14 de septiembre de 2010

Carta desde Lesbos



Hoy me siento como una Diosa,
logré sentarme junto a ti,
fui feliz bebiendo tus palabras,
soy nueva en tu suave risa.

Sin embargo, respirar me cuesta,
apenas acierto a mirarte,
soy un mar de silencios,
algo hunde mi lengua.

Siento tu fuego en mis ojos
dulce llama que me atrapa
danza en mi; se torna música,
limpia mi cuerpo

La humedad me cubre;
quedo como la hierba tras la lluvia;
quedo sin luz, cansada, muda,
borrada tras tu partida.




El poema previo está construido a partir del siguiente fragmento de Safo, la poeta que enseñó a mujeres de la isla de Lesbos hace 2600 años.


Igual parece a los eternos Dioses
quien logra verse frente a ti sentado.
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!

A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte; ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir, y rota
Calla la lengua.

Fuego sutil dentro de mi cuerpo todo
Presto discurre; los inciertos ojos
Vagan sin rumbo; los oídos hacen
Ronco zumbido.

Cúbrome toda de sudor helado;
Pálida quedo cual marchita yerba;
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte,
Muerta parezco.




La imagen es de Charles August Mengin y proviene de http://www.odysseetheater.com

1 comentario:

lichazul dijo...

grande Safo!!
como ves las palabras siempre nos sobrevivirán aunque le demos tintes actuales...ellas siempre son perennes

besitos de luz

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