12 de julio de 2008

Aquella descuidada majestad





“En las primeras horas, sólo veía olas;
las cadenas de montañas azules del mar,
sus glaciares y sus cascadas,
su elevación y su descuidada majestad”. (Marcel Proust).

Nubes sufis abrían sus ojos en lo alto
y el hipocampo dijo en sueños que mi naufragio
era nacimiento, maremoto, juego,
zumbido que retorna de una antigua Nación.

Esa palabra ondulante era mi casa,
el sol se reunía cada tarde con nosotros
y el rojo y los colores anaranjados
bebían café junto al aire, el aguacero bullicioso,
las ballenas tímidas y felices.

En el noveno mes o tal vez en otro,
relámpagos y muertes cayeron de la noche
golpeados por reglones infelices y terribles,
por escuadras, repúblicas y mazos.

Lejos y cerca, renacidos,
tal vez en aquel jardín,
Marcia, Esteban, Luis.
encontraron su propio mar...
aquella extensión azul donde no llovía agresión,
ni desprecio, ni fractura al amor.

Ahora en las buenas primeras
cuando los colores se sublevan de belleza
y la libertad se enciende impertinente...
dos o tres delfines,
casi sin darse cuenta,
crean un día de justicia.





Hoy "Los Delfines" estamos de fiesta. Habrá cientos de abrazos y la alegría brillará en los corazones de nuestra familia extendida.

15 años desde la reactivación. Gracias Ida, Marcia, Sergio y su hermana, Luis, Oscar, Fernando y Francisco.

Nuestra alma estará allí. Todo estará lleno de luz.

3 comentarios:

P dijo...

Tengo un grano en el culo que parece un pezón y me excita chuparlo.

Roxi dijo...

Que lindo leer esto Gonzalo.
Fue como sumergirse en el mar, y en la dulzura de una fraternidad gigante
Abrazo!

(Me refiero obviamente a tu entrada, y no al comentario del grano ... jajajajajajaj, ¿qué onda?)

Pame Recetas dijo...

Me encantó este texto lleno de luz. Desde lejos miro, nada más.

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