7 de abril de 2010

para después del amor





¿Cómo es la infancia de un beso?

¿en qué punto se hace invencible?

¿en qué punto se olvida?



¿Qué poema viene después del amor?


¿Es algo así? :


Me confunden las escuelas y los pajaritos,

las nóminas, las colaciones,

la pequeña inquietud de los juicios.


Me abruman los teléfonos

y sus ruidos, las sirenas,

los obispos,

las lluvias que demoran

y se extinguen.


Me sanan los abrazos de Isidora,

las miradas de mi esposa,

los pasos de mi madre

hacia el rocío.


Estoy en un rincón del silencio,

solo como una lágrima,

mínimo, exhausto,

calibrando mis días.


Tego que juntar fuerza,

buscar el sol de la mañana,

crecer con su luz, viajar,

gobernar mis noches,

corregir mis rumbos,

perdonar mi vida.







La imagen corresponde al grabado El Beso, de Esther Melguizo

1 comentario:

Isabel Barceló Chico dijo...

Ese epílogo de amor querría para mí... Besos, querido amigo, con mi mayor admiración hacia tu gesta.

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