterra y en mi alma tan centrada en la vanidad.

16 comentarios:

Caty Ríos dijo...

Querido Gonzalo, que cierto es aquello que "la música transforma a los seres humanos, limpia su alma, les quita el barro del tiempo".
Al igual que los olores, la música tiene la maravillosa capacidad de trasportarnos en el tiempo y evocar momentos y sensaciones que parecían olvidadas en nuestra mente... me gustó leer tu escrito y sentir algo tan simple te puede cambiar la percepcíón de la realidad.
caty

AnaR dijo...

No solo nos transforma , a veces, comete la osadia de volvernos a un tiempo que no fué nuestro, o un instante que si lo fué...

Un placer volver a leerte, desde ese alma, que veo, tambien dejas en las palabras.

Un abrazo

...flor deshilvanada dijo...

La musica nos limpia el alma, nos trae recuerdos, nos transforma, nos cura...

Un beso Gonzalo, que pases un lindo finde!

Filomena Lonetti dijo...

Gonzalo,gracias por visitar mi blog.Qué las estrellas iluminen a tu alma.Roxana Miriam González de la Ciudad de Rosario,Provincia de Santa Fé,República Argentina

MaríaGabriela dijo...

Creo profundamente en la "transportación" que nos provoca la música, eso de llevanrnos a lugares comunes, tuyo y mío, de alguien y de nadie...
ahí está la magia, por cierto.

Salud(os)!!!

Gaby

Roxi dijo...

Y qué alma no está centrada en la vanidad?
La de los sabios, los iluminados.
Quizás haciendo esfuerzos a ratos podemos alejar la vanidad de nuestro camino, y la música es una alternativa muy viable, muy sana para ello.
Me encanta la canción Penny Lane, en general me encanta la música. No concibo mi existencia sin ella, no consigo explicar lo mucho que me alegra los días, lo mucho que me transforma, lo mucho que me revive.
Abrazo!

Trini Reina dijo...

La música, siempre despertando recuerdos...

Un abrazo

Paz de la Vida dijo...

Penny lane está en mis oidos y en mi corazon !!!!
Besos para este hermoso relato !!!
He vuelto !!
Cariños

Renata dijo...

Hacía mucho tiempo que no te visitaba y ha sido un gusto volver aquí.
La música no sólo nos transporta, sino que nos acerca, eliminando las brechas generacionales. Mis hijos aprenden a escuchar la mía; yo aprendo a escuchar la de ellos y en algún tipo de música podemos sentirnos todos como en casa

Florecita dijo...

La música... todo un Universo... cada uno tiene el propio... y la música siempre vibrando... me voy cantando... hermanito del alma...

Isabel Barceló Chico dijo...

También yo creo en el poder terapeútico y transformador de la música y en su capacidad de elevar nuestro ánimo y nuestro espíritu. No en vano es la actividad a la que se dedicarán los ángeles durante toda la eternidad. Besitos, querido amigo.

Brisa de Amor dijo...

Hola Gonzalo!
Me he transportado con musica y mis recuerdos brotaron...una sensacion indescriptible!
Gracias por tu visita y comentario en mi blog!

espero verte pronto!

besos desde Argentina

Maik Pimienta dijo...

Grandes las sensaciones, como el reconocimiento de que uno tiende a mirarse al ombligo siempre. Estoy contigo y con Shakespeare, la música limpia el alma, nos hace mejores. Un abrazo.

Ferdinand dijo...

Vuelvo aquí mago mio... de nuevo a leer tu magia... y acurrucarme en tu calorcito.
te he extrañado y te extraño! aparece...

Las letras siguen creciendo y naciendo.

Paulina dijo...

Siempre lo he pensado , la musica es magia , capaz de transportarnos en el tiempo , capaz de hacernos soñar , capaz de hablar por nosotros , capaz de llevarnos junto a quiens amamos , amo la musica :D

Pame Recetas dijo...

Y Shakespeare cambia a los seres humanos también!....

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